NO PIDAS A DIOS SI TÚ NO DAS ALGO A CAMBIO
En mi opinión, peca de soberbio, de egoísta, y de injusto, quien sólo le pide a Dios sin ofrecer algo a cambio.
Eso de pedir y pedir pero sin ofrecer algo a cambio me parece abusivo. Y me parece que es injustificado y desproporcionado cuando se está pidiendo algo pero no se está ofreciendo otro algo –sea lo que sea- a cambio.
Quien entienda a Dios –o al Creador, o como cada uno quiera llamar a eso que sobrepasa la dimensión humana- como Justo, y para que se mantenga esa justicia, tiene que ofrecer algo cuando haga una solicitud.
Digo esto por experiencia, porque llevo años y años de negociación con Dios y cada vez que Le pido algo, a cambio me comprometo a otra cosa que, por supuesto ya que esto es inexcusable, cumpliré.
Depende de cada uno lo que esté dispuesto a entregar, lo que va a hacer, cómo devolverá ese favor, o qué le parece justo y está dispuesto a ofrecer para que sea una permuta en la que exista una especie de equivalencia.
Dios es Todo generosidad y Todo amor, pero sería correcto que cuando se trata con Él, uno también sea generoso y amoroso.
Y, por mi experiencia, creo que es más conveniente ofrecer algo que no sea tan elemental y poco comprometido como una sarta de oraciones, sino que lo que se ofrezca –si es posible- pueda tener utilidad para otro de sus hijos –que son nuestros hermanos-.
Creo que Dios agradece más algo que sea práctico y útil para, algo que reconforte a otro Ser Humano, que puede ser, por ejemplo, hacer alguna entrega económica a alguien que esté realmente necesitado –si uno puede hacerlo, claro-, acompañarle en sus malos momentos y escuchar sus desconsuelos, darle un abrazo o coger sus manos entre las propias manos –porque no siempre las palabras se expresan mejor que un contacto personal-, prestarle una sonrisa cuando tienen perdida la suya, contagiarle de ánimo y de esperanza, o lo que cada uno considere que está capacitado para hacer. Cada uno tiene sus circunstancias y sus habilidades, y eso puede determinar lo que podrá hacer.
Cada día estoy más convencido de que esta es la forma correcta de hacerlo. Pedir, sí. Siempre puede uno pedir y el otro puede conceder o se puede negar a dar. Pero creo que es más razonable, más justo, más ético, cuando se hace un intercambio que cuando simplemente se pide y además uno se cree con un derecho indiscutible a que se le conceda.
Bueno… es solamente mi opinión.
Te dejo con tus reflexiones…
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