Los no mundos.
Capitulo I.
Universos paralelos.
Personajes:
Ecus: El hombre sin pasado, y que representa a la oscuridad, y al eco del conocimiento, Ecus es el eco de la pregunta en el hombre.
Imagus: La dama de ensueño, Ella es el arquetipo de la guerrera y la sabia. Caja a la perfección con Ecus, pues esta es un Imagus del mismo.
Dark: El que se perdió en la búsqueda, y que trata de llegar al nivel mas alto.
Opak: Dios de los no mundos: no es un personaje en si, solo representa al estado de existencia, antes de la existencia del universo.
Era una tranquila tarde de verano, el sol radiaba a su máximo esplendor, las nubes se difuminaban en la cúpula Del cielo, era uno de esos días en que la luna suele aparecer difusamente en la claridad del día. ¡Pero ese día había algo extraño en el ambiente! No sabría explicar bien que era, pero parecía como si ya nada tuviera sentido. De un árbol cuelga una hoja: la única de este que se resistía a sucumbir ante la fuerza de la gravedad que aclamaba por su alma, Luego vino una avispa a posarse sobre ella: debilitando aun mas su precaria situación, luego de un rato llegaron 2 avispas mas, luego otras 3 y así estuvieron las 6, hasta que al final la pobre hoja no aguanto mas y decidió entregarse al beso de la gravedad, pero definitivamente ese no debía de ser su destino, pues en el momento justo en que debería de tocar el suelo, fue halada por un gran viento el cual la hizo remolinear y con cada ciclo ganaba aun mas altura venciendo de esta manera a su antigua enemiga. Luego no supe mas de ella, pues desperté y me vi en mi habitación rodeado por las paredes: las cuales contaban mi historia, la ya conocida por mi: una historia que intento escribir y que distrae mi pensamiento con su bella incógnita.
(Y en esas circunstancias de su mente Ecus tiene un divagar y clama su filosofía)
Ecus:
El barreno del infinito:
siempre e reflexionado sobre el sentido de esta vida, y cada vez caigo en la misma cuenta: que no tiene sentido alguno, pero al pensarlo mejor encuentro que es extraño que no lo tenga: pues la misma lógica me dice que su existencia es producto de este mundo físico, dictado por las leyes de lo real, aunque el principio de incertidumbre no debe ser dejado atrás, y pensar que es un leve desvarió: pues eso seria decir que el pensamiento no tiene sentido de ser y como no va a tener sentido de ser si desde luego existe, y como decir que el pensamiento no es físico si desde luego atormenta mi alma.
No me queda más que refugiarme en la idea de lo infinito y quebrarme la cabeza tratando de darle elocuencia.
Imagus: Saludos caballero ¿de donde vienes con esa hermosa armadura?
Ecus: ¿pero quien me habla, si no imagine jamás tener compañía?
Imagus: Soy Imagus el alma escarlata, el vibrar de la tonada del piano, el canto del grillo en la noche, la dama del amor puro: puro sin sexo y sin mancha, sin lujuria ni remordimiento.
Ecus: saludos pues soy ecus, aunque creo has equivocado tu camino, pues no soy el caballero al que buscas. Pues de mi armadura ya solo pedazos hay en el suelo.
Imagus: ¿De donde crees que vengo? Acaso me confundiría yo con pedazos cuando frente a mi tengo la coraza mas dura, no esta echa de metal, si no de sentimientos sublimes, y te lo digo aunque los halagos estén desde hace ya mucho tiempo fuera de mi alcance.
Ecus: ¿pero quien eres y que haces en mi habitación?
Imagus: he venido a mostrarte el infinito, el remolino de la conciencia.
(Imagus la dama de armadura escarlata, comienza a declamar)
El remolino de la conciencia:
En mis labios y entre sus sutiles comisuras, suaves y sólidos cual la melancolía, se agita la pasión de la guerra, la guerra entre la dulzura y la desorientación, y las palabras se quedan cortas al describir mi deseo, un deseo que aflora de los ramales del alma, un deseo que come solo de tu mirada y de tu dulce lengua. Mis venas conducen como locos carruajes esta melodía, que entra en la punta de tus dedos al acariciar mi cuello. Se agita la guerra, mi corazón rompe en loco galope tratando de describir esta tonta y absurda Incongruencia. Te toco más que con fluidos, con carcajadas de diabólica sonrisa. Y ya al ocaso de esta sutil fantasía me veo reflejada en tu rostro: este de humano, este de extraña criatura, de feroz león, de feliz benefactor. No necesitas de torres altas para llegar a las nubes, ni martillos para romper el jarrón de mis deseos. Pájaro que vuela, sueños se marchitan, vidrio roto, dulce alma.
Ecus: salvajes son tus palabras, embriagantes cual vino, cálidas como la sangre. ¡Pero sabes a veces me pregunto!
Imagus: ¿Qué te preguntas mi buen amigo Ecus?
Ecus: ¿si mi alma solo puede componer estas líricas?, ¡líricas llenas de sudor y sangre!, o si podré algún día escribir como sol radiante, Dibujar diamantes y rubíes en mis palabras, dejar el tema del olvido y del infinito: tener las manos limpias, y ya no más manchadas con sangre. ¿Que me contestas mi buen amiga Imagus?
Imagus: Pues come el bello fruto.
Ecus: Envenenado de placer.
Imagus: Delicioso cual labios vírgenes.
Ecus: Y prohibido al hombre común.
Imagus: Pues ahí tienes tu respuesta viajero.
Ecus: Mas te entiendo, pero te digo que arto estoy ya de el, se muy bien que lo he elegido, que ya mi alma no podría vivir sin esta loca cordura. Pero como deseo relajar mi mente y huir de ese mundo de concordancias lógicas. Vivir con amor en mis venas.
Imagus: seria negar la conciencia, seria acabar con el alma, convertirse en hombre y dejar de ser humano. ¡Piensa en los placeres sublimes! A los que solo nosotros tenemos alcance. En poder ver los actos: ya sean tuyos o ajenos, como pantomimas de locos monos. ¿Que pensaría Opak? el dios de los no mundos, si tu mente no vive para darle vida.
Ecus: te amo Imagus, te amo como compañera en el mundo de la nada.
(Ecus cierra sus ojos, hiere su mano con un cuchillo y declama)
Te amo como compañera en el mundo de la nada.
Si una sonrisa hace estallar todo mi universo, una palabra de tu boca haría estallar miles de ellos dentro de mi conciencia, La nada es mas grande que la materia, y la materia es todo para este mi cuerpo de carne, entre mis neuronas y en esos extraños fluidos corre aquello a lo que he denominado alma y que es producto de la incertidumbre: he conjurado tu nombre como acompañante en este mundo de nada: aunque físico al fin ¡pero con la idea clara de la no existencia!, ¡Como llamarte si no Imagus!, como tocarte con mis manos, si solo en pensamiento puedo contemplarte, En mi lógica eres física, pues te veo y con un beso puedo imaginar tus labios llenos de placer. Claro se que existes, yo no te he creado, mi mano piensa por si sola, y este concierto es dirigido solo por tu celosa conciencia. Te veo sentada a mi lado. ¡Acompáñame!, ¡Acompáñame!, viaja con migo a los no mundos.
(Seguido Ecus salió a caminar por las calles, y en cada rotulo y lugar veía aquellos letreros con nombres de extraños universos, decidió tomar un autobús, y sentado en el asiento frontal miraba aquellas extrañas visiones)
Ecus: que tranquila tarde, ¡pero que es esto que veo!
(Aparece frente a sus ojos un gigantesco letrero con las palabras: UNIVERSOS PARALELOS)
Ecus: ¿universos paralelos?, mi corazón se agita con una nostálgica tristeza y mis ojos ya no ven más por mí: es la fantasía que ha dominado mi conciencia, Ho es mi conciencia que ha domado este mundo de fantasía. Niegar, Minur, Gortid, Cengerf. Todos nombres de extrañas instancias, ¡de nuevos universos!, en cada persona veo luces marchitas, conectadas por túneles de espacio a su igual universal, y con sus prejuicios como trancas a su originalidad, ya no son más ellos que las copias de si mismos: Luz pálida, planta marchita, cajón de tesoros, león enjaulado.
(Llega Ecus a un lugar en el parque y comienza a ver y contemplar todo de una forma más terrenal. Y disculpas pues el narrador se ha involucrado ya en esta historia)
(En el parque: es Ecus)
Ecus: vaya que este mundo ya es solo una bola de excremento, miles muriendo de hambre y estos distraídos en sus vanos sueños.
En vanos sueños:
1, 2, 3, cuatro monedas es la paga por los sueños del hombre moderno: ¡simio!, ¡caricatura!, ¡trampa de lobos rabiosos! Y que hablar del pequeño niño, que quema su alma con néctares químicos, ¡durmiendo el hambre!, la cama arreglada, y papá acariciando su cabeza, ¡ya no más sueños de grandeza!, el fin de su breve cordura, el pensamiento envejece, ya no hay más sol, es la noche del alma, ¡es el inicio de la masturbación!
Compra, Vende, ¡ya no intercambies pues te darás cuenta!: es cierto te auto robas, el bote de perfume esta en la tienda, compra y tal vez con ello distraigas de tu mente algo de tu desvarió, de tu exagerada confianza: además ¡de que te vale pensar!: si al intentar hacerlo te desquebrajas, y quedas mas arrugado que el pegamento al final de la bolsa, ¡No cayeron monedas! ¡Ni un pedacito de pan! Como he de pedirte conciencia, ¡si no tienes herencia!
(Luego se sienta al lado de Ecus un anciano, este se veía muy formal y de rostro muy serio, sus ojos fijos en el devenir de las calles, y asiendo de cuando en cuando muecas con su boca dijo a Ecus).
El anciano: Muchacho, Oye tu muchacho.
Ecus: Si señor, ¿que desea?
El anciano: Sabes este parque ya no es lo que solía ser, ya no hay niños corriendo ni enamorados besándose, ya solo queda mercantilismo y uno que otro pajarillo valiente que se atreve a vivir en este infierno.
Ecus: Lo mismo pienso ¿Qué ha pasado con el hombre?
El anciano: ¡Ha inteligente joven! ¡Esta lucha no es de ahora!, ¡estos ya no son hombres!, ¡son reces!, y siempre han odiado y detestado a quien quiera sacarles de su vacuna existencia. Estas calles ardieron de furia, cuando confesé a los cuatro vientos ¡que su vida y sus dioses no eran más que enfermos inventos!
Ecus: Se requiere mucho valor para hacer lo que usted hizo.
El anciano: ¡Valor no muchacho!: ¡desesperación! ¡Desesperación!
(El anciano se levanto sin mediar mas palabra, y siguió su camino, a lo lejos Ecus solo veía aquella delgada silueta, de paso lento y triste: con sus manos en los bolsillos del pantalón, así como ocultando entre sus palmas la rabia de poseer el solo el conocimiento).
(Ecus queda un tanto consternado después de aquella pequeña plática, y decide seguir absorto en su profundo pensamiento. luego de un rato camina hacia otro lugar de aquel parque, y se sienta frente a un quiosco en el que venden café)
(Ecus frente al quiosco de café).
Ecus: vaya que este lugar si es un sitio poco frecuentado.
(Ecus ve muchas sillas vacías, parece ser la hora del día en que es menos frecuentado, En aquellas sillas vacías Ecus comienza a ver fantasmas, fantasmas de personas).
Ecus: Cada silla se ilumina con una luz difusa, parecen ser los fantasmas de personas, pero estos cuerpos que veo no tienen nada de terrenales. ¿Vendrán acaso de aquellos extraños universos? Y viéndolos más de cerca parecen no ser ya de esta época ¿será acaso que hay alguna vida después de la muerte? ¿O será que estos son la sombra de los habitantes de aquellos no mundos?
(Una sombra femenina se sienta en la misma banca que Ecus y le dice).
Imagus: Saludos camarada, como te va en esta tarde de inquietud.
Ecus: Saludos camarada Imagus, no pensé que pudieras estar fuera de mi habitación, ni aparecer en momentos inesperados.
Imagus: ¡Se ve que no has comprendido a totalidad mi existencia!, pues no soy esclava de tu deseo de verme, ni existo solo por tu conciencia, mucho menos podrías dominarme o hacerme aparecer a tu antojo, recuerda que soy yo, y no tu quien esta escribiendo esta tu historia.
Ecus: Claro ha quedado tu punto mi bella amiga, amiga y amante, hombre y mujer, agua y arena, luz y sombra.
Imagus: Pero dime ¿Qué haces en este lugar? ¿Y porque te sientas así a ver fijamente aquellas desoladas sillas?
Ecus: ¡No se si siento miedo!, ¡No se si siento admiración!, veo personas, personas que no existen, habitantes creo de extraños universos.
Imagus: ¿crees?, es decir entonces no estas seguro: ¡pues si! son habitantes de esos no mundos, a los que en esta mañana haz tenido acceso.
(Saca Imagus un gran libro, el cual parecía ser ya muy antiguo)
Ecus: Pero dime, ¿de que trata ese gran libro? Y más aun, en que extraña lengua ha sido escrito.
Imagus: ¡Es el tratado de los no mundos!, la mas grande historia del pensamiento humano, el único tributo que queda de esa máxima universal.
Ecus: léeme pues Imagus, absorbe mi mente y mi pensamiento.
(Comienza Imagus a leer: La primera parte del tratado de los no mundos).
El tratado de los no mundos.
Primera parte: El amanecer de la conciencia.
En el reino de Opak: antes de la idea de la vida: todo se conjuraba en voltajes muertos, pero todo fue solo 1: tan solo un voltio vivo.
En un planeta, este de muchos en el vasto universo, se desarrollaba un tipo especial de vida, una que vivía de materia, que sentía a través de fluidos, que se alimentaba de otros de su clase. Estos eran los tiempos, en que se conjuro la supervivencia, estas criaturas nacían, Vivian, y morían, ¡todo por un pedazo de carne!, ¡todo por dejar descendencia! Crearon un amor mezquino e ilusorio, el cual tenía por único motivo continuar con su vida de placer y vicio. Se negaban profusamente a aceptar que fuera de tal forma, y así este fue sublimado, y condensado en una estructura de complejos sentimientos: ¡categorizaban ya, lo que no tenía categoría!, y no fueron ya más monos, se convirtieron en hombres.
Pocos de estos seres notaron su vacía existencia: y otros como aves rapaces, comieron de sus sueños de grandeza: ¡idearon al máximo cazador!, ¡idearon al máximo hombre! Idearon lo divino, y enterraron así todo vestigio de su condición de ordinarios seres: hambrientos de carne, sexo y supervivencia.
Y así pasaron las eras, y estos conceptualizaron aun más su tonta idealización.
En algunas mentes de estos nació el despertar, el segundo nacimiento de su vida, o como ellos lo llamaron: ¡el salir de la cueva!: y llamaron así atados y ciegos a sus contemporáneos; ¡mas estos no entendieron aquel mensaje!, ¡y llamaron loco a todo aquel que se diera la licencia de pensar!
(Se detiene Imagus en su lectura, mira fijamente a ecus, lo mira a los ojos, con aquella mirada protectora y cálida, proveniente de sus profundos ojos color café: vivos cual ave, compaciosos y dulces).
Ecus: No puedo creer que exista un registro de cada chispazo humano.
Imagus: Créelo pues mi amigo y amante. Levántate y camina por esta calle, deseo mostrarte a alguien.
(Señala Imagus una calle, y Ecus va detrás de ella).
(En aquella calle Ecus ve a un indigente, y piensa: de donde vendrá este hombre).
(En pensamiento, es Ecus).
Ecus: Al ver a este tipo, Me lleno de una extraña sensación de impaciencia, el conocer su origen intriga demasiado mi alma. ¿Habrá sido un gran pensador? O mi alma es tan compaciva que quiere ver a héroes en tipos sin gracia alguna.
Imagus: Ecus te presento a mi amigo Dark, Habitante del reino de opak, no hay nadie mejor que el para explicarte el tema de los no mundos.
(Ecus saluda a aquel tipo, pero no encuentra ninguna respuesta).
Ecus: Imagus, tu amigo no me contesta.
Imagus: Acaso crees que un habitante de los no mundos tiene contacto verbal con este lugar, mira a aquella esquina, allá a un metro de distancia.
(Ve Ecus el lugar señalado, y una extraña luz parece igual a Dark, el hombre indigente, se acerca Ecus a este y ahora y solo ahora comienzan a dialogar)
Ecus: ¡Saludos compañero!
Dark: Saludos viajero, ¡yo ya te conozco! ¡Te he visto esculpido en los ojos de Imagus!
Imagus: Ya es sabido, que amo locamente a este viajero, ¡que no puedo vivir sin su melancólica conciencia!
Ecus: Me siento reconfortado con tus palabras, ¡la melancolía es la llave de mi conciencia! Sabes te escribí unas frases antes de conocerte, solo vivía pensándote, ¡y solo vivo hasta ahora que te conozco!
(Ecus dice a Imagus las palabras que lo reconfortaban en su mundo de soledad).
Los ríos de la soledad:
Rosa marchita, sueños de vidrio. La habitación esta vacía, el día rebosante de oscuridad, Te miro como prohibida a mi conciencia, ¡como negada a mi pensamiento!, ¡el pasado es la faja que ata el caudal de mis deseos!, ¡tus labios la tentación que amenaza con destrozar mi ética! ¡Y no es que tú pienses en mi existencia!, ¡Es que mi existencia se ha enviciado con tu mirada!: ¡Tu mirada de perfecta inocencia, de pura bondad! ¡Tu mirada de haber sido engañada por el destino! ¡No imaginas como es el mundo aquí afuera!, Fuera del mundo de la felicidad, dentro del mundo de la dura lógica: Compañero solo de teorías y deducciones, de duras causas y efectos, Me es imposible ver lo bueno del mundo, solo miro en los hombres escombros y sueños rotos.
Miro tus manos: ¡delicadas y dulces!, algo maltratadas por la ardua tarea del vivir, tu inocencia te caracteriza, y tu sonrisa revela perfectamente ¡esa tu alma!
Dark: Dulces tus palabras viajero, ¡Mi corazón se desquebraja al escucharte! ¡Y lagrimas marchitas recorren mis mejillas!, ¡Veo que si lo mereces! ¡Voy a contarte de los no mundos!
Haz de saber viajero, que cuando el humano perdió su conciencia, y sus sueños fueron halados por el engaño, su mente busco un caudal por el cual seguir existiendo. Este es llamado por Jung: el arquetipo, pero te diré que es solo la mitad de la historia. El alma de los hombres: No esa cosa absurda de la que te hablan, Vive solo en espacios oscuros; solo la melancolía, y la depresión pueden en este hacerla aflorar por instantes. Algunos se vuelven locos al conocerla, pero seguro todos son locos si nunca han probado de ella. Esta alma esta compuesta de sentimientos sublimes, es común a todos los hombres, ¡pero prohibida al hombre común! ¡A veces se presenta como guerrera!, ¡a veces como un anciano!, ¡como madre!, ¡como padre!: ya ves el porque el engaño de los engañados, tiende a ser confundido con lo real, ¡y la seudo alma, es tomada por la máxima exaltación!: ¡Se mueven en tontas convulsiones!, ¡y ritualizan al son de las llamas de lo ridículo!
Pues estas almas, las almas reales de los hombres, buscan volver a su cause, y son las que tu vez sentadas en aquellas sillas.
¡Y no se trata de creer!, ¡se trata de pensar!, ¡de pensar y actuar al son de lo sublime!, ¡de llorar por sentimientos puros!, de tener el corazón exaltado por una bella armonía: ¡Ese es el paraíso mi amigo! ¡Ese es el paraíso!
(Ecus reflexiona sobre aquellas palabras expresadas por Dark, y piensa que por fin comprende el porque le era tan difícil entender todo eso del alma, y principalmente porque no parecía tener sentido alguno).
Ecus: Ahora lo comprendo, el sentido de todo aquel tema era por si mismo ilógico, y por tanto inaccesible, total y absolutamente incongruente.
Imagus: Veo caballero que haz comprendido el mensaje, y no esperaba menos de tu conciencia, ¡pero ven! Celebremos con vino, brindemos con sangre.
(Se van los tres a casa de Ecus, a todo esto ya es de noche, una bella noche, en que los grillos cantan, y la iluminación flota en el ambiente. Al llegar a casa de Ecus, se sientan todos en una esquina y destapan una botella de vino, y como es costumbre, ¡es el vino mas barato de la tienda!, comienza la plática y Dark rompe el silencio)
Dark: La pérdida, es cosa común en este mundo de clara oscuridad.
Ecus: A todo esto Dark, cuéntame como terminaste siendo parte de los no mundos.
Dark: Cuéntale Imagus, Dile lo que fue conmigo.
Imagus: Mejor seria escuchar la historia de su propio autor, y así no prestarse a la omisión de detalle.
Dark: Pues hoz contare, pero prestad atención.
Historia de Dark.
Es el tiempo en que yo me conducía a mi casa, un tipo común y corriente. Luego una extraña pregunta abordo mi mente: llenando de confusión todo mi pequeño mundo, ¡Y cual es la pregunta!, pues como la diría Opak: Pues es gigante y muy corta, Demasiado suave como para que puedas escucharla, y demasiado grande como para que quepa por tus oídos. ¡Pero y cual es la pregunta! pues es: ¿Quién soy yo?, ¿Quién soy yo?, ¿Qué es eso que soy yo?, y aun con mas intriga, ¿Para que yo?, ¿Tengo sentido yo?: Pensé en dios como lo haría un ser común, pero note que dios no estaba en la pregunta, Pues esta era por si misma la ausencia total del mismo, pues si dios existe no tiene ningún sentido hacerse de estas grandes cuestiones. Termine por encaminarme a las ciencias, y con esto mi pregunta se hacia aun mas viva, Mi curiosidad creció aun mas, Hasta que al final comprendí que jamás en mi vida encontraría respuesta. Pero este no fue el final, pues ya otra cosa, que no debería de ser otra que mi verdadera alma, me llamaba a seguir cuestionándome, y la pregunta seguía vigente, tal y como el primer día. ¿Quién soy yo?, ¿Qué soy yo?, y ¿para que Yo…?
(Dark hace una pausa, y lanza un grito de placer y sufrimiento, luego de esto continua su historia).
Y al final, y al adentrarme aun más en este mundo de gran tortura e incertidumbre, logre encontrar la máxima felicidad, el paraíso del que te he hablado. Me vi de pronto y sin darme cuenta, en los no mundos, me retire del mundo de la economía y de los hombres, ya no tenia ropas que vestir, me arropaba ya solo de placeres sublimes, era esa mi pura alma, la que reconfortaba mis noches de frió y dolor, algunos lo llamaran masoquismo, y se claramente, que la mía no es un modelo de vida. Pero mi vida no es aquí, mi vida es en los no mundos, claro esta que no existo, soy un no hombre.
(Termina Dark su historia, Ecus e Imagus reflexionan sobre ella, Luego Ecus rompe el silencio).
Ecus: Tu historia me ha inspirado profundamente, Me ha hecho pensar en las palabras de un anciano que he conocido en el parque, y mi alma es solo ya gritos de furia y decepción.
(Comienza Ecus a declamar en alto grito).
Furia y decepción:
¿Cuando nació la malicia?, ¿Quién fue el artífice de esta maldita invención?, arrojaste al vació los sueños del mundo entero, y del hombre solo dejaste derruidos pedazos, los cuales cargo en mi espalda, y pesan tanto, y te odio tanto. Creaste al dios de los desamparados, así como haciendo culto a la decadencia, Lo irónico es que esta tu invención no se ocupa de ninguno de ellos, y mas aun, los droga con la promesa de un paraíso, y así estos pobres e ilusos, no perciben cuando tus manos entran es sus sueños, y robas su dinero y sus almas. ¡Para que quieres verdad!, si la mentira es ya tu medio de vida.
Te veo con gorritos ridículos en tu cabeza: Cuéntales a tus esclavos, a que sabe la vagina de las mujeres beatas, o la de la niña de la esquina.
El paraíso no esta en algún lugar cerca de los satélites, Ni el infierno en las profundidades de un volcán. ¡Ambos coexisten en la mente humana!
(Imagus ríe felizmente al escuchar las palabras de Ecus, y comienza a leer la segunda parte del tratado de los no mundos).
El tratado de los no mundos.
Segunda parte: La esclavitud.
Este ya no es mas el reino de opak, aunque la oscuridad es aun mas grande que antes de la existencia de la luz.
Aquellos hombres, los que comieron el alma de los otros, fundaron así, ya mas que una creencia, una institución en si misma: en sus ojos se podía ver el vicio, y en sus pupilas aquel pedazo de carne añorado. Quemaron y mataron a sus iguales físicos, que no siguieron las reglas de su absurdo juego. Llego por fin el día en que aquellos, los libres, los que conservaban intacta su verdadera alma, desearon libertad. Parando así la violencia física, pero aun a nuestros días siguen coartando el camino, con cada mecanismo mental que se les ocurra. De repente ya no era el miedo al azote, y fue entonces a las brazas del infierno, ya no fueron necesarios los golpes, los hombres por propia ignorancia se entregaban a su destino de esclavos: ¡Porque al portarse bien!, siendo sumiso y débil ganarían un paraíso en donde estarían eternamente de rodillas a los pies de su amo, alabándole, locos de placer. Oro por las calles, sal en la cabeza.
Aquellos los que nacieron por segunda vez vieron ya el mundo hostil a la razón: mueven sutilmente el tapete, abren cada que pueden en una mente, un portal a los universos paralelos, y traen humanos de los no mundos.
(Ya al final de la lectura, Dark se retira a su esquina de la ciudad, y deja solos a Imagus y Ecus)
Imagus: Me invade la locura viajero, deseo tomar de tu vida, beber el vino de tu cosecha, mezclar nuestras almas en un dulce néctar. Ese que deberá embriagar nuestras almas, tonificarlas con la galaxia.
Ecus: Este es ya más que un ritual, es la entrega total: sin condición, sin prejuicio, sin dudas, sin miedo. Con amor puro, con sonrisa clara, con manos limpias. Bello, bello y sublime.
(Comienzan alternadamente ambos, Imagus y ecus, a declamar: Bello, bello y sublime).
Bello, bello y sublime.
Imagus: Tocarte, es flor de mil pétalos, verte a los ojos es profundo mar de cautivación, Perderme en tus pupilas, es la conquista que he propuesto a mi conciencia, y mi alma es en la tuya, el tesoro que guardo celosamente en mi pecho.
Ecus: Más poseerte, es cosa preciada, resbalan por mis brazos, chorros de agua clara, llegan a la punta de mis dedos. Resbalan mis labios por los tuyos, mi razón se hace añicos, desaparecen las palabras, ya no soy nadie, solo vivo en este instante.
Imagus: Ardo en llamas insaciables, los ecos de tus ojos, llaman a la armonía, y mi ser toca estas tonadas, las que hacen vibrar nuestras almas al son de lo bello, bello y sublime.
Ecus: Te amo, te amo en poesía:
Guardado el corazón.
Épocas, Épocas, artista de dolor,
Ojos de ansioso pirata,
De rosas y de flor en flor,
Margaritas al ocaso, vino de pasión.
Corto el segundo, larga inspiración,
En bellas rocas, guardado el corazón,
Labios dulces, ávidos de razón,
Ya no es el cuerpo, larga relajación.
La copa llena, llena de sudor,
Ya no es el ave, es esta canción,
Cojo la llave, esa la de tu dolor,
Tomo todo, todo de tu amor.
De rosas y de flor en flor,
Amo tu mirada, añoro tu calor,
Y en tus bellas manos,
Guardado el corazón.
Imagus: Palabras de limpia inspiración, de bella sublimación, no temas a esta mi alma de pasión, melancolía, y estupor.
Ecus: Mas mi alma es tuya, y mía también la tuya. No hay más dolor.
(En ese instante, ambos se miraron, así como comprendiendo el infinito, en sus ojos se miraba, puro, puro amor).
(Y así durmieron ambos, y la mañana despertó a Ecus).
Ecus: No entiendo este mundo en el que vivo, Debo descifrar el misterio, entender el: ¿porque yo?, ¿el que soy yo?, y ¿para que yo?
(Sale Ecus a las calles nuevamente, esta vez los letreros son los habituales de siempre, ya no hay en ellos extraños universos, Comprende que estos no están fuera, si no dentro de el).
Ecus: Ahora lo veo, y estoy listo para comenzar esta gran búsqueda, la búsqueda de mi mismo.
(Vuelve, y esta vez esta sentado en un centro comercial).
Ecus: Veo a las personas danzando, como haciendo culto a un hormiguero, entran y salen de las tiendas, hablan y piensan sobre sus vidas, comen, entran, salen.
(Ve Ecus a un joven sentado en una banca, esta este con una extraña impaciencia y miedo, no logra entender el porque no puede dominar su mente).
(Habla Ecus al joven).
Ecus: Saludos, te conozco, e visto ya tu alma, tómame por amigo, no necesito presentación, soy tu hermano, lo se y eso no necesita explicación, soy tu amigo, y tu mi inspiración.
El joven: Saludos camarada, hace tiempo te esperaba: Busca al amigo, pero no lo veas, no lo toques.
Ecus: Lo se compañero, lo comprendo y me apeno.
El joven: ¿Qué es esto en lo que vivo?, lleno de dolor, mi pensamiento desgarrado, lleno de pavor.
Ecus: Es la muerte del alma, y solo se cura con amor.
El joven: Crees que loco estoy, pues eso pienso, mi mundo es perdición.
Mundo de perdición.
Miedo, miedo y dolor, por abrazar la cordura, por no entender el amor, conviérteme en pasado, En gritos de estupor, Blanca cadena, paredes de colchón. En la trampa de espinas, atrapado el corazón.
(Comienza el joven a llorar locamente, y no le importa quien lo mire, es catarsis pura, arrojo de dolor).
Mis manos se mueven locamente, ya no tengo control, Veo imágenes permanentes, se va, se va. Me hablan los postes de alumbrado, son mis amigos de dolor, Locos y promoviendo mi locura, me reconfortan, y sin darme cuenta son mi mundo de perdición.
(Ecus lo escucha con lagrimas en sus mejillas, y lo llama a la pregunta, gigante y corta, suave y grande).
(Suelta el joven la daga, ya no marchitara su vida, ni llorara a trabes de sangre).
(Se va el joven, y en su corazón lleva la flama, ¡ha recuperado su alma!).
(Ya solo Ecus camina en busca de respuestas, y mientras camina reflexiona).
(En pensamiento, es Ecus).
Ecus: En el devenir de las olas, veo esta gran incertidumbre, la locuacidad se va a una isla desierta, y las personas me saludan desde la superficie del barco.
Hundido, en el fondo, clamo por la respuesta, vivo por la respuesta.
Imagus: Saludos viajero, es que acaso no lo haz entendido, no existen mas soles, ya todo es luz.
Ecus: Pero la daga ha vuelto a mi mano.
Imagus: Es para matar al hombre, es para que sobreviva el humano. Pero ven te tengo un regalo.
(Comienza Ecus a leer, el tratado de los no mundos, Ultima parte).
El tratado de los no mundos.
Última parte: La exaltación de la conciencia.
En el edén de la conciencia, solo los sabios llegan leer la última parte del tratado de los no mundos.
Buscan en las paredes, en los mercados. Este solo se encuentra en mundos bizarros, cada mirada, cada sonrisa, ¡Todo es una ilusión!, Las únicas estrellas que existen son las que hay en tu mente, el universo y todo es solo uno.
Vueltas por el Hipercubo:
El tiempo se desparrama, la mente se condensa, y solo es uno y son miles, y es un segundo, y es todas las eras, no hay mas lunas, no hay mas soles, solo humanos que los desean, se condensa la materia, y el alma, se fue la luz, Eres uno y ninguno, Naces en la mañana y mueres al anochecer.
La respuesta a la pregunta no es ninguna, pues la pregunta misma no tiene sentido de ser, si esta claro que la pregunta no existe, Este es el porque de los no mundos, Y estos solo existen en la exaltación, Por eso, es necesario nacer de nuevo, Y esta la que es tu verdadera alma sabe que no es nada, y que tu solo eres tu mismo, encuéntrate a ti mismo y encontraras la puerta a los no mundos, El nirvana no es solo un estado, es un modo de vida, Busca la respuesta, Busca la respuesta, Haz que la pregunta exista, Viaja a el edén narcótico.
(Luego se van Ecus e Imagus Saben, que esto solo ha sido un ensayo, y que la verdadera historia de sus vidas aun comienza, Esta es en: LAS Raíces DEL EDEN NARCOTICO).