DESPERTAR DE UN ESCRITOR

DESPERTAR DE UN ESCRITOR


Abrí los ojos y odié el entorno. No quería odiar, no deseaba la amargura del comienzo de un nuevo día y puse mi atención sólo en el gorjeo de los pájaros que en las primeras horas matutinas, destacaban como inicio del despertar de la ciudad. Mi corazón endurecido rechazaba la bondad, la belleza ofrecida por la vida con las primeras luces de la mañana.
Mi vida estaba vacía, solitaria. Abría los ojos para volver a cerrarlos y evitar, así, la oscura realidad que anhelaba sucesos inverosímiles, historias ficticias que le permitieran a mi mente soñar..., soñar para evadirse de la cruel autenticidad de las horas. Mi existencia no tenía sentido. Era una máquina. El aceite rojo de mis venas sustentaba el movimiento de ese corazón motor principal del mecanismo de mi cuerpo sólo para cumplir con las obligaciones requeridas. Higiene, alimentación, trabajo y descanso. Sin embargo, a este aparato que seguía funcionando a diario, le faltaba lo principal, la alegría de vivir y sin ella, las piezas se oxidaban irremisiblemente. El único lubricante que las mantenía en un funcionamiento precario aunque suficiente para seguir ocupando un lugar en el mundo, eran los sueños. Sin embargo, incluso esos sueños resultaban dolorosos. Se tornaban en piedras escupidas por un volcán en erupción, caldera de aquel cuerpo mío que funcionaba con un dolor descomunal. Yo no sabía vivir, no quería vivir.
Intenté plasmar en mi mente ese maravilloso lugar ocupado por los sueños. Lo proyecté. Lo expuse con claridad sobre un tapete en blanco para destacar su colorido pero sólo me encontré con una mancha negra, oscura como una noche de tormenta. En mi vida no había nada. Sólo mi cuerpo funcionaba con torpeza. Me ponía en marcha al comenzar el alba y me detenía cuando la noche le quitaba su puesto al día. Entonces, al ser consciente de esa pausa que la noche traía consigo, fue cuando me percaté de la verdad. Ese era el momento ideal, el más relajante, en el que sacaba más partido a la ya averiada maquinaria. En ese preciso instante, fue cuando lo descubrí. Aquel sentimiento no era el mismo impulso. Mi cuerpo tenía otro motor brillante, nuevo, de oro, sin deterioro ninguno, imperecedero, el que en realidad movía la máquina de mi cuerpo. Estaba en un rincón de mi cerebro, allí donde las cosas surgen de la nada. En un lugar en donde, como por obra de magia, se hace la luz, brillan los colores, luce el sol, la luna y las estrellas. Las tonalidades destacan con su brillo singular, los ríos corren hacia el mar inmenso, azul añil unido al cielo en un abrazo perenne. La naturaleza viva, exultante, muestra su verdor, la vida renace en cada momento. Las flores sorprenden con su colorido y su perfume. Y yo, que soy quien le da poder a esa mente, tenía la facultad para llenar el paisaje de formas, de encuentros y desencuentros, de historias a las que otorgaba una trama a mi gusto; podía hacer y deshacer argumentos, proyectar deseos, noticias… Aquel nuevo motor descubierto era la rica imaginación. Me quedé sorprendida ante tamaño poder. En mi mano se encontraba el dominio de la alegría o la tristeza; cada día, al despertarme, tenía la capacidad de poner en marcha un motor u otro, el oxidado, el que renquea y llena de amargura o tristeza la vida, o el de oro, ese que jamás se estropea, ese que brilla incesantemente, el que ilumina la mente con coloridos inimitables, el que le da potencia y pone en funcionamiento ese don maravilloso del cual sólo podemos presumir los humanos: LA IMAGINACIÓN.
He optado por este último. Ahora, cada día al despertarme, comienza una nueva historia que finaliza al cerrar los ojos, cuando las estrellas encienden sus brillantes focos..., entretanto… escribo cuanto imagino… y vivo, vivo diferentes vidas que nunca finalizan porque tengo habilidad para renovarlas; puedo crear aventuras, incidentes fantásticos, fábulas ilusorias que le dan empuje a mi vida. Soy un escritor.

Salvando algún que otro error que se te presentaba en oraciones muy largas, el relato está fantástico; me gusta mucho, como todos tus relatos a los que cada día vengo esperando con ansias.

Ahora...tengo dos cuestionamientos: "Sólo mi cuerpo funcionaba con torpeza." ¿Quisiste poner que sólo tu cuerpo funcionaba con torpeza y así no tu mente; o, considerando la oración anterior, que sólo quedaba tu cuerpo, QUE funcionaba con torpeza?

El segundo es que, en la primera parte del relato (cuando funcionabas con "la parte oxidada" de tu existencia), mencionabas mucho características o emulaciones de la imaginación...así, se desgasta la contrariedad que tratas de formar acerca de tus dos modos de ver la vida.

Bueno, son dos puntos diferentes de ver la vida, sí. Uno con los pies en el suelo, la dura realidad, esa a la que tienes que enfrentarte quieras o no y la imaginativa, la fantasiosa, esa con la que creas historias a tu gusto y mientras las escribe, te identificas con los personajes viviendo otras vidas, mejores o peores, no importa, pero diferentes. Unas vidas que puedes manejar a tu gusto y cambiarlas según te parezca bien. Eso es lo que he querido dar a entender en este relato o reflexión. El descubrimiento, el tomar conciencia de que, sólo con la imaginación, puedes evadirte de los problemas, escribiendo. Creo que así es la esencia del escritor.
Pero sé que es muy dificil separar la mente del cuerpo en sí, porque lo uno siempre está unido a lo otro, el cuerpo siente lo que la mente piensa. Yo he intentado poner un pequeño muro de separación entre ambos para dar a comprender mejor el momento del descubrimento de ese poder imaginativo que todos tenemos pero muy especialmente e escritor. ¿Me explico?
Gracias por leerlo y por ese "...me ha gustado mucho..." Un beso.

Xanino, a mi tambien me ha gustado muchisimo, y cierto es que podemos optar por esas dos opciones, quedarte abatido ante un mundo sin vida o DESPERTAR!
He disfrutado de tu relato, gracias por compartirlo. Cariños.

Tal vez yo no me expliqué bien. Entendí lo que quisiste decir. Pero te voy a ahcer n análisis textual.

El primer cuestionamiento se basa en lo que quisiste decir en una frase. Si yo leo todo lo anterior, voy a pensar que lo más coherente es poner ""Sólo mi cuerpo QUE funcionaba con torpeza." Si no lo haces, y estás en tu derecho, lo que se entiende es que SOLAMENTE tu cuerpo funcionaba con torpeza; bueno, esto puede ser cierto, pero entonces no tiene inclusión en el resto del párrafo ni nada que lo introduzca o conecte. ¿Me explico?

Vos tenes dos etapas en las que separas tu relato: Cuando estás muerta en visa y cuando la imaginación te "salva". Entonces ahí tenemos 2 tesis. Dividamos entonces en parte A y parte B.

En la parte A aparece este interesante fragmento: "El único lubricante que las mantenía en un funcionamiento precario aunque suficiente para seguir ocupando un lugar en el mundo, eran los sueños."

Bien, no te lo discuto. Pero...los sueños están basados en la imaginación. Entonces, ¿cuál es la diferencia de potenciales? ¿por qué estos sueños no bastaban?...¿por qué luego dices que eran dolorosos?

¿Ves? Se pierde el contraste que luego haces con la imaginación?...¿cómo se contrasta un sinónimo minusválido con su sinónimo madre (por así decirles)?

Sino...ya entramos en otro punto de ver las cosas...el pensamiento masoquista, el odio a la vida, la expresión pensada de los dolores de la sociedad. Pero, si es así, les debes dar más importancia.

Por eso digo que me parece que le faltó desarrollo al POR QUÉ del contraste entre los sueños, lo otro quedó muy claro.

Abrazos =D

Me ha encantado la manera en la que pones en palabras la esencia del poder y la fuerza de la imaginación. Recuerdo un texto similar de otro compañero que me produjo asociarlo a un tema de Joaquín Sabina en el que interpreta como cobra vida lo que puede ser dentro de la infinidad de posibilidades en una canción (y, en esa, elige ser "...el pirata con cara de malo, pata de palo y parche en el ojo") Gustazo leerte hoy.
Saludos. Silvina.

A veces, por no decir siempre, la obra y por lo tanto la vida de un escritor consiste precisamente en éso: en ser un ardúo observador para saber echarse fuera de lo que esta sociedad toda establece e impone; un escritor ha de ser alguien que en ocasiones puede y debe estar preparado y dispuesto a ser otra persona para desde esa situación ser un transmisor de emociones y sensaciones que aunque propias también son del común de una sociedad que ya parece haber perdido todas esas emociones, sensaciones e incluso deseos íntimos de reencontrarse consigo misma.

Tu artículo, Xanino, ha sido escrito a conciencia y desde la perspectiva, -creo- de una persona que siente, entiende y ama la escritura como arma de supervivencia y comunicación para con una sociedad ya paralizada haciendo de ésta un vínculo entre las personas que aún nos mantenemos "vivas" y las que ya anda muertas en un mundo absurdo y vacío.

Ser escritor es precisamente eso: ser capaz de ver lo que está a tu derredor y tener la capacidad de plasmarlo en un papel después de traspasar el filtro de la imaginación; saber y poder comunicar lo que percibes, lo que piensas y cómo lo sientes...A partir de ahí sólo queda entregar al conjunto de la sociedad, una sociedad de lectores por lo general activa y atenta siempre a escritos como el tuyo, sin pedir nada a cambio ni pretenderlo. Un intelectual, el verdadero intelectual, no pide nunca nada por sus entregas y menos aún premios ni reconocimientos puesto que si así sucediera sólo serviría para envilecer el alma de los que creen, creemos, que nuestra misión en exclusiva se debería reducir sólo a compartir el conocimiento que de otros o de la vida recogemos.

Teknarit, Hendaye.
Francia.

Muchas gracias a todos vosotros, amigos, por ese momento de dedicación a mi humilde reflexión. Escribir (y también leer) es para mí la esencia de la vida, es lo que me mantiene dispuesta a seguir adelante. Un beso a todos.

Xanino, maravilloso y reflexivo este texto DESPERTAR DE UN ESCRITOR.
Un escritor utiliza una herramienta muy poderosa, el verbo escrito que hace retornar la ilusión por la vida a muchas personas, la imaginación y un sinfín de emociones y observaciones , las letras son compañía de largas noches en vela y tardes placenteras.
Te felicito.

Sobre todo cuando ya el tiempo te sobra, ya no te exige nada. Entonces puedes usar la imaginación " a lo largo y a lo ancho", puedes emplear tu tiempo construyendo historias, lo más hermoso del mundo. Gracias por leero. Un beso.

No sabes cómo llega a veces ése despertar,pero cuando llega te envuelve la vida de letras, de palabras, de libros,de cuadernos ; de ganas y deseos de no hacer otra cosa que leer y escribir;pero...falta tiempo!
El gusanillo se ha metido en el cuerpo y se desplaza por la cabeza,por los sueños,por la imaginación etc...
La imaginación que a veces se impone a la lógica y al sentido común,imaginación que supera infinitamente todos los esfuerzos de la voluntad.
La imaginación que te lleva a dónde tu quieres ,quisieras,ó quisiste llegar en algún momento,en alguna ocasión;y la dura realidad te llevó por otros caminos...
Xanino ,eliges para escribir;un lenguaje sencillo,llano y con positividad y éso realmente hace que sea un placer leerte.

¡¡Abrazos de flores multicolores!!

¡Muchas gracias amiga, por tus palabras. Un abrazo.

Xanino, sigue deleintándonos y dejándonos el fruto de tu imaginación, pero sobre to, disfrútalo tú, llénate de el.
Me ha encantodo leer tu punto tan personal sobre la fantasía creadora. Que no falte.

Un afectuoso saludo. Elisa

Gracias Elisa por tus palabras, realmente la escritura es un verdadero disfrute para mí, casi una obsesión. Un beso.