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| Las visitas del marqués. | |
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antifaz Escritor activo
Cantidad de envíos : 3642 Fecha de nacimiento : 23/07/1958 Edad : 66 Localización : Villa Colón - Montevideo Fecha de inscripción : 24/09/2009
| Tema: Las visitas del marqués. Lun Ago 09, 2010 2:00 am | |
| (1965)
A ver, esperen un poco; ¿cómo les digo?… Susques es un pueblo en la Provincia de Jujuy, al norte de Argentina. Yo soy catamarqueño.
Bueno, lo que importa es que era piloto y me ganaba la vida haciendo fletes con mi propio avión. Un DC 3 que de milagro se había salvado de ser chatarra. Lo había comprado el año anterior con mucho esfuerzo y recién llevaba tres cuotas pagas. Y con atraso, porque las cargas eran muy escasas a pesar de ser el único de su tipo en la zona. Pero yo había fijado domicilio en el pueblo y no podía mudarme hasta tener pago por lo menos la mitad.
Ese día llegué al aeródromo muy temprano, como de costumbre. Me gustaba estar en el aire cuando el sol salía, tener la sensación de que yo volaba más alto. ¡Qué tontería!, ¿no? Me quedé en el portón a terminar el cigarrillo, era noche sin luna y el aeródromo parecía más pobre todavía. Apenas si unas luces de mercurio salpicaban el edificio, los hangares y la bomba. Y por supuesto, en el cielo la roja que indicaba si altura. Para mí la más genuina, una modesta estrella que indicaba su condición.
“Esperanza”, que así lo había rebautizado, estaba en la pista. En realidad, un eufemismo, porque no dejaba de ser un camino particular de tierra compensada. Apenas más claro que la noche, “Esperanza” parecía un perro echado que olfateaba el horizonte. Pero era mi perro, y éramos también, lo único que teníamos en el mundo.
Las ventanas de la oficina tenían luz; Chiche, el despachador, ya tendría todo listo. Era un bicho nocturno y nos cruzábamos a esa hora, yo levantado y él sin acostarse. Así que cerré el portón y me encaminé al trabajo. En tierra no éramos nada, pero allá arriba…
Ya en vuelo, admiraba el paisaje feliz de que eso fuera posible. Había llovido y la visibilidad era excelente. Nosotros y las cumbres de Los Andes estábamos al sol, lo demás permanecía en la penumbra celestina donde se confunden los detalles. Iba al norte, a Santa Catalina, cerca de la frontera con Bolivia.
Me serví lo que hubiera sido mi primera taza de café y eso es todo. No quedó nada más de lo que fuera mi vida. El resto es como si hubiera muerto en ese instante y continuado aquí, como si hubiera vaciado el cuerpo del piloto casi cuarentón para ocupar el de este borracho caribeño que soy desde hace veinte años. El tránsito entre uno y otro, son unas pocas horas que no sé precisar. Pero es la historia que estoy condenado a contar una y otra vez, por una botella más.
Lo descubrí en el horizonte, sobre la cordillera, a poca altura. Un objeto inexplicable que brillaba al sol. Sabía que esas cosas existían pero eran como leyendas. Habré estado un par de minutos observándolo, tratando de entenderlo, cuando de repente se me vino encima en un abrir y cerrar de ojos. ¡Debió ser a una velocidad vertiginosa! Me succionó como si fuera una pluma y les juro que nunca sentí un dolor tan intenso, la cabeza me estallaba en miles de luces diferentes.
No sé cuanto tiempo estuve para despejarme, pero desperté inclinado hacia delante y de lado. Estaba suspendido en un mar de hojas inmensas en el que era imposible orientarse. Me quedaba la cabina y poco más, pero estaba ileso y trágicamente lúcido aunque seguía en mi asiento mirando por el parabrisas intacto como si eso tuviera alguna importancia.
Sabía que debía moverme pero me aterraba que aquello no tuviese fondo. Estaba en otro mundo, a una descomunal distancia de todo lo que conocía. Entonces, como recuperada del susto, la selva comenzó a tener vida y me animé un poco.
Chillaron los monos y pude verlos relativamente cerca. No eran muy grandes pero había muchos y me enseñaban los dientes. ¿Sorpresa, furia, conversaciones, burlas?; cualquier cosa podía provocarles. Tenían colas largas y había uno de pelaje diferente, mucho más claro que el de los demás. Abrí la ventana y les hablé, tanto así era mi desesperación; se callaron, se fueron.
Con el coraje de los perdidos, salté aplastando innumerables hojas que me dejaron donde quisieron. No había cielo, sólo una luz verde que quién sabe desde cuándo venía rebotando. Pero el mono diferente seguía por allí, como esperándome. Avancé siguiendo su referencia según por dónde desaparecía. Caía y me levantaba chapoteando en la humedad sin saber lo que pisaba. Hasta que… ¡vi una ventana!
En un claro perfectamente delimitado, con césped y todo, ¡había una casa de dos plantas! De haberme golpeado hubiera jurado que alucinaba.
Por la descripción, otros turistas me dijeron que correspondía al estilo victoriano. Lo cierto es que la circundé viendo ventanas, tres puertas, terraza y hasta cochera, sin encontrar persona o mascota alguna. Ningún camino, vereda o senda, ningún cable, nada la conectaba a la civilización. El muro impenetrable de la selva la rodeaba por completo. Silenciosa e inexplicablemente habitada, eso me pareció antes de usar el llamador de la puerta principal.
Me recibió una mujer hermosa en el esplendor de la madurez. Apenas le conté del accidente puso una cara de delicioso asombro. Me invitó a pasar y a sentarme en el recibidor con modales refinados. Me pidió que me pusiera cómodo y que no me preocupara, que el marqués se ocuparía de mí. De hecho, debía disculparla porque estaba por llegar y tenía que terminar de arreglarse para recibirlo.
Tendría que haberme preocupado el cómo el susodicho llegaría hasta allí, pero la sucesión de sorpresas no me daba tregua. En las fotografías aparecía una mujer idéntica en otra época, como a principios de los años veinte a juzgar por la ropa. Aparentemente se trataba de una estrella de cine, personajes muy elegantes la acompañaban. En especial me llamó la atención una en que estaba sola. Era una foto de estudio en los típicos cartones de aquel entonces, no había dudas de su autenticidad. Pero yo, hubiera jurado que era la misma mujer disfrazada.
Por fin llamaron a la puerta y bajó a atender retocándose con coquetería. No bien hubo abierto, frustró el beso apasionado que le destinaban colocando graciosamente sus dedos sobre la boca de la visita y señaló en mi dirección.
El señor tuvo la desgracia de accidentarse en la selva, dijo, y me presentó a un marqués de irrepetible apellido. El hombre de edad indefinida y ataviado con una incierta gala militar, me sonrió y vino hacia mí. Inútil fue que extendiera mi mano, acarició mi rostro y me desvanecí por segunda vez.
Luego, quién sabe cuánto después, me desperté en un banco de la plaza que está aquí cerca. Dije quien era y qué me había sucedido, y desde entonces estoy abandonado en este bodegón contando mi historia a quien la requiera.
¿Me compran otra botella, por favor?
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| | | Antonio Escritor activo
Cantidad de envíos : 253 Fecha de nacimiento : 23/08/1942 Edad : 82 Localización : Uruguay Fecha de inscripción : 23/07/2010
| Tema: Re: Las visitas del marqués. Lun Ago 09, 2010 6:13 pm | |
| Un buen relato, con algo de fantastico y mucho de misterio, que se lee muy bien y que por un momento lo vi como esas peliculas de indiana Jones donde siempre se cae algun avion en la selva. muy bueno, me gusto mucho, se gano unos pesos pal vino. | |
| | | Ricardo Cesar Garay Escritor activo
Cantidad de envíos : 2236 Fecha de nacimiento : 24/01/1948 Edad : 76 Localización : Haedo Buenos Aires Argentina Fecha de inscripción : 11/03/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: Mención: Premios: 2º Lugar en Concurso de Prosa Erótica
| Tema: Re: Las visitas del marqués. Lun Ago 09, 2010 6:26 pm | |
| Me preguntaba cuantos aviadores invisibles surcaran los cielos adentrándose en fantásticas aventuras para aterrizar luego sobre la mesa de algún bar de mala muerte.
Al final, que importa que sean invisibles, la cuestión es que cuando cuentan historias, son más reales que la misma realidad.
Felicidades amigo antifaz. | |
| | | Mateo Escritor activo
Cantidad de envíos : 5303 Fecha de nacimiento : 18/11/1993 Edad : 31 Localización : Montevideo-Uruguay Fecha de inscripción : 07/08/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: - a la excelencia en sus comentarios Mención: - por sus Aportes a Letras y Algo Más Premios: 2ºLugar Concurso "Ecología", parte Textos, Octubre de 2010
| Tema: Re: Las visitas del marqués. Lun Ago 09, 2010 8:09 pm | |
| BUENO A MI ME HIZO PENSAR EN ALGO PARECIDO A RICARDO,PERO ADEMAS ME LLEVO A SENTIR LA SOLEDAD DE ESOS AVIADORES, PORQUE SON TIPOS SOLOS. ME QUEDO LA DUDA SI EN REALIDAD LE PASO ESO O SI SOLO ES UNA INVENCION DE SU MENTE ALCOHOLIZADA Y LA SOLEDAD DE QUIEN RETIRADO DE SU OFICIO SE SIENTE NADA. YO CONOZCO A UN VETERANO RETIRADO,UN SOLDADO RASO QUE LE DICEN, PERO QUE EN SUS HISTORIAS UFF, NO SE FUE RAMBO PARECE, Y TAMBIEN ESTA SOLO Y ES ALCOHOLICO Y SE CREA HISTORIAS,POR ESO ME QUEDO LA DUDA, Y SABES CUANDO ME APARECIO LA DUDA, CUANDO DE CIERTA FORMA,NUNCA TERMINA DE CONTAR LO QUE PASO ALUDIENDO AMNECIA, CUANDO EL MARQUEZ LE ACARICIA LA CARA, (COSA QUE NO ENTENDI,PERO BUENO),SON UNA SUCECION DE COSAS FANTASTICAS QUE NO TERMINA DE EXPLICAR,POR ESO ME HIZO PENSAR QUE QUIZAS ES SOLO LA IMAGINACION DE UN VIJEJO PILOTO. OTRA COSA,¿POR QUE LAS VISITAS DEL MARQUEZ?, ESO ME DA LA IDEA QUE EL TIPO DE IMAGINAR MAS HISTORIAS CON ESTE PERSONAJE MISTERIOSO,POR QUE ACA EN SI NO TIENE MUCHA RELEVANCIA EL MARQUEZ, SINO TODO LO QUE ACONTECE COMO FANTASTICO,DESDE EL OBJETO QUE LO CHOCA,LA CASA EN MEDIO DE LA SELVA, EL PERSONAJE RARITO DEL AMUJER QUE APARECE EN FOTOS ANTIGUAS, EL MARQUEZ QUE TAMBIEN PARECE SALIDO D UNA FOTO ESE ROCVE DE LA CARA, JA TODO MUY LOCO. ME ENCANTO EL CUENTO _________________ El amistad mejora la felicidad y disminuye la tristeza, porque a través del amistad, se duplican las alegrías y se dividen los problemas.
Mateo
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| | | antifaz Escritor activo
Cantidad de envíos : 3642 Fecha de nacimiento : 23/07/1958 Edad : 66 Localización : Villa Colón - Montevideo Fecha de inscripción : 24/09/2009
| Tema: Re: Las visitas del marqués. Lun Ago 09, 2010 9:10 pm | |
| Te comprendo, Mateo. Y estás en tu derecho de lector a interpretarlo como lo sientas. Sin embargo, por mi característica, nunca escribo una historia si no cierra de principio a fin (soy de finales exactos). Curiosamente, en las obvservaciones que haces (las cosas que te llaman la atención), está la respuesta. Sólo tienes que unirlas. | |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Las visitas del marqués. Lun Ago 09, 2010 9:47 pm | |
| Buen relato, Antifaz. Ha sido un placer leerlo. Saludos, Jose |
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| Tema: Re: Las visitas del marqués. | |
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| | | | Las visitas del marqués. | |
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