Primera dosis de sinovac

Francamente eso de andar con crocks, calcetines, con pelo suelto, una bata de dormir y la escoba frente a la casa, si que me erizo los cabellos, es mas creo, porque esa fue la imagen que percibía de mi, la que me aterró, incluso la sombra que proyectaba mientras daba zarpazos con la escoba quitando la tierra de enfrente, creo que me había teñido el pelo con un color cobrizo bruja frenética e histérica, o rubio putiplatinado multiflor, algo así, suspire profundamente el olor de las siete, parecía ser las siete, mientras me perdía en esa variedad de espectáculo que daba bailoteando de tramo en tramo, a mis pies cayo una maleta celeste, celeste pálido, de marca buitonini o china, no sé, y he ahí tu tan sonriente, cachetón y con pelo, y me dije ¿y el pelo escaso?, me asustaste mucho, desde hace tantos años que no veía tu cara sonriente y brillante por el sol, en decir no recuerdo haberte visto la cara así, así de tan cerca a la felicidad de verme y más en las fachas horrorosas en las que me encontraba.
Por esa casualidad de que pegaste el brinco, por fin y al fin dejaste la zona de confort, Wow! debo esta soñando (...), me dije bien adentro, mientras me recuperaba de la impresión esa de mi pelo nuevo coloreado, porque vamos, ya te había estado esperando, algún rato y llegabas, ya sé a estas edades da igual si vienes o vas, total, no es que sea la maravilla eso de andar juntos por la vida, pero algo bueno debes tener que mi corazón estaba... feliz puede ser, si feliz.
Muy fuerte como en las fotos de antaño me tomas de mi brazo flaco, y dices nos vamos, -como para donde me quieres llevar, ni me he bañado, ni me he puesto zapatos decentes, ni siquiera me he quitado este traje de bruja surrealista, especialmente las mechas esas. Y riendo dices que no importa que nos vamos.
Supongo que podía llevar la escoba, total me combinaba perfectamente con mi look muy mañanero telenovelero, pero mejor y me cambio.
Aparecimos en un departamento cerca de la providencia, mi escuelita de monjas pellizcadoras y lanza borradores de tiza, en pleno desfile de las flores y las frutas entre mares de gente, odio los tumultos, y tú tan tranquilo agarrado a un vaso de no sé que agua colorida, mientras mirábamos tan románticos por la ventana a los aplastados de las aventuranzas de las fiestas.
Desperté,  si desperté entonces con una migraña terrible, unas ganas de paracetamol y sobre todo hasta me santigüé de no tener los pelos pintados, ni los crocks con medias , ni maleta buitonini, ni a ti sonriendo como el próximo presidente de las republicas independientes de la zona ártica de mi corazón, la verdad si fue una pesadilla, una muy grata pesadilla verte otra vez, pero pesadilla al fin y al cabo.

Jaja bueno por ahí no es bulling lo del pelo escaso para la comunidad, jeje muchas gracias por el tiempo de lectura y este buen comentario. Un abrazo