La Foto

La Foto

Estaba allí, en un cajón de la vieja cómoda del dormitorio, estaba allí, debajo de papeles inútiles y amarillentos por el paso del tiempo, estaba esperando como tantas otras cosas que la descubriese y transportarme al pasado, a mi niñez, allí en San Luis.
Me veía pequeño, de unos cuatro años, así que… aquella fotografía debía tener por lo menos unos 63.

En la foto estaba mi Padre, mi abuelo paterno y mi abuela, mi hermana Silvia, yo y mi madre en las sierras puntanas.

Contemplando las imágenes de pronto me dije en un susurro… ¡Carajo! soy el único aun vivo del grupo, todos los demás se quedaron aquí… congelados en esta imagen, en la imagen de un mundo que no existe porque se fue con el tiempo, vaya a saber uno donde.

Cerré los ojos un momento y retrocedí 63 años, volví a sentir olores, sonidos, el silencio de la siesta, el calor abrazador del verano, las mañanas heladas del invierno, el dolor de los sabañones en los dedos de pies, manos y orejas.

La niñez es distinta a las demás etapas – me dije - porque… en la niñez no existe el pasado ni el futuro, todo ocurre en el momento en que se vive.
El presente es lo más importante, duermes si tienes sueño sin la preocupación del tener que hacer algo luego, comes si tienes hambre, juegas y te aburres en el momento haciendo que tu vida sea real a cada instante.
No hay ansiedad, ni sueños, preocupaciones ni obligaciones, porque no hay futuro… sólo presente.
El futuro es para los grandes, los mismos grandes  que descubrirán luego que el futuro es ese niño que está en la foto y… que ya es pasado.

Me fascinan tus prosas. Me he convertido en tu asidua lectora, aunque dure tiempo sin entrar a este blog, pero cuando regreso, te busco, tal vez por esa afinidad que encuentro en tus escritos en que la imaginación vuela en los tiempos pero con una singular descripción poética reflexiva. Un abrazo en la distancia.

Gracias Trina un honor tenerte como asidua lectora. Abrazo grande

Para alguien quien, como yo, considera que el tiempo no existe y es mera ilusión de un cerebro empeñado en organizar información, encontrar escritos reflexivos como el tuyo me entusiasman de manera muy particular. Que bueno volver a ser ese niño que se queda en el presente, sin lugar a dudas es la mejor forma de vivir, con intensidad, sin temor y sin guardarse la emoción para otro día. Recibe de mi parte un saludo cordial y hasta la próxima.

Cuánta inspiración puede vivir en una foto. Comparto las emociones que describes porque los recuerdos nos alimentan el alma.
Nilda Sena

Disfrutado tambien! Recien he leido "No te vayas" y veo un hilo conductor entre ese y este trabajo y es la negacion del paso del tiempo por parte del autor. Concuerdo con Castillo en que el tiempo es una mera ilusion y no existe pero para nosotros los escritores, el tiempo como concepto abstracto, es una fuente inagotable de inspiracion.

Abrazo fraterno para vos compadre.

Saludos Castillo, un placer recibir tus conjeturas respecto a mis escritos. Abrazo

Gracias Nilda. Abrazo grande

Así es Roberto el tiempo es una fuente inagotable de inspiración. Abrazo amigo.

Muy, pero muy bien escrito Ricardo. Comparto plenamente esta profunda reflexión que trajo la contemplación de esa foto y te digo que la he disfrutado mucho. Un gran trabajo.
Un fuerte abrazo,
José

Gracias José. Abrazo amigo

Parece que el tiempo se ha puesto de moda entre los que aquí participamos, este es el cuarto relato que toca el tema. Como sea, fue una lectura agradable, Ricardo. En hora buena.