MUJERES MALAS.

¿Qué ocurre, qué nos ocurre a nosotros los hombres? ¿Acaso es que hemos descubierto un nuevo placer sádico propio de mentes ya perdidas en la oscuridad de los tiempos? Leí no hace muco tiempo la noticia de que las mujeres de una población santiaguina habían decidido pintar murales para denunciar públicamente, y con alto riesgo, la brutalidad de los maridos que las golpeaban.

Escuché también, hace más bien poco, unas declaraciones de mujeres nicaragüenses que denunciaban la impotencia de sentir y sufrir que nadie hacía nada por defenderlas, por protegerlas de los golpes de sus maridos u otros hombres. En Ciudad Juárez, México, otro tanto igual. Allí no sólo es que se les golpean, sino que desaparecen. Las autoridades lejos de investigar cómo, de qué manera y por qué desaparecen, lo reducen todo a dejar entrever que no es que desaparezcan: es que se van del domicilio. Eso dicen las autoridades, para justificar esas terribles ausencias. Es más: culpan a la familia de esas desapariciones haciéndoles ver y saber que si ya no están es porque en su momento recibieron malos tratos: se intenta justificar unas ausencias y que es sinónimo de violencia haciendo ver que si no están es porque se han ido y no que han desaparecido. No sólo son violentadas esas mujeres; no sólo son violadas incluso, sino que, y esto es lo peor: son insultadas allí mismo donde van a poner la denuncia; allí se les obligan a oír palabras tales como: “algo habrán hecho ustedes…” “alguna razón tendría él para…”

¿Qué ocurre? ¿de dónde nos vienen esta sinrazón?. Quizás es el estilo de vida que hemos permitido crear; estilo de vida que implica la aceptación sin más de la violencia como una fórmula de ser y estar. La violencia del hombre sobre la mujer se ha ejercido siempre, para vergüenza propia de nosotros todos en particular y el ser humano en general. Este hecho y la búsqueda de soluciones por parte de todos ha dado a la creación de congresos, reuniones, encuentros y demás actos para buscar una solución a un problema de todos, hombres y mujeres. Por esta razón se reunieron en Oporto (Portugal) las “Mujeres malas” con el fin de comenzar a crear un estado de conciencia tendente en principio a llamar la atención de un hecho que aún siendo lo grave que es, parece ser que no hay conciencia de ello.

En ese congreso se habló de la definición que desde siempre el hombre le ha dado a la mujer como instrumento al servicio de la sociedad, de una sociedad creada por el hombre sin contar en absoluto con la mujer. Como ejemplo veamos algunas de las definiciones que de la mujer se recoge en el Dictionnaire du Diable:

Compañera del hombre calificada por Aristóteles de “Macho mutilado” y por Bossuet, de “Diminutivo de Adán”.

Tertuliano, siglo III: “Mujer, tú eres la puerta del diablo. Tú has tocado el árbol de Satán y has sido la primera en violar la Ley Divina “.

Para Bernard Morla. Monje del siglo XII, esta “ leona de Satán no es sino una fiera”

Para San Pedro Damián: “La mujer es venenosa de almas. Sanguijuela insaciable y tigresa sedienta”

Odón, abate de Cluny, se pregunta: “¿cómo podemos desear abrazar a ese saco de hiel?”

Según Santo Tomás de Aquino, es: “criatura ocasional y accidental”

Según Lammnennais, “ estatua viviente de la estupidez”.

Para los teólogos, es lugar común decir: in vulva infernum cuando se refiere al sexo de la mujer, considerando vagina castradora, boca de vicios

Según Sprenger, toda la brujería proviene del apetito venéreo, insaciable en las mujeres.

Siempre he considerado que la palabra es el primer acto de rebeldía, por lo tanto y mediante ella se puede dirigir a las masas hacia un lado u otro. El hombre jamás ha sabido usar la palabra para alabar a su semejante, a su compañera la mujer; todo lo contrario: siempre la ha visto como una enemiga y de ahí los prejuicios que hemos creados de ella y que duran hasta hoy.

Tigzirin Tiknariyin, Ta-Ferka.
Canarias,Africa.
Teknarit

En primer lugar bienvenido.
Un texto muy bien llevado y que habla de un tema actual que sufren las sociedades de todo el mundo, y que no es privativo de una clase social.
La violencia domestica, es algo que se ve cada vez más, no solo contra la mujer sino contra los niños.
La sociedad esta enferma desde hace tiempo, y la unica medicina que se le puede dar para evitar tantos abusos es la educación.
Una encuesta realizada hace poco en mi país, dio como resultado que las mujeres con mayor grado de educación, son las que menos son afectadas por el abuso, ¿por que?, simple, conocen sus derechos, y tienen la información necesaria para poder defenderses.
Apuntemos a eso, y quizas las cifras bajen.
Un buen tema, muy bien tratado.

Que las hadas te acompañen

Gracias por tu comentario, uno casi necesita con urgencia aportar lo que buenamente pueda para contribuir a erradicar lo que es no sólo un mal de esta sociedad estúpidamente "enmachada y machista" sino apaciguar la vergüenza social en que estamos inmersos todos en este tema...

Un abrazo.

Tigizirin Tiknariyin, Ta-Ferka.
Islas Canarias, África.
teknarit

Con respecto a este tema dejo algunos párrafos de un texto que escribí hace pocos días:

Si vamos a la esencia del ser humano y a los deberes y derechos que existen dentro de la sociedad humana, las mujeres no somos diferentes con respecto a los hombres. La única diferencia femenina, está en algunas características físicas que tienen función de correspondencia con los hombres. Sin el hombre no hay mujer y sin la mujer no hay hombre, ni hay sociedad.
Todavía abro mucho mis ojos, cuando escucho o leo aquellos términos de que las mujeres nos las queremos dar de ejecutivas, escritoras, poetas, pintoras y otra serie de profesiones o funciones que con todo el derecho que merecemos, lo hacemos. ¿Acaso nuestro cerebro piensa en menor cantidad que el cerebro de un hombre? O es que por aquello de que nuestra fuerza física puede ser en algunos momentos inferior, entonces estamos abocadas a estar siempre ¿en segundo renglón? A veces pienso que es culpa nuestra y que muchas mujeres todavía en su cabeza piensan que la discriminación es aceptable...

Algunas frases que dejaron a este artículo:
"Existe un principio bueno que creó el orden, la luz y el hombre, y un principio malo que creó el caos, la oscuridad y la mujer" Pitágoras (Siglo VI. a. de C.)

"Las niñas empiezan a hablar y a tenerse en pie antes que los chicos porque los hierbajos siempre crecen más deprisa que los buenos cultivos" Martín Lutero "Conversaciones de sobremesa" (1533)

"Un hombre puede matar impunemente a su esposa, madre, hija, hermana, tía, sobrina o prima por parte paterna si cree que es culpable de adulterio" Ley promulgada por el Consejo Revolucionario de Irak (1990)

Pd. Bienvenido a la página, un gusto leerte.

Y bueno... así están las cosas, lamentablemente.
Sin embargo, creo firmemente que las mujeres de hoy se han liberado muchísimo
de la opresión machista.
También creo, que llegará el tiempo en que el hombre dará el lugar que se merece
a la mujer, la esposa, la madre, la hija...
Y dejará de ser un objeto sexual.
Y se le amará y respetará como lo que es: su complemento.
La energía masculina no es nada si carece de la energía femenina.

Buen tema, y bienvenido!

Interesante.


Sobre lo de la mujeres de ciudad Juarez. Es terrible. Y si me permiten una sugerencia: Hay una novela que trata no exclusivamente, pero si muy bien, el tema, hablo de 2666 novela póstuma de Roberto Bolaño. Es una gran novela. Inmensa. Es la gran novela del mal. Así la califican algunos.

Saludos cordiales a todos,

El tema más que una realidad es un hecho consumado desde siempre y permitido por todos los gobiernos e instituciones de todos los tiempos hasta el presente en el que al no cambiar nada todo ha seguido y sigue igual. Es un problema de educación enquistado en la sociedad – y más en la sociedad de la mujer – desde la misma cuna y antes si me apuran ya que éste no es un problema de éllas sino de nosotros los hombres que como “parte” de una sociedad aparte o apartada hemos creado este problema para valernos de él.

Mantengo, en el fondo, mis mas que sobradas dudas de que hoy existan formas de tratar este problema, mas bien existen maneras de no querer llevarlo a más sin que ésto signifique en absoluto la intención, al menos en cuanto a una decisión firme se refiere, de evitarlo ya que el problema en sí y desde lo más profundo e intimo no lo es de leyes sino de EDUCACION.

Las sociedades no cambian si antes no cambian las mentes de quienes la componen; pretender creer y hacer creer que una sociedad cambia porque cambien los componentes del gobierno que la dirige es un graso error ya que éste es parte intrísica de esa sociedad y como tal parte también del problema. Son los conceptos y los vicios erróneos adquiridos de nuestra memoria histórica como sociedad la que no ha cambiado y por lo tanto seguimos teniendo los mismos conceptos en cuanto al trato sobre la mujer de antaño y esto hace que todo siga igual aparentemente en el fondo. No basta con crear leyes donde las mujeres puedan denunciar los malos tratos y los abusos de nosotros los hombres, éso solo sirve como parche de un problema que no ha dejado de existir y seguirá existiendo si no ponemos sobre la mesa los argumentos válidos del porqué existe ese problema qué y quiénes lo provocamos y a partir de ahí la clave está en educar desde la niñez para evitarlo.

Tigzirin Tiknariyin, Ta-Ferka.
Canarias, África.
Teknarit

Estoy muy de acuerdo contigo sobre el tema, a mas de espinoso, es dolorosamente
una brutal realidad de todas las actuales sociedades y, en especial, de aquellas donde el nivel cultural de la poblacion es bochornosamente bajo; podemos decir que tanto en las grandes ciudades, como en las zonas rurales, este fenomeno llueve sobre mojado y las autoridades se hacen de la vista gorda ante los reclamos de las victimizadas por la brutalidad masculina.
Recordando las etapas sociales, viene a mi memoria los famosos graficos comicos de la epoca cavernaria: el troglodita con un garrote en la mano, arrastrando la mujer hacia la cueva... Esta historia se ha mantenido secularmente y, los que pudieramos hacer algo, nos hemos mantenido tibios o indiferentes. Estimo que debemos continuar hablando y educando a los pueblos, ya que las instituciones no funcionan cabalmente, para aplicar medidas drasticas en contra de la violencia y del abuso contra las mujeres, los niños, los ancianos o aquellos que son mas debiles que sus agresores.
Continuemos tratando y tratando, todos unidos de palabras y acciones.