Solo se oía suspirar en el cuarto de aislamiento, está prohibido hablar con quien se encuentra ahí, muchos decían de deformidades terribles, de violencia, dolor y peligro encerrados en esas cuatro paredes, llevo años metiendo implementos de aseo, comida y ropa, la ropa sucia sale pulcramente doblada, los platos a medio comer y la basura cerrada y clasificada, temía tanto espiar, pero cada año entraban tres médicos con armaduras, uno para ver, otro para oír y uno para auscultar, generalmente eran jóvenes graduados de la universidad, lo cual me parecía aun mas macabro y mezquino, los tres entraban temerosos, y salían tranquilos con una sonrisa radiante, sabe Dios qué pasaba, que este hospicio siempre albergaba a tres más, después, todos iban a parar a la misma ala del hospicio, tampoco me dejaban ir para allá.
Por esos azares de la vida, reconocí a uno de los tres de este año, corriendo en medio de la noche, tratando de entrar a donde yo atendía a ese supuesto monstruo en aislamiento, cuando lo detuve, lo hice con dulzura y con tranquilidad para que no se vaya a poner violento y me rompa el cuello de un tirón, me miró extrañado y me preguntó que hacía afuera, y si ya me permitían salir, me quedé en silencio y le dije que jamás había estado en encierro, que se está equivocando. - No, no estoy equivocado, tú eres a quien vi. Ven pero en silencio donde están mis compañeros-, lo seguí siempre quise entrar en ese edificio, mientras iba detrás de él, regresaba a mirar una y otra vez con la mirada descompuesta, era como si yo fuese una pesadilla corriendo para atraparlo, solo eso se me figuraba su cara, también me da miedo, le quise decir, pero dejó de escucharme cuando empezamos a correr.
Al llegar a la puerta principal se quedó paralizado, de un tirón salvaje me encamino hacia adentro, me indicó una puerta al fondo del pasillo, -Ahí está quien te escuchó-; me quede como en trance unos instantes, como si el tiempo se tomara una pausa, cuando volteé, dejé de verlo, no sé si volvió a escapar o entro en otra habitación; ya estaba aquí, así que sigilosamente caminé hasta aquella puerta, di dos pequeños golpes y nada más escuché el movimiento de alguien sobre la cama, entre entonces, sería como visitar a un enfermo, eso no es un pecado al contrario, siempre supe que eso era un acto de bondad, caminé despacio hasta la silla que estaba junto a él, me senté, le acaricie la frente y sin abrir los ojos, dijo, - ¿Eres tú? -. Sonreí y le dije, solo soy yo, no sé a quién te refieres, de nuevo me dijo, -Si, si eres tú, tú estabas en aquella habitación-.
Al igual que el que vio, este me preguntó si ya me dejaron salir, le respondí lo mismo, jamás he estado en encierro, te estás equivocando, - No, no estoy equivocado, tú eres a quien oí. Ve a la siguiente puerta, ahí está quien te tocó-. Esto me estaba empezando a asustar, me dolieron los huesos como cuando hace demasiado frío y empecé a temblar, me incorporé entonces y fui hacia la puerta, como si fuese un lugar más extraño aún, el se esfumó de la cama, quise suponer que entró al baño, porque la luz se había encendido.
Suspiré profundamente y di dos golpes en la siguiente puerta, entonces esta se abrió violentamente y el tercero, me abrazo con tal fuerza, diciendo –Eres tú, tú estabas en esa habitación-, sus manos me tomaron de la cara, como si aún llevara los ojos vendados como aquel día, le repetí que yo nunca he estado en encierro, te equivocas volví a repetir con angustia, me sostuvo largo rato de las manos y dijo- No, no estoy equivocado, tú eres a quien toqué. Debes volver-.
¿Volver a dónde?- le dije, mientras me tapaba los ojos con las manos en señal de desesperación, cuando quite las manos de mi cara, el ya no estaba.
Regrese en silencio, con la confusión en la cabeza, regrese a doblar la ropa y a recoger la basura, comí el medio plato que faltaba y de nuevo empecé a suspirar, nunca entiendo de ellos.
Dicen que nadie debe hablar con quien está en aislamiento, porque hablar con esa clase de locos te hará dudar de quien está encerrado de verdad… Aunque creo que tampoco se debe ver, ni tocar.