El Lolo un domingo
¡Que lo parió carajo! es domingo y yo como un boludo estoy en la catrera despierto a las 7 de la mañana. Hoy… justo hoy que puedo dormir hasta que se me cante, me despierto como un gallo y para colmo ni siquiera canto como un gallo para despertar a los vecinos así no me siento tal solo.
En la calle hay un silencio de cementerio, y claro ¿quien carajo va andar en la yeca a esta hora? ni los pendejos que fueron a bailar a los boliches, porque a esta hora están en pura joda todavía. - Se decía para sí el Lolo mientras miraba su reloj pulsera que tenía clavada las agujas en las 7 en punto.
Bueno - se dijo - relájate y goza, preparate unos mates y anda a mirar el día que según dijo el meteorólogo del 13 va a ser un espectáculo.
Se levantó, se estiró como un gato después de la siesta, se calzó las pantuflas y arrancó tambaleante para la cocina.
Puso la pava, se tomó un mate y buscó los fasos sobre la mesada hasta que de golpe se acordó que había dejado de fumar la semana pasada.
Como somos los seres humanos cuantas cosas hacemos por costumbre y por pelotudez - se dijo- porque no hay cosa más pelotuda que meterse esa porquería en el cuerpo, en ese cuerpo que es nada más ni nada menos que el vehículo del alma para que uno haga lo que le gusta hacer. No lo cuidamos y claro… ¿como lo vamos a cuidar si nos vino de regalo?, no nos costó un peso, en cambio si seremos otarios los hombres carajo - continuó diciéndose – Cuidamos más un celular de 12 lucas que al cuerpo porque no nos costó un miserable peso.
Se vistió con el equipo de gimnasia (El de morfar como lo llamaba antes de tomar conciencia, porque no le ajustaba la panza y le permitía comer sin darse cuenta que estaba a punto de reventar) y mate en mano enfiló para la plaza todavía masticando unas criollitas del desayuno.
Cuando vió un gentío corriendo alrededor de la plaza se dijo – Parece que somos unos cuantos que empezamos a tomar conciencia que tenemos un único cuerpo para toda esta vida.
Por la vereda de enfrente un grupo de pibes pasaban con los ojos vidriosos de tanto alcohol y falopa - ¡Que lo parió que mundo contradictorio! - Murmuró haciendo sonar el mate de dos chupadas – se sentó en un banco y se juró comenzar a correr el próximo domingo.
_________________
Ricardo "Cocho" Garay
"Sólo soy un soplo de vida en la eternidad"