Cristales: Un mundo de formas y colores. +++RECOMENDADO FEBRERO DE 2013+++

Últimamente me han llamado mucho la atención los cristales; no sé, me los han regalado, me los encuentro por ahí o cuando puedo y paso por alguna vitrina, es como si me dijeran “llévame contigo” y entonces los compro. Después van a parar a un baúl muy especial y con frecuencia los dejo cargando a la luz del sol y la luna; casi siempre entre mi cartera o en mi bolsillo, hay alguna de estas piedritas. Hay gente que los usa como amuletos; no hago eso, sólo pido al universo que me permita recibir su energía y así estar más “equilibrada” o dispuesta para “x” cosa. En esa medida, no es que todos los días lleve el mismo cerca, sino que depende de las circusntancias, mi estado de ánimo o a veces por simple gusto.

En cada uno se puede sentir una energía distinta y creo que si aprendemos más acerca de ellos, los podemos usar tanto para curarnos a nosotros mismos, como para sanar a otros e ir reconociendo las propiedades de cada cristal de acuerdo a los resultados que tengamos…Claro, que es bueno leer al respecto antes de comenzar a utilizarlos o bueno, muchas veces esto combinado con la intuición y nuestro guía interior, puede ser muy positivo. Les dejo aquí algo así como un resumen (que no es muy corto que digamos, más bien es casi todo el primer capítulo del libro de la referencia, pero no quería omitir detalles importantes) acerca de los cristales; qué son y qué efectos tienen sobre nosotros tanto sus colores, como sus formas. (Los cuarzos por lo general compaginan bien con terapias de sanación como reiki, de acuerdo con lo que he hecho, pero seguro contribuyen a una gran variedad de maneras de sanar el alma y el cuerpo).

¿Qué es un cristal?

La Tierra está cubierta por una gran variedad de rocas, formadas por unos dos mil compuestos posibles denominados minerales, que a su vez contienen átomos ubicados de forma ordenada, llamados minerales cristalinos. Cualquier parte de un mineral con esa misma estructura ordenada, se llama “cristal”. Los tamaños pueden variar mucho; hay unos microscópicos y otros que pueden llegar a ser gigantescos.

Los minerales nacen de distintos modos. Algunos se forman a partir de líquidos fundidos y de gases en el interior de la Tierra. Otros, por la lava volcánica que llega a la superficie. En algunos casos resultan de la precipitación de soluciones acuosas o crecen con la ayuda de otros organismos. Y también hay algunos que se forman por la recristalización de minerales ya existentes, a partir de un proceso de grandes presiones y elevadas temperaturas en las zonas más profundas de la corteza terrestre.

Casi todos los minerales necesitan milenios para formarse; también una combinación entre temperatura y presión altas y luego un proceso de enfriamiento. Al crecimiento de los cristales se lo compara con “una construcción de ladrillos magnéticos”, esto es, unos pocos átomos diminutos de cristal que se unen y al mismo tiempo atraen a otros grupos de idénticos átomos.
No todos los cristales crecen a un ritmo semejante; dependen de las condiciones mencionadas y además pueden crecer en distintas direcciones. Los cristales no tienen una misma forma; de hecho, hay varias formas estructurales básicas: Triclínica, monoclínica, rómbica, tetragonal, hexagonal, cúbica y trigonal. Todas las piedras y las rocas contienen cristales, por eso a cualquier piedra se le puede llamar cristal.

Cuando están en crecimiento los cristales pueden envolver a otros minerales que se integran naturalmente al cristal completo, cambiando su color o bien se convierten en lo que se llama “cristales atrapados”; un extraño fenómeno en el que quedan para siempre insertos dentro de un mineral de otra variedad. La dureza de un cristal se mide universalmente según una escala básica establecida en 1812 por el mineralogista alemán Friedrich Mohs y utilizada hasta la actualidad. Va del 1 (el valor más blando) al 10 (el más duro). Esta escala es muy útil cuando se trata de identificar cristales en estado puro, ya que las piedras sin pulir no siempre son fáciles de clasificar a primera vista, ni siquiera para los entendidos en la materia.

El reino de los cristales.

Los expertos en cristalografía explican la potencia de nuestra relación con la Tierra y los minerales, mediante el hecho de que todos los que poblamos el planeta estamos formados por un porcentaje mineral. Lo minerales tienen variadas formas de cristalización y –según sus componentes- una extensa gama de colores. Un tipo de clasificación discrimina siete familias, cada una con su propia estructura geométrica y molecular, aunque el diseño cósmico lo convierta en una entidad única e irrepetible.

Estas siete familias o tribus de cristales son:
1. El sistema isométrico (cúbico, como la fluorita)
2. El sistema tetragonal (de cuatro caras, por ejemplo la wulfenita)
3. El sistema hexagonal (seis caras, como la esmeralda)
4. El sistema triangular (tres caras, como el cuarzo)
5. El sistema ortorrómbico (con forma de rombo, como el topacio)
6. El sistema monoclínico (intersección de ejes, por ejemplo la azurita) y
7. El sistema triclínico (inclinado en tres planos, como la turquesa)

Otra clasificación tiene que ver con la forma y el aspecto exterior y divide a los cristales en “hembras” y “machos”. Los cristales hembras tienen dos caras anchas encontradas y cuatro angostas, terminadas en una punta ancha, como una pequeña espátula. Los cristales machos son los que tienen seis caras casi iguales y terminadas en una punta; estos nacen de las hembras y es muy común encontrar que son más pequeños. Habitualmente, al lado y continuando con las caras anchas de los cristales hembras, están los cristales machos.

Hay otra clasificación; esta vez Scott Cunningham, una autoridad en la materia, en su famosa enciclopedia “La magia de los cristales, las gemas y los metales”. Cunningham practicó la magia activamente por más de veinte años y escribió más de 50 libros de temas relacionados con las hierbas medicinales, el Wicca, las brujerías y el poder de las piedras. Pues bien, Cunningham asocia las gemas, los cristales y los metales con cada uno de los cuatro elementos y a su vez, con un tipo de energía: Proyectiva o receptiva.

La primera es una energía fuerte y vigorosa que aparta el mal, supera la inercia creando
Movimiento, también ayuda a destruir la enfermedad, fortalece la mente consciente e infunde coraje y determinación. Las piedras con energía proyectiva, por ejemplo, se utilizan en gemoterapia para estimular la energía física y atraer la suerte y el éxito. Por otro lado, la energía receptiva es un complemento de la proyectiva; es relajante, magnética, ayuda a la meditación, la espiritualidad, la sabiduría y el misticismo. Infunde paz, establece la comunicación entre la mente consciente e inconsciente y permite el desarrollo de la consciencia psíquica. Se dice que atrae el amor, el dinero y la amistad. Quedan entonces, según esta combinación de los cristales con los elementos y tipos de energía, cuatro grandes grupos: Las gemas de fuego, las gemas de agua, las gemas de aire, y las gemas de tierra.

Entre las gemas de fuego, por ejemplo, están el hematite, regido por el planeta Saturno, con energía proyectiva. Se le adjudican poderes de sanación, adivinación y asentimiento de la energía. La obsidiana, también relacionada con Saturno y la energía proyectiva, tienen poderes de adivinación, protección y otorga paz. El ojo de Tigre, regido por el Sol, ofrece protección, coraje y buena suerte.

Entre las gemas de agua, la amatista se rige por Júpiter-Neptuno, con energía receptiva y poderes relacionados con los sueños, la curación, la alegría y el amor. Y el zafiro, con las mismas relaciones, que se utiliza para estimular las cualidades del tercer ojo.
Pero más allá de las clasificaciones, los cristales se emplean como armonizadores ambientales o personales en disciplinas como gemoterapia, yoga, reiki, meditación y en radiestesia en forma de péndulos para realizar investigaciones de cualquier tipo.
Desde el punto de vista energético, cada cristal tiene un campo vibratorio que según su evolución puede alcanzar desde unos pocos centímetros hasta metros. La estructura geométrica y el color, por otro lado, definirán su acción energética sobre nosotros, actuando con su vibración sobre nuestras auras y chakras.

Un mundo de formas

Los cristales también se pueden clasificar de acuerdo con su forma, que los lleva a actuar de distintas maneras como si se tratara de distintos tipo de antenas. Esta cualidad, combinada con las diferencias de familia y color, dará como resultado una enorme gama de variaciones en el mundo de las gemas, con sus también muy variables aplicaciones en la sanación, la protección, la magia y la meditación.

Clasificados de acuerdo con su forma entonces, el primer tipo es el cristal generador que
tiene la apariencia más clásica: Seis caras unidas en un ápice, con una base más o menos plana. Algunos tienen sombras interiores, como reflejos en arco iris, y otros son totalmente transparentes. Este tipo de cristal resulta muy útil para canalizar la energía curativa y es un potente acumulador de luz, que proyecta como un rayo por su punta. Los más pequeños (de más o menos medio cm) son ideales para los que recién se inician en el contacto con la vibración de los cristales, porque se pueden llevar siempre encima, contactándose poco a poco, a medida que vaya apareciendo la posibilidad de la comunicación. Luego con un tiempo de trabajo estos cristales se pueden volver más transparentes.

El cristal biterminado tiene dos puntas y es una piedra muy especial, capaz de irradiar la energía hacia fuera y hacia adentro, lo que le otorga gran poder para la meditación y la telepatía. Es un cristal muy sanador porque por una punta atrapa las energías del cuerpo, y por la otra, las expulsa y las recicla. Entre muchas otras funciones, una de sus tareas específicas es unir dos chakras, por ejemplo, el del corazón y el entrecejo para que se armonicen y trabajen en conjunto.

Las drusas son el mejor ejemplo de la convivencia natural y armoniosa entre los habitantes del planeta. Se trata de cristales diferentes, pero que comparten la misma base. Cada uno crece al lado de su compañero, unidos por la misma raíz y compartiendo la potencia de la energía protectora. Las drusas más conocidas son las de la familia del cuarzo, como el cuarzo transparente, el cuarzo citrino, el ahumado o la amatista. Son piedras ideales para limpiar la atmósfera de un lugar, tanto en la casa como en el espacio de trabajo.

Los cristales tabulares son cuarzos que tienen dos caras muy anchas, lo que les da un aspecto más plano. También pueden tener dos puntas (biterminados), y en ese caso tenemos un cristal de muy alta vibración, que puede crear una comunicación perfecta entre dos puntos, igualando sus energías (resulta muy eficaz por ejemplo, para contribuir al equilibrio de dos chakras o dos personas). Los tabulares sirven en general para ayudar al ser humano en momentos de angustia, porque equilibra sus fuerzas y lo vuelve a conectar con su propio ser.

Las bolas de cristal han pasado a la historia por sus cualidades adivinatorias, a través de esa imagen tan famosa de la vidente consultando su bola de cristal. Pues bien, las bolas de cristal abren la mente al inconsciente, a lo oculto, a lo que vendrá. También, por extensión, permiten ver el aura de las personas, por lo cual resultan muy efectivas para trabajar de a dos (si una de las personas sabe interpretar lo que ve en el aura de la otra, podrá ayudarla muchísimo en su camino). Las mejores son las bolas de cuarzo transparentes.

Los cristales archivadores son los más misteriosos: en una de sus seis, expuestos a la luz, se ve un pequeño triángulo perfecto que apunta al vórtice y que es la marca milenaria de estos cristales. Los devotos consideran que los archivadores llevan en su interior la sabiduría acumulada de miles de años, porque fueron programados por mentes sabias de otras civilizaciones. Se aconseja usarlos sólo con una buena preparación y muchísima responsabilidad, y no dejar jamás que nadie extraño los toque.

Los cristales arco iris tienen un sello inconfundible: Al moverlos a la luz se pueden ver reflejos, aguas y nubes de colores que bailan dentro del cristal. Son ideales para la sanación de las almas decaídas o deprimidas, a las que rodean con su color y alegría y devuelven el optimismo y las ganas de vivir. También para meditar con ellos, colocándolos a la altura de los ojos, contemplando el arco iris interior y dejando que la meditación nos guíe hacia la Gran Luz.

Los cristales Isis se caracterizan por mostrar una cara con una forma geométrica perfecta, es decir, con una disposición exacta entre las dos líneas de base y los ángulos. La significación tiene que ver con la conjunción entre las dos polaridades y una misma realidad, y es el cristal el que tiene la función de armonizar estas dos facetas de la vida del ser humano y el mundo. De hecho Isis- En el Egipto Antiguo, era la madre, la concepción, el poder creador femenino.

Por último están las pirámides; éstas piedras unifican las energías propias del cristal, con lo cual resultan especialmente efectivas para la sanación, colocándolas sobre los chakras, para armonizar una habitación o para influir benéficamente sobre una persona, un objeto, una situación.

Las propiedades de los colores.

Según Sally Morningstar y Andy Baggott en “La sabiduría de los cristales”, cada cristal
tiene sus particulares propiedades curativas, debidas a su estructura química y a su vibración, pero también hay propiedades compartidas por todos los cristales de un color en concreto.

El rojo- ágata, granate, rubí- es el color de la energía dinámica y expresiva, conectado con la intensidad de la pasión y la furia, estimulante, excitante y un intensificador de los sentimientos. Por eso, un buen uso terapéutico también debe tener cuidado de nunca orientarlo a expandir la expresividad o a alimentar la agresión. Como el fuego, es útil para tratar cualquier enfermedad en la que haya frialdad o falta de movimiento; como artritis, reumatismo, ciática o cualquier contractura de músculos y tendones. También acentúa la producción de glóbulos rojos, estimula el sistema nervioso autónomo y regulariza los ciclos femeninos. Relacionado con la energía sexual y reproductora, ayuda a resolver problemas de impotencia, frigidez y esterilidad.

El naranja- ámbar, cuarzo ahumado, topacio- es también un color estimulante y activo, que contiene una mezcla de energía reproductora e intelectual. Es muy bueno para aliviar el desánimo, las alergias de tipo emocional, la represión y la timidez. Ayuda a la digestión y a aumentar los niveles de oxígeno en el cuerpo, alivia los dolores menstruales y estimula la tiroides.

El amarillo-citrina, topacio, Jacinto- es el color del intelecto y la inteligencia y funciona directamente en el equilibrio de la mente. Por eso es muy útil en el tratamiento de las enfermedades mentales, para reforzar la confianza en uno mismo, combatir la depresión, los bajos estados de ánimo y para fortalecer el yo superior. También mejora el sistema linfático y energiza el hígado, la vesícula biliar, los ojos y los oídos.

El verde- esmeralda, jade, turmalina- es el color de la intuición y la sabiduría, punto de equilibrio entre los colores cálidos (rojo, naranja y amarillo) y los fríos (añil, azul y violeta). Es el símbolo de la naturaleza y la armonía, se relaciona con el corazón y ayuda a recobrar el equilibrio en la mente y en el cuerpo. También estimula la glándula pituitaria, potencia la regeneración celular y es muy útil para curar llagas, cortes, cicatrices e infecciones. Las piedras verdes y rosas se suelen utilizar juntas, porque hacen un buen equipo a la hora de trabajar en gemoterapia.

El azul- zafiro, aguamarina, ágata azul- es un color frío, refrescante y tranquilizador, produce una energía superficial y alivia la sobreexcitación. Las personas con un color azul claro en sus auras emocionales son creativas, y orientadas espiritualmente, son amigos leales y sinceros que expresan una gran pasión en sus relaciones. El azul es un antídoto contra el exceso de rojo, naranja o amarillo en los chakras inferiores. Ayuda a dormir, alivia la depresión y combate la fiebre, las infecciones, la irritación y las quemaduras. También se lo asocia con la garganta en relación con el habla y el canto.

El añil- lapislázuli, azurita, zafiro- también es un color tranquilizante y pacificador, que además estimula el área derecha del cerebro, es decir, el lado creativo e intuitivo. Por eso es muy útil para tratar las neurosis o cualquier tipo de alteración emocional o mental (molestias nerviosas). Es un color que actúa como sedante o ayuda a reducir las hinchazones, el dolor y las hemorragias internas o externas. También estimula el tercer ojo y, por lo tanto, sirve al desarrollo de lo parasicológico y al refuerzo de los poderes de la intuición.

El violeta o púrpura-amatista, fluorita- es un color de protección y regeneración, con un poder de renovación constante que transforma los estados inferiores, tanto físicos, como emocionales y espirituales, en estados superiores. Es el color de la creatividad, la espiritualidad y la inspiración; promueve la curación a través de la música, el movimiento y el sonido. En el plano físico resulta muy eficaz para tratar los resfriados, ayuda a dormir y es muy efectivo para acompañar dietas de adelgazar.

El negro- turmalina negra, ónix, obsidiana- es el color de la limpieza, la purificación y la protección contra las energías negativas. Tiene un amplio poder para operar sobre la angustia, los miedos, la incertidumbre, las dificultades de realización, los bloqueos, la envidia, los celos y los resentimientos. Ayuda a limpiar los ambientes y a combatir los terrores, las pesadillas y las visiones. En el área física mejora los trastornos del hígado y contribuye a solucionar problemas de reproducción.
Cada cristal posee todas las propiedades terapéuticas que corresponden a su color. Pero, como también son tallados y pulidos, se potencian sus radiaciones de un color específico: así se intensifican sus efectos terapéuticos.

Referencias:- De Lellis, Bárbara. (2008) “La magia de las piedras y los cristales: Cómo absorber la energía de la Tierra y recuperar la armonía natural.” Editorial Planeta: Bogotá.

Y si algunos están interesados en la gemoterapia, aquí les dejo un sitio que encontré donde pueden buscar en el directorio, las propiedades de los cristales, ya de una forma más específica: http://www.desuranorte.netfirms.com/gemoterapia.htm.