Hay un momento en la vida de las personas en que éstas deciden por sí solas qué misión cumplen aquí; es ése momento en que uno asume con responsabilidad muchas cosas, todas ellas juntas y a la vez y es por ello que suele ser casi siempre una tremenda responsabilidad llevarla a cabo.
Hace unos años, mi buen amigo Alfonso O´Shannahan decidió darme la oportunidad de escribir como simple columnista en el períódico en el que él lo hacía, y lo hizo porque, según él, había detectado en mí algo que decía que era de los viejos de la isla y que era una forma de pensar recia y siempre abierta; este hecho me viene de herencia ya que mi bisabuelo, según mi abuelo y mi padre, decía que "la palabra de un canario valía más que la firma de un notario..."
Fue por este hecho por lo que este hombre y amigo que hace unos días nos abandonó decidió darme una oportunidad que siempre valoraré como se merece y más viniendo de él. Alfonso hace unos años decidió algo muy serio e importante en su vida: levantar una parede insaltable entre el periodismos actual y el periodismo humanista, NO SE LO PERDONARON, NUNCA.
Hace unos años y tras una visita a Cuba, a la Cuba de los canarios como él decía a pesar de sus antiguos orígenes irlandeses, ( sus antepasados llegaron a la isla en 153 ), decidió que ya no escribiría mas para la "oficialidad" y fue entonces cuando se dedicó de lleno al periodismo de guerrilla, a la literatura abierta y directa al corazón; fue cuando escribió un artículo terrible contra el colonialismo español en esta parte de África y en el que se comprometía a romper con algo con lo que él no estaba dispuesto a seguir colaborando. Se despidio de ese periodismo de prostitución con un artículo que mantengo plastificado y guardado y que ahora que ya no está leo con profunda emoción, el artículo lleva como título el mismo que este escrito que aquí dejo y expuesto arriba: TAMPOCO SE LO PERDONARON.
Una persona jamás se va, jamás abandona ni nos deja...Simplemente se adelanta en el camino para llegar al lugar donde un día nos volveremos a reencontrar todo juntos... Sabes, amigo Alfonso - porque siempre lo hablamos -, que los sermones y las ofrendas sólo sirven para saciar nuestras vergüenzas, aquéllas que ni fuimos lo suficiente valientes para decirlas en vida, es por ello que ahora que ya no estás mis palabras son simples y llanas como llana fue siempre nuestra amistad: GRACIAS POR DEJARME SER TU AMIGO Y POR LO MUCHÍSIMO QUE DE TÍ Y DE TU PERIODISMO APRENDÍ...INFINITAS GRACIAS. Descansa, amigo.
http://algolpito.wordpress.com/2009/11/11/adios-a-alfonso-oshannahan/
Teknarit, África