Vicencio Foximilino Capítulo V c (Novela)

Vicencio - Nos van a salir bien las cosas así.

Fidelius - Yo pienso que sí, y le doy las gracias.

Vicencio - Bueno, igualmente y que pases buena noche.

Fidelius - ...Por su deferencia y por buscar una fórmula que sea honorable y aceptable.

Vicencio - Sí, yo creo que lo es y te lo agradezco.

Fidelius - Muy bien, muy bien, le deseo mucho éxito.

Vicencio - Buenas noches.

Fidelius - Buenas noches.

Vicencio Foximiliano cuelga el teléfono, después de una sonora carcajada, dice:

Vicencio - Ese Viejo tonto, ja, ja, ja. Lo he dejado convencido de que se presente el jueves temprano, escuche el discurso de Kafé-Anaan, el de algunos otros reyes y que se regrese a su reino, ja, ja, ja, ja.

Castañetea – con ánimo de quedar bien - Je, je, je. Su Majestad, es usted un dechado de virtud, tiene una mano izquierda fenomenal, el viejo Fidelius se ha de sentir honrado con la invitación de sentarse junto a usted.

Vicencio - Si. El viejo tonto no tiene un pelo de político. ¿Qué les pareció eso de “Ya, ya Fidelius, te sientas junto a mí, comes y te vas”? Ja, ja, ja, ja.

Santiaguiño Creelo Charro ríe a mandíbula batiente y entre risas y carcajadas, con la cara roja cual tomate, dice:

Santiaguiño - Su majestad, gran Vicencio, ya veo llegar el miércoles en la noche al viejo Fidelius, dormir como un lirón y levantarse temprano para participar en la conferencia, creyendo que es por su seguridad. ¡Ja, ja, ja! Si supiera que es lo que queremos, que se regrese a su isla antes de que llegue el gran Bushcapleitos.

Vicencio - Se tragó toda la Mentira de que lo hago por su seguridad, y ni se ha dado por enterado de que es precisamente Bushcapleitos el que no quiere que esté presente.

Vicencio Foximiliano, Santiaguiño Creelo Charro y Jorgito Castañetea, ríen y se siguen burlando del rey Fidelius Castrador. Así pasan varias horas expresándose mal del Rey de Fidelolandia y adjudicándole calificativos y epítetos, que por educación no repetiré en estas líneas.

Mientras tanto, en el reino de Fidelolandia, el Viejo Fidelius Castrador, que es el más viejo de los reyes del mundo, revisa la grabación, que su secretario de relaciones exteriores hizo de la conversación que acababa de sostener con Vicencio.

Cada vez más molesto, escuchaba lo grabado. Después de escuchar detenidamente toda la grabación, y de haber tomado algunas notas, le dice a su secretario de relaciones exteriores Felipillo Esenroque:

Fidelius - Mi buen amigo Felipillo, ese pobre estúpido de Vicencio cree que soy un viejo tonto, me ha tratado sin respeto, me ha tuteado y ha intentado hacerme aparecer ante el mundo como un pendejo.

Felipillo - Don Fidelius, dice Felipillo, es intolerable que ese bastardo de Vicencio quiera hacer que Usted no se presente a la cumbre de la ORU, ¿No se ha enterado que es el más antiguo rey en el mundo?, ¿No se ha enterado de que es Usted el único que se ha enfrentado al poderoso reino de la Mentira y no han podido hacerle nada?

Fidelius - No te exaltes, Felipillo. Ese tal Vicencio es un pobre estúpido. Verás qué tan estúpido es: mañana declararé a la prensa que fuerzas extrañas querían evitar que Yo asistiera a la conferencia internacional de ORU, y sin decir quien, declararé que se me solicitó no asistir.

Felipillo – Pero eso no aclara quién es el autor de la ofensa que ha recibido.

Fidelius - Ya verás que en el reino de la Desilusión negarán el hecho de haber sostenido esta conversación, también negarán que es precisamente el Loco del rey Bushcapleitos el que los ha obligado a llamarme. Verás que el bocón de Vicencio, que nunca puede quedarse callado, pondrá su cara de estúpido y dirá que soy bienvenido a su reino, que él no fue el que solicitó que no me presentara.

Felipillo - Que se atreva a negarlo, en ese momento yo personalmente lo llamaré “poco hombre y mentiroso” ante la prensa internacional.

Fidelius - No sufras ni te acongojes Felipillo, ya tendremos tiempo de dar a conocer esta grabación. Primero nos tenemos que asegurar de que insista en que no nos hemos comunicado y diga alguna mentira para justificar el hecho de que yo salga de su reino antes de que llegue el asesino Bushcapleitos.

Felipillo - ¿Cree que lo haga?

Fidelius - ¡Claro!, ¿Qué, el estúpido eres tu?, ¿No te has dado cuenta de que no tiene memoria?, ¿Que no pone atención a lo que dice?, ¿Que no puede quedarse callado?, ¿Que piensa con las nalgas y actúa con las vísceras? Ya ves que hoy dice y mañana se contradic; eso sin tomar en cuenta la bola de estúpidos que lo rodean.

Felipillo - Tiene Usted razón, él solo se pondrá la soga al cuello.

Fidelius - Y nosotros tendremos preparado el árbol que la sostendrá. Se ahorcará solito, ja, ja, ja.

Y así sucedió: Vicencio declaró no saber quién era el autor de tal afrenta y comenzó a negar que se hubiera comunicado con el Caudillo de Fidelolandia. También se dedicó a justificar la salida de Fidelius Castrador de la reunión cumbre de la ORU, mientras sus colaboradores hacían declaraciones distintas y contradictorias sobre el mismo tema, sin ponerse de acuerdo, y muchas veces, dando la impresión de estar atacándose unos a otros.

A los pocos días, Fidelius, en conferencia de prensa internacional dio a conocer la grabación y dijo al mundo entero que Vicencio Foximiliano carecía de tacto diplomático y que tenía mala educación al tratar con otros reyes.

El secretario general de la Organización de Reinos Unidos (la ORU) Kafé-Anaan, declaró nunca haberse enterado de lo que Fidelius le había mandado decir por medio de Vicencio y mucho menos estar enterado de que se le había pedido al Caudillo de Fidelolandia que se fuera antes de la llegada de Georgino Bushcapleitos.

El Secretario General de la Organización de Reinos Unidos (la ORU), Kafé-Anaan, declaró que Bushcapleitos fue invitado como cualquier rey y que Fidelius Castrador había sido invitado por la ORU de manera muy especial, ya que lo consideraban una pieza fundamental para poder llegar a los acuerdos políticos y económicos que se requerían.

Así fue como el gran VIcencio demostró que Fidelius Castrador no era una persona de fiar, que traicionaba a sus amigos y faltaba a su palabra de caballero