LETRAS Y ALGO MAS
Para poder interactuar en la comunidad, debes estar conectado,o registrarte.Tu cuenta será activada a la brevedad por un Administrador del Foro que hará llegar la activación a tu correo.,por lo cual ten especial cuidado en no equivocarte al registrar tu email sino no podrás ingresar al foro.
Te esperamos
LETRAS Y ALGO MAS
Para poder interactuar en la comunidad, debes estar conectado,o registrarte.Tu cuenta será activada a la brevedad por un Administrador del Foro que hará llegar la activación a tu correo.,por lo cual ten especial cuidado en no equivocarte al registrar tu email sino no podrás ingresar al foro.
Te esperamos
LETRAS Y ALGO MAS
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

LETRAS Y ALGO MAS

Un espacio diferente , para compartir y crear Registrado en Safe Creative
 
ÍndiceÍndice  PortalPortal  BuscarBuscar  Últimas imágenesÚltimas imágenes  RegistrarseRegistrarse  Conectarse  CONTACTANOS  

 

 CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte)

Ir abajo 
AutorMensaje
YOLIJS
Escritor activo
Escritor activo
YOLIJS


Femenino
Cáncer Cabra
Cantidad de envíos : 15
Fecha de nacimiento : 26/06/1979
Edad : 45
Fecha de inscripción : 28/11/2008

CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte) Empty
MensajeTema: CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte)   CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte) Icon_minitimeSáb Ene 10, 2009 1:22 pm

En la entrada de urgencias del hospital, dos enfermeras Mae y Lorraine, y Ethan, el médico de guardia, aguardaban la llegada de la ambulancia de Derek. A los pocos segundos, empezaron a escucharse las sirenas, no muy lejos del lugar.
El vehículo sanitario apareció, precedido de mí. La auxiliar y el técnico, salieron de la parte de detrás con la camilla del herido.
Yo les seguía con toda la ropa manchada de sangre.
-¿Qué te ha pasado, Rowan? –me preguntó Lorraine con la cara desencajada.
-No es mía –le contesté –Estuve intentando reanimar al paciente en medio de la calle. Está muy grave.
Ethan se acercó a la camilla de Derek, para valorar las lesiones del mismo y Mae lo acompañaba. Volvió a tapar el cuerpo del herido con la manta isotérmica, y le preguntó al técnico sanitario:
-¿Qué tenemos?
El chico le explicó el parte médico.
-Varón. Treinta y tantos. Dos heridas de bala. Una en el tórax con salida por la espalda. Posible fractura de costilla y omoplato. La otra en la cabeza. Fractura craneal. No hay orificio de salida. Entró en parada cardiorrespiratoria en la ambulancia y se le reanimó con un miligramo de adrenalina. Se le han suministrado, antibióticos, anticoagulantes, antihistamínicos, calmantes y algún sedante. No ha recuperado la conciencia en ningún momento…
-De acuerdo- le interrumpió Ethan mientras le indicaba al celador que trasladara a Derek a un box.
Mientras los sanitarios salían de la zona de urgencias, y Ethan dirigía a Mae y Lorraine, yo me escapé a los vestuarios de quirófano, y me desprendí de mi ropa manchada. La cambié por un uniforme azul. La ropa que solíamos utilizar en cirugía.
Me recogí el pelo con un gorro de quirófano. Me puse una mascarilla, como mandaba el reglamento, por la que solo quedaban al descubierto mis ojos azules, cargados ahora de angustia.
Intenté respirar hondo.
Luego dejé pasar por lo menos quince minutos más, convenciéndome a mi misma de que debía estar tranquila, o me prohibirían entrar en quirófano.
Después esterilicé mis manos con un jabón neutro, antiséptico.
Cuando acabé, entré en quirófano con paso decidido, donde ya me esperaban Ethan, el cirujano de cardiología y las enfermeras Mae y Lorraine, a parte de Derek, con los apósitos manchados de sangre.
Todavía seguía entubado y monitorizado, y ya le habían puesto un catéter endovenoso, por donde le pasarían la anestesia.
Lorraine, me ayudaría a mí a extraer la bala de la cabeza.
El tac que se le había practicado mientras yo me cambiaba de ropa, mostraba que la bala no había alcanzado la masa encefálica. Se había instalado en el hueso del cráneo.
¡Qué cabeza más dura!
Ethan y Mae, debían encargarse de la perforación de tórax.
Las radiografías desvelaron una costilla astillada, una fisura en el omoplato además del pulmón izquierdo, levemente lastimado. Una extirpación parcial de la zona afectada, debería solventar la lesión. Los huesos ya cicatrizarían solos.
Detrás de mí entró el anestesista.
Antes que nada se presentó. Su nombre era Bastien. Un hombre de complexión fuerte, y bastante alto. Parecía más un atleta que un médico.
Debía ser el que estaba de guardia, pues yo no le conocía.
En cuanto se dio a conocer, pasó la medicación para inducir a Derek al coma.
Su cerebro y su cuerpo dejaron de sufrir en ese mismo instante.
Quería creer que la falta momentánea de oxígeno en el cerebro, no le dejaría grandes secuelas, pero hasta que Derek no despertara del coma inducido, y terminaran las dos intervenciones a las que le íbamos a someter a la vez, era pronto para adelantar ningún diagnóstico.
Empecé a examinar con toda la delicadeza de la que fui capaz, el lugar donde se había alojado la bala. Llevaba varios años haciendo intervenciones neurológicas por aneurismas, epilepsias, coágulos, hematomas… Pero por un disparo en la cabeza, me estrenaba, prácticamente, con Derek.
La intervención no era muy complicada, al no haber masa blanda implicada, pero aún así, estaba algo más nerviosa que en otras ocasiones.
Debí haber dejado que otro neurólogo se hiciera cargo de la intervención, pero no lo hice. Si el señor Gordon, jefe de neurología, hubiese sabido que yo conocía a Derek, aunque solo fuera superficialmente, no me habría consentido operarlo.
Iba contra las normas del hospital.
Yo no dije nada…
Bastien no me conocía lo suficiente para saber que yo había omitido ese detalle.
Ethan, Mae y Lorraine no desvelarían mi secreto…
Podía confiar en ellos.
Con unas pinzas y mucho cuidado, intenté extraer la bala. En mis ojos se leía la preocupación que me invadía. Mi condición de médico me hacía creer que las secuelas serían más bien superficiales, pero siempre se podía complicar, y quizás era muy pronto para celebrar una victoria.
De pronto, la alarma del monitor, me sacó de mis cavilaciones.
Mis peores pensamientos se hicieron realidad.
-¿Qué ocurre?
-¡Está fibrilando!
Escuché la voz de Bastien. Sonaba muy lejana en mi cabeza.
En pocos segundos, sacudí las fluctuaciones de mi cabeza y me puse a maniobrar con el personal de quirófano.
-Mae, un miligramo de dopamina. Ethan carga el desfibrilador. Lorraine, sujeta la cabeza, si se mueve durante las descargas, podríamos agravarle la lesión. ¡Vamos!
Estaba muy nerviosa. Casi parecía un principiante cualquiera.
Puede que definitivamente no hubiera sido buena idea hacerme la valiente y encargarme de la intervención de Derek…
Ahora no tenía tiempo para arrepentirme, ni para sentirme culpable con estúpidos complejos.
¡Soy tan buena como cualquier otro neurólogo!
Debía salvarle la vida a Derek, y podía hacerlo. Y si debía mentalizarme que las complicaciones formaban parte de la cruda realidad de mi trabajo así lo haría. Al fin y al cabo, casi a diario, pasaban pacientes por mi mesa de operaciones. Aunque a él no podía llamarle paciente, pues en realidad no estaba familiarizada con su historial clínico.
Ethan, Mae y Lorraine se pusieron a cumplir mis peticiones, con respecto a cuanto yo les indiqué, en el momento de la crisis de Derek. Yo, por mi parte, cogí las palas del desfibrilador, y las coloqué sobre su pecho, con cuidado de no alcanzar la herida producida por la bala.
Solté la primera descarga, y el cuerpo de él rebotó en la camilla, pero su corazón…
Nada…
El monitor continuó sin registrar sus constantes vitales.
-¡Carga a trescientos!
-Rowan, su pulmón está afectado…
-¡Carga! –Interrumpí a Ethan antes de que pudiera terminar de hablar -¡Vamos!
Él me obedeció sin mirarme siquiera a la cara.
La nueva descarga consiguió que Derek volviera a botar en la mesa de quirófano…
Mis esfuerzos seguían siendo en vano.
Las constantes de Derek no aparecían todavía en la pantalla.
-¡Trescientos sesenta, Ethan!
-¿Qué estás haciendo? –Me cuestionó ahora Bastien con cara de sorpresa -¡Le freirás el pulmón!
Ignoré su sugerencia y busqué con la mirada la complicidad de mi amigo.
Ethan me reprochaba con la mirada. Como si yo hubiera perdido la cabeza.
-Ethan… por favor…
-Rowan… -dijo con lástima en la voz, casi en un susurro – Bastien tiene razón. No lo aguantará…
-Deberíamos certificar la hora de la muerte –volvió a interrumpirnos ese estúpido anestesista.
A penas le conocía, pero ya me caía mal…
-¡No! –Le grité al engreído con rabia -¡Todavía no está muerto!
Volver arriba Ir abajo
YOLIJS
Escritor activo
Escritor activo
YOLIJS


Femenino
Cáncer Cabra
Cantidad de envíos : 15
Fecha de nacimiento : 26/06/1979
Edad : 45
Fecha de inscripción : 28/11/2008

CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte) Empty
MensajeTema: Re: CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte)   CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte) Icon_minitimeJue Ene 22, 2009 8:36 am

Gracias a todos por darme la opotunidd de darme a conocer, con esta novela, que espero os guste. Saludos.
Volver arriba Ir abajo
 
CADENA DE MENTIRAS 2 (primera parte)
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» CADENA DE MENTIRAS 1 (Primera parte)
» CADENA DE MENTIRAS 2 (segunda parte)
» CADENA DE MENTIRAS 1 (Segunda parte)
» MENTIRAS VERDADERAS (Primera Parte)
» CADENA DE MENTIRAS 2 (final capitulo)

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
LETRAS Y ALGO MAS :: NARRATIVA :: Novelas,Textos en capítulos,Obras de Teatro.-
Cambiar a: