Jaime Olate Escritor activo
Cantidad de envíos : 2341 Fecha de nacimiento : 17/01/1941 Edad : 83 Localización : Santiago de Chile Fecha de inscripción : 01/08/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: -Escritor con textos DESTACADOS Mención: Lobo ,El Detective. Texto EXCEPCIONAL Premios: 1ºLugar Concurso "Ecología" parte Textos, Octubre de 2010
| Tema: La Noche es Peligrosa para las Damas ( Cap. 2/4 ) Lun Nov 25, 2019 10:09 pm | |
| Misterios del Desconocido
Cuando Florentina encendió la luz de la sala, tuvo una pequeña decepción al mirar al desconocido, quien no se preocupó de examinar y admirar la hermosa habitación. Simplemente quedó de pie observándola con simpatía.
Ella preparó café con galletas y en su mente buscaba palabras para saber quién era su salvador. —No me ha dicho su nombre, señor. Me llamo Florentina y me dedico a vender bienes raíces. —Verdad, le ruego excusas señorita … —sus ojos se entrecerraron. —Perdón … sucede que tengo mala memoria … mi nombre de pila es Tulio.
Buscó en su arrugada chaqueta y sacó una tarjeta sencilla, pero de excelente calidad con el nombre de Tulio Escobar Ferreira, la dirección era cercana y un número de teléfono. —Mmmm, somos casi vecinos, pero … ese domicilio queda en un sector residencial de la alta sociedad, estimado don Tulio. —Señorita, habito en un pequeño cuarto en el fondo de una casa grande. Su dueño autorizó al personal de servicio para que yo viviera allí, incluso me dejó llaves para entrar cuando se me ocurriera. Don Carlos, un señor ya entrado en años, es el mayordomo está acostumbrado a verme y no se molesta cuando llego tarde. Él vive con su esposa María que hace labores de casa y cocina para el dueño, a quien no tengo el gusto de conocer personalmente. Mientras hablaba Tulio, sus ojos vieron una fotografía de Florentina que posaba junto a otra mujer muy parecida a ella.
La hermosa mujer rio. —No, no está mala la foto. Estoy con mi hermana Andrea, somos tan diferentes en nuestras personalidades; ella es tímida, poco sociable, al extremo que debe habernos escuchado cuando entramos y no viene a saludarnos. Mañana me interrogará acerca de usted y tendré la oportunidad de contar la aventura nocturna donde usted, don Tulio, fue mi oportuno salvador.
Por la mente de Florentina cruzaron con rapidez preguntas acerca de este buenmozo desconocido. ¿Para qué un individuo casi andrajoso usaba tarjeta de presentación? ¿Cómo era posible que con su aspecto viviera en un barrio tan exclusivo? Coligió que allí había un misterio que la seducía … no, no era posible que un vagabundo hablara con desparpajo un buen castellano que dejaba entrever una cultura superior al común de los mortales. –Don Tulio, le agradezco en el alma que me haya salvado de tan horribles agresores. Le ruego que esta noche duerma en un cuarto que tenemos al fondo de nuestra propiedad; es muy tarde y … no quiero que le ocurra algún percance por mi culpa. Es una habitación que tenemos dispuesta para quienes vienen a visitarnos.
Notó que el rostro de Tulio mostraba agradecimiento con una leve sonrisa, pero llamó su atención el brillo de ternura que nunca pensó tuviera un hércules acostumbrado a luchar. Lo guio hasta indicarle una construcción muy hermosa que, seguramente, tenía todas las comodidades para sus visitas.
La joven se disponía a dormir, se acomodó y pensó acerca de hechos extraordinarios que nunca había tenido. Sonrió y apagó la luz de su velador.
Continuará 3/4
| |
|