El Lolo y el pibe

El Lolo y el pibe

A las dos de la tarde el Lolo llegaba nuevamente a su taller, debía seguir con lo que dejó inconcluso al medio día cuando se fue a comer esas dos porciones de pizza que quedaron del día anterior. En la vereda lo esperaba Rodrigo el hijo de Doña Carmen la almacenera.
El pibe estaba aprendiendo el oficio y trabajaba con él Lolo por expreso pedido de la madre, la mujer fue a verlo al taller un día y le dijo.
– Mire Señor Lolo él es un buen pibe pero, de panadería ni jota, no le gusta vio, tiene aquí su porvenir pero no le gusta y si no le gusta… no le gusta ¿que le voy hacer? más vale aprenda algo que le guste para que no empiece a los tumbos ¿No le parece?
Y así fue que Rodrigo empezó como a la antigua, barriendo el taller, acomodando herramientas y cebando mate.

- Hola Lolo… déme la llave que abro
¿Que haces Pibe morfaste? Tomá y pone la lleve con la muesca para arriba.

- Dígame, a esa señora que vino con el BM ¿cuanto le va a cobrar?

- ¿Qué decís? ¿Como me preguntás eso? no te desubiques pibe esas cosas no se preguntan pero… ya que estamos en tren de preguntas ¿por que me lo preguntas?

- Porque la Mina tiene mucha guita.

- ¿Y que carajo tiene que ver que tenga mucha guita?
El trabajo cuesta lo mismo para todo el mundo, todo depende del tiempo que me lleve arreglarlo porque acá… en este taller se cobra la hora de taller ¿me entendés? y te digo más, a esta mujer el trabajo le va a salir más barato que al tipo de la semana pasada que entró con un Fiat 125 que tenia el mismo problema pero, ¿sabes una cosa? en los Fiat cuesta más trabajo arreglarlos y de hecho fueron más horas de taller que las que me puede llevar arreglar el BM.

-Pero el tipo del Fiat era un seco y esta Mina está llena de guita.

- Mira pibe haber si me entendés… esto es como un hospital y los enfermos son los autos no la gente, cuando yo los curo no les pregunto cuanta plata tienen en la guantera… Los curo, los curo que es lo que se hacer como lo haría un médico en el hospital, y si me lleva menos laburo le doy el alta antes.

Rodrigo agarró la escoba y comenzó a barrer.

Hombre, este cuento da para muchas elucubraciones. Me quedo con esta: los hombres ricos del pasado, al menos los mas concientes y humildes, empezaron asi, barriendo y aprendiendo de un maestro. Los hombres ricos de hoy, la mayoria, son especuladores que forjan sus fortunas de un dia para otro, dependiendo de que tan bien jueguen sus cartas en la bolsa de valores.

Excelentioso trabajo Ricardo! Abrazo fraterno compadre.

Buen relato. El protagonista ayuda al joven a ver las cosas desde un punto de vista diferente al que él creía. (mejor según mi opinión)
Nilda