Otro cuento para niños; Ana.

Ana era ingenua como una niña.
-¿Y que otra cosa has pensado que soy?
-Cualquier cosa menos eso.
No puedo describir con palabras el rostro de aquella extraña de la cual apenas conocía su nombre, su existencia solo reside en mis recuerdos que cada día son menos, y abruma con su inocencia todos los rincones donde habito.
Era el verano de 1995.
Mi mundo era muy distinto en aquellos años, este se reducía a unos escasos dos kilómetros de distancia, en los cuales residían dos sujetos a los que llamaba padres, un perro al que llamaba Charly y una chica a la que amaba en silencio.
Ella solía sentarse a mi lado en la escuela, era algo tosca, le faltaban un par de incisivos y usaba un parche de pirata debido a que perdió un ojo mientras jugaba a las canicas, jajaja.
-¡Porque no tomas nada con seriedad!
-Porque teníamos solo 10 años en esa "historia".
Era increíble, no recuerdo un solo defecto en esa persona, me ayudaba en las tareas y hasta me iba a buscar a mi casa. Sus zapatos eran graciosos, eran un par de pepitos que me recordaban a Mafalda, y por supuesto el "cinto" blanco que solía recoger su cabello. Su iris lucia descolorido, nunca pude descifrar el color de aquellas órbitas misteriosas que brillaban como los destellos de esas nubes gaseosas que llamamos: estrellas....
Ana era pálida como esos cristales de hielo que se acumulan en invierno, y ágil como las tortolitas planeando sobre el cielo.
Siempre estaba corriendo, aunque solíamos caminar de regreso a casa; para engañar el tiempo supongo.
-. Continuara.

Recuerdos de color y nostalgia.
Nilda

Un texto bastante enigmático. Lo releí y me produjo cierta desubicación en el perfil de Ana. Esperemos la continuación.

Me atrapaste...quedo ansioso esperando la continuación...