Maria Miembro
Cantidad de envíos : 9 Fecha de nacimiento : 10/04/1996 Edad : 28 Localización : Costa Rica Fecha de inscripción : 16/12/2010
| Tema: Atrapada entre dos mundos (cap 3) Jue Ene 20, 2011 11:38 pm | |
| Capítulo 3: Nada es lo que parece ser
Al final de aquella interminable cueva se encontraba un hermoso bosque, verde por doquiera que se le mirara; las árboles rebozaban de vida, las flores brillaban bajo la luz del sol en lo más alto del cielo… no se parecía en nada al lugar donde habíamos estado antes de entrar a la cueva, donde aquella bestia nos había seguido con la intención de acabar con nuestra existencia, no, este lugar era un tranquilo claro que abría paso a la espesura del bosque. Miré a mi alrededor maravillada por el hermoso lugar, pero, al depositar la mirada en James, este parecía estar meditando, su rostro era inescrutable, una mascara de frialdad que parecía casi nunca desaparecer de su rostro; miraba perdidamente hacia el bosque que se alzaba frente a nosotros, encarándolo y, poco a poco frunció el ceño.
-Vamos, tenemos que largarnos de aquí cuanto antes –dijo con voz sombría.
Lo miré confundida, pero asentí tan solo una vez. Él adelantó la caminata conmigo pisándole los talones, aun me sujetaba por la muñeca, como si fuera una niña pequeña en medio de un centro comercial atestado de gente, como si, en cuanto me soltara pudiera perderme. El silencio del bosque era inescrutable, habían zonas en las que el sol no alcanzaba a alumbrar, consumiendo en las sombras ese largo trayecto. Caminamos sin hacer pausa alguna, pero, sin previo aviso James se detuvo y se volteó para mirarme.
-Las cosas ahora se tornarán más difíciles, no te fíes del silencioso bosque, ni te confíes mucho, cuida donde pisas y mantente alejada de las criaturas que, a pesar de tener apariencia inofensiva son completamente letales, ¿de acuerdo?
Fruncí el ceño, confundida, pero asentí una sola vez sin protestar; él me miró con indecisión, ya que en mi rostro se reflejaba que no estaba completamente segura de lo que había dicho; soltó un suspiro.
-Mira, solo no te confíes, y cuida el trayecto por el que caminas –dijo con voz paciente – ahora nos tenemos que separar, tu tomarás el camino que está en frente y yo iré en dirección al este. Cuida tus espaldas y hasta de cuentas de que esto es ahora un juego para las criaturas del bosque; debes ser astuta para poder salir de aquí, nos encontraremos en los límites del bosque.
Lo miré con pánico, ¿separarnos?, ¿acaso estaba bromeando?, yo no podía estar ni diez minutos en un sitio de superficie plana sin caer o en un lugar muy grande sin perderme y, ahora, debía caminar en medio de un bosque repleto de obstáculo, criaturas y, para colmo, el bosque era infinitamente grande.
James, al ver mi expresión me sonrió, en forma de consuelo; luego me soltó la muñeca y, aun sonriéndome habló de nuevo.
-Tranquila Marie, las cosas estarán bien – comenzó a alejarse un par de pasos sin darme la espalda aun – Suerte, nos vemos en el límite
Comenzó a caminar y muy pronto lo perdí de vista entre las sombres del bosque. Me quedé ahí, helada completamente sin ser capaz de moverme por mi cuenta,- Marie, se valiente y comienza a caminar -dijo una vocecilla en mi cabeza- ¡Andando!
Asentí para mi misma, debía ser valiente y salir de ahí cuanto antes, ya que entre más tardara mas difíciles se iban a poner las cosas, ya que si obscurecía quizá acabaría desviándome del camino que me indicó James. Con pasos débiles comencé a avanzar, ahora por mi cuenta, manteniendo la vista en el camino, siendo muy precavida en donde pisaba y mirando a mi alrededor de vez en cuando haciéndole caso a las instrucciones de James. El camino cada vez se tornaba más empinado, y la penumbra poco a poco comenzó a caer ya que los inmensos árboles no permitían a la luz solar ingresar por ese trecho, dejando todo en penumbras.
Al menos agradecía no haberme encontrado con nada que pudiera aniquilarme, o al menos eso era hasta hacia unos momentos ya que, en cuanto llegué a otro claro, algo apareció entre unos grandes helechos; una silueta humana, de un hombre pero, sabía que no era James, ya que este era mucho más alto que mi ahora, compañero de huida; pero no pude verle las facciones ya que se encontraba sumido en las sombras, completamente inmóvil. Me detuve en seco en cuanto escuché una risa algo egocéntrica mientras aquel hombre se giraba para mirarme.
-Vaya, vaya, ¿pero que me he encontrado? –dijo una voz que sonaba como el terciopelo, dulce y encantadora – Una bella damisela tratando de cruzar el bosque – se volvió a escuchar otra risotada amarga.
Tragué ruidosamente, he instintivamente retrocedí tratando de encontrar otro camino pero, al hacerlo me golpeé con algo. Volví a mirar en dirección a aquella sombra pero ya no estaba, por lo que me aterré y me voltee lentamente hasta mirar a aquel hombre que estaba sumido en la penumbra y.. me quedé estupefacta.
Sus rasgos eran increíblemente perfectos, su piel era de u color níveo, aun más que el mío ,y su piel emanaba una fragancia exquisita que, a su vez traía consigo una corriente increíblemente helada que me hizo estremecer. Al retroceder me había sumado yo también en las sombras, por lo que a aquel sujeto no le resultó problema alguno dado a que no salió a la luz del sol. Su mirada era sombría y, al mirar fijamente sus ojos el pánico me abordó y retrocedí un paso antes de tropezar con una rama y caer. Lo miré petrificada, sus ojos era de un increíble rojo escarlata en los bordes y la pupila de un negro inescrutable; una sonrisa burlona apareció en medio de su perfecto y a la vez atemorizante rostro al ver el pánico abordándome y se acercó lentamente; cuando sonrió dejó entrever unos grandes y afilados colmillos, no había duda de lo que era y también del porque no salía al sol este ente sobrenatural… estaba frente a un vampiro.
No pude pronunciar palabra alguna, ya que tan pronto supe lo que esta criatura era un nudo se formó en mi garganta impidiéndome el habla; le vampiro continuó acercándose y, lentamente se comenzó a agazapar, poniéndose en posición de ataque; mi respiración se entrecortó mientras el vampiro me miraba mostrando sus colmillos.
-¡Maldición, maldición, no saldré viva de aquí! –dije para mis adentros mientras que el vampiro me miraba penetrantemente; pero, repentinamente todo su cuerpo se tensó para luego erguirse de un salto; me fulminó con la mirada y luego desapareció entre las sombras; un aullido se escuchó a lo lejos rompiendo el silencio sepulcral que reinaba en todo el bosque. Incapaz de poder ponerme en pié, me quedé ahí algo estupefacta sin saber si debía continuar o no.
Unos pasos se escucharon a mis espaldas, y luego alguien me tomó por el hombro haciéndome pegar un grito de terror, ya que pensé que el vampiro había regresado a por mí.
-Hey, lamento haberte asustado – dijo una voz algo ronca, inigualable a la de terciopelo del vampiro - ¿te encuentras bien?
Solté un suspiro de alivio, y luego me voltee para mirar a un chico, bastante joven, de unos 14 años detrás de mí; su piel no era pálida, en lo absoluto, sino de un color tostado, extrañamente exótico. Me tendió la mano y me ayudó a incorporarme, pero se cruzó de brazos al ver que no le había respondido.
-Por poco y pensé que sería alimento de vampiro –rió – Tuviste suerte de que por estos lares rondan muchos hombres lobo, y un vampiro no se atreve a estar cerca de varios… quizá de uno o dos, pero no más – me sonrió.
Así que, yo había esto en lo cierto y aquel ente era un vampiro, menos mal que por aquí rondaban esas otras criaturas, quizá por eso había escuchado el aullido a lo lejos y también quizá esa había sido la razón por la que el vampiro había huido.
Le regresé la sonrisa al chico, quién ensanchó más la suya al ver que le había regresado mi sonrisa.
-Perdona mi descordialidad, soy Aarón Súchel – se presentó - ¿Tu quien eres?
-Soy Marie Stefan – me presenté – es un placer conocerte
-El placer es mío Marie, y dime, ¿Qué haces tu por aquí?
-Debo de llegar a los límites del bosque, allí me encontraré con… un amigo – vacilé respecto a utilizar ese término, ya que literalmente no nos simpatizábamos mucho.
El chico asintió.
-Creo que deberás apurarte antes de que anochezca, sino tendrás problemas.
Aarón tenía razón, el bosque sería mas peligroso al anochecer así que le sonreí de nuevo y suspiré.
-Si, creo que tienes razón, fue un placer conocerte, adiós
-Eh?, ¿no te gustaría que te acompañe?, digo, solo si quieres claro
-Esto… por mi no hay problema.
-Está bien, entonces, andando
Comenzamos a caminar, ahora al menos no atravesaba el bosque a solas, sino que había encontrado un nuevo amigo, el cual me guiaría hasta llegar al punto donde me había dicho James. Aarón silbaba una alegre tonada conforme nos adentrábamos más y más en el bosque que volvió a obscurecerse luego de un largo trayecto.
-¿Cómo es que llegaste hasta acá?
-Esto… bueno, me asesinaron y pues, se supone que aun no estoy del todo muerta. Debo regresar al mundo de los vivos para poder ir al cielo o al infierno, depende de lo que haga ó… puedo regresar a la vida de nuevo, aunque no sé como –hice una leve mueca.
-Oh…
-¿Qué ocurre?
-Nada.. es solo que… -vaciló – creí que eras otro tipo de criatura digo, aquí vivimos muchas clases de entes y… olvídalo
-Dime, ¿si?
El me miró y negó con la cabeza; solté un suspiro, luego lo miré y le hice ojitos:
-Por favor –le supliqué, arrastrando las palabras como una niña pequeña que le suplicaba a su padre que le comprara un juguete. Aarón me miró, comenzó a reí y luego desistió.
-Está bien, está bien – rió – decía que, bueno, quizá no tengas que regresar a la vida, digo, si te quedas aquí podrías vivir tranquilamente
Lo miré con escepticismo y luego me limité a negar lentamente con la cabeza antes de hablar.
-Mira, si me quedo aquí, quizá sería una mala idea dado a que a pesar de no haber muerto del todo aun, no puedo permanecer mucho tiempo aquí ya que moriré y desapareceré, mi alma o lo que sea que tenga no irá a ningún sitio
-Entiendo, bueno, al menos te mantendré convida hasta que llegues adonde te espera tu amigo.
-Gracias, pero dime, ¿Qué criatura eres tu?
Aarón frunció el ceño y se enfurruñó en si mismo sin querer contestarme; seguimos caminando y, por mucho tiempo ninguno de los dos dijera ni una palabra, así que, ya harta del silencio tomé aire.
-Lo siento – dije con sinceridad – lamento haberte preguntado eso.
Sonrió.
-Descuida, pero aun así será mejor que no lo sepas
Asentí una sola vez mientras continuamos caminando; poco a poco fuimos dejando el bosque atrás hasta llegar a un campo descubierto, ese debían de ser los límites del bosque pero, ¿Dónde estaba James?. Lo busqué con la mirada por todos lados sin éxito alguno, suspiré y voltee a mirar a Aarón pero, este ya no estaba. Me alarmé y giré sobre mi misma para mirarle pero, no había nadie ahí.
-Tranquilízate, tranquilízate –me dije una y otra vez, pero de pronto mis esfuerzos por mantener la calma de derrumbaron al escuchar un gruñido a mis espaldas, era un gigantesco lobo que caminaba en dos patas, erguido como un hombre pero con aspecto animal, era una bestia enorme y ahora, me miraba gruñendo y enseñándome sus feroces fauces, acechándome. Volví a aterrarme y me paralicé en donde estaba, nunca había visto a un hombre lobo, y nunca había planeado hacerlo pero, aquí estaba ahora con un gigantesco hombre lobo en frente de color chocolate con su pelambre erizado a causa de la ferocidad.
La criatura avanzó trotando en sus cuatro patas, y yo por mi parte, incapaz de moverme, cerré mis ojos esperando a que llegara mi muerte de una u otra forma, pero de pronto, algo me empujó, y ambos caímos sobre la fría hierba.
-¿Estas bien? –preguntó una voz muy familiar.
Abrí mis ojos y me encontré con la mirada de James, alarmado y a la vez furioso, ya que la abominación de animal aun seguía ahí dado a que de pronto James se puso de pié y me ayudó. Me tomó de nuevo por la muñeca y me jaló para que comenzáramos a correr, huyendo del hombre lobo. Corrimos seguidos por la abominación hasta que llegamos un lugar árido, sin nada a su alrededor; el hombre lobo se detuvo en cuanto se acabó el césped y retrocedió lentamente con las orejas pegadas a su cabeza, soltando gruñidos; miré a James.
-¿Dónde estamos?
-Shh, no hagas ruido – dijo en un susurro que me costó escuchar – estamos en territorio de vampiros, más te vale mantener el silencio si no quieres que nos acaben matando
Tragué frenéticamente, la mano de James se deslizó por mi muñeca y me tomó la mano, apretándola con suavidad a modo de que permaneciera calmada; avanzamos sumamente lento, procurando no hacer ningún ruido para que ninguno de los habitantes de aquel territorio nos escucharan.
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sgrassimeli Escritor activo
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| Tema: Re: Atrapada entre dos mundos (cap 3) Vie Ene 28, 2011 1:10 pm | |
| Buena gramática, interesante contenido. Me sigue atrapando. Tal vez revisaría alguna cosita de puntuación (coma por punto y coma, algún punto aparte aparte omitido); alguna parte donde el sustantivo es singular y el adjetivo es plural, y el centrado del texto [cualquier cosita, eso enseguida se arregla pasándolo por cualquier corrector de word]); pero, en general, buena narrativa e interesante contenido y manejo de tiempos, ortografía y vocabulario. Espero seguir la historia porque está interesante. Saludos, María. Silvina. | |
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