Hasta el último aliento

Sentada frente al mar infinito, siento el frío del amanecer tocando mi alma; tocando cada parte de mí, mostrándome las culpas, haciendo que el dolor sea punzante y duradero...aún más que antes
El oleaje del mar parece furioso, como si tratara de gruñir desesperadamente y entregarme el duro susurrar de su ira contra mí; le miro estática, con mis brazos cruzados en el pecho, no sé si tratando de soportar el frío, o tal vez para no demostrar que mi cuerpo temblaba y se convulsionaba en su interior; una lucha que supe... jamás terminaría. Juegos nocturnos, danzas con el viento, besos furiosos y su mirada vacía., parecían penetrar mi mente, como filosas dagas que cortaban mi cordura como si fuera papel, sangrante y herida por la obscuridad hacía que mis lágrimas afloraran como jamás lo habían hecho, adoloridas por la vida, la pérdida y la soledad.
Entre tanto y tanto, trataba de mirar mis pasos que se perdían en la arena, mojados por mis lágrimas y el mar. Enredados en mi largo vestido negro que contrastaba con mi palidez y con mis labios violáceos. Perdía la razón, la encontraba un poco más a la distancia y la volvía a perder a medida que sentía las caricias del viento, violentas y suaves como en mi pasado; que parecía tratar de recuperarme de la inconciencia, para luego sumergirme en el más profundo abismo.
Quisiera despertar de mi sueño letárgico de realidad, sólo para morir y decir algo con cordura por última vez. Atrás quedo todo lo que era, todo lo que alguna vez desee con todo mi interior, ahora existen fragmentos de lo que creía ser mi felicidad, la bruma matinal me embarga, me toma en sus brazos y me lleva a lugares insospechados, mirando como todo lo distorsionaba, como todo se sumía en su más profunda voluntad; sublime e indolente, sentía el escalofrío de su deseo y quería que le complaciera.
Campanas sonando, gritos desgarradores, cruces, fuego, lágrimas, marchas; todo sucedía en mi cabeza como si estuviera sucediendo otra vez, como si otra vez lo estuviera viviendo, mientras escucho las voces llamar su nombre, con el dolor más eterno jamás escuchado, mientras las palabras le recuerdan y le alzan y descienden en la entonación de sus cantos, para terminar de golpe y devolver un poco la serenidad.
La bruma empapa todo lo que toca y deja pequeños charcos a su paso de humedad, he decido contemplarme en uno de ellos, para tratar de encontrarme una vez más, pero no estoy, no soy la misma; pareciera que fuese una mujer longeva, de piel maltratada, es como si los años llegaran de golpe sin tenerlos, ya no soy la misma, estoy reseca, marchita por el tiempo y el dolor. Solía pensar que era bella, que mi piel jamás envejecería y que mis ojos jamás se tornarían obscuros, pero aquí estoy convertida en una anciana ni siquiera alcanzando los treinta años y es como si hubiese vivido casi el doble.
Las aves me acompañan, es como si comprendieran todo lo que me pasa y entonan un trinar que me consuela en parte y me entristece. Estoy al borde de la locura y no quiero darme cuenta, porque prefiero perderme en la profundidad de la inconciencia a pensar que le he perdido para siempre y tal vez más que para siempre. Idas y vueltas en un vaivén de sentimientos, en el devenir de la vida puedo verle, contemplar su rostro por vez primera desde que me dejo, pero se desvanece y vuelvo a ser consiente, ni siquiera entiendo lo que me pasa, es como si todo hiciera perderme en la locura, pero no es así, es solamente su ausencia.
Despierta, esta es tu vida, esto es lo que te toco vivir, me digo a mi misma, pero quiero dormirme pensando en que aún le tengo, que siempre estará conmigo y jamás hará nada que pueda dañarme. intento gritar y entregar mis pecados al viento para que los lleve lejos de mí y los disuelva en pequeñas tormentas en el mar, pero mi voz esta atorada en un sollozo mortal en mi me garganta y no puedo dejarla irse. Extiendo mis brazos al cielo en busca de consuelo, y la brisa viene a mí y me envuelve, hace que mis vestidos dancen en su triste balada y mi rostro se empape con mi propio interior, la mar trata de alcanzarme y la tierra se resiste a dejarme ir, pero tengo que partir, tengo que irme y buscar lo que realmente debo hacer.
El amor ya no está aquí, porque ya no tengo corazón, tú te lo llevaste y me dejaste vacía, te llevaste mi cordura y me dejaste sola, sin una luz que me guíe. En un mundo de obscuridad, sólo tu imagen puede hacer que encuentre la salida a este laberinto, que sólo tu voz pueda llamarme desde el umbral de la razón. Me siento culpable de dejar que sólo tu manejes mi destino, pero es inevitable sentir que no respiro si no estás, que no hay nada que pueda hacer para dejar de quererte así, eres tú y sólo tú quien me domina y no puede ser de otra forma, porque eres lo más importante para mí y no puedo ser feliz si no estás conmigo; sé que estoy loca, que esto podría ser una obsesión, pero no me arrepiento, estoy segura que este es el camino que debo seguir...
El cielo amenaza con romperse en llanto, se vuelve obscuro como la noche; El mar se vuelve cada vez más furioso al mirar como Evangeline se perdía en la arena y no en sus aguas. Después de horas de ir y venir, al parecer sintió el llamado de la tierra y comenzó a caminar al interior del bosque, los ruidos y su espesor parecían no asustarle, era cono si ella caminara por inercia o dominada por la voluntad en su interior. Paso a paso iba dejando sus huellas plasmados en el prado petrificado, sus dolor caía por sus ojos como pequeños cristales, brillantes y gélidos. Iba caminando muy lento, sus cabellos negros flotaban al viento y su vestido casi se extendía por el camino, todo parecía tener vida, menos ella; su rostro estaba inmóvil, sin expresión alguna, sólo sus ojos contaban la historia de su tristeza, mas su cuerpo parecía haberse entregado ya a la complejidad de la nada,
El ruido de una cascada se escuchaba a lo lejos, parecía que se escuchaba cada vez más cerca y Evangeline se apresuraba a medida que el ruido se hacía más intenso; al llegar ahí, contempló los juncos que ahí crecían, las flores silvestres que le adornaban y las enredaderas que mostraban un lugar jamás antes visitado.
Mis ojos no paraban de mirar tal hermosura en el mundo, pero aún así me sentía vacía e incompleta; sentía el calor de la tierra, su firmeza, su triste soledad al igual que la mía, aquel paraíso debía ser mío, debía ser allí el lugar de la tormenta de mi alma; de mi cuerpo, de mi corazón, donde por fin descansarán en su santuario. He mirado al cielo por última vez, mientras un ligera gota cae por mi nariz desde el cielo, lo interprete como una señal, he dispuesto que mi llanto se funda en la belleza de sus aguas y me permita vivir admirando el cielo eternamente.
Evangeline se acercó a la pequeña laguna que formaba la cascada; sus ojos se empañaron en una suerte de alegría y tristeza, observo nuevamente al cielo y su alrededor, escucho por última vez el canto de las aves y comenzó a lloviznar, suave e imperceptible mas no para ella, que la sintió como nunca antes. Camino lentamente, como en una especie de letargo y se adentró en las cristalinas aguas, sintió como lavaban su dolor y fue cada vez más profundo...cada vez más...aún más, hasta que sólo quedo un trozo de seda sobre el agua… sólo eso. Comenzó a llover cada vez más fuerte, el viento se arremolinaba en los árboles y los dejaba desnudos, era como si la desesperación de Evangeline la dejará y fuera ahora la tierra la que se sintiera como ella. Nunca más se supo de ella, nunca se volvió a nombrar su nombre en el pueblo, todos se encontraban muy acongojados, como para recordarle. Cuando encontraron su cuerpo, fue tan doloroso, ella estaba tan serena, sus ojos cerrados como si estuviera dormida, como si la muerte la hubiese llevado cuando dormía tranquila en su cama; su abuelo cogió su esbelto cuerpo y lo cubrió con las enredaderas como ella siempre lo quiso y la enterró en el interior de la gruta, para que aquel fuera su santuario, el lugar de su eterno descanso. Su abuela entonó la vieja melodía que le cantaba cuando ella era pequeña, mientras el cuerpo de Evangeline era cobijado por la tierra. Todos lloraban, todos sentían su pérdida y jamás lograron olvidarla,
Escrito en las paredes de la gruta quedaron grabados los recuerdos y los pensamientos más tristes de su familia y el dolor que les causó su muerte, sólo con los dedos y muy oculto entre las enredaderas se podía leer “hasta el último aliento fuiste mía y en mis brazos hoy te llevo a descansar”, nunca se supo quién lo escribió o por qué, pero si algo se sabe, es que por las noches es posible ver a las dos enamoradas en la gruta abrazarse, mientras las aves cantan.







Aún no sé como catalogarla, no sé si califica como un cuento, novela, un borrador...etc. espero sus consejos, cualquier critica es bienvenida.

Parece una leyenda romántica. Ver romanceros españoles, aunque esta sea moderna.
Deja este trabajo como está y si te gusta, vuelve a reescribirlo correctamente.
Para eso comienza por esclarecer al personaje y su historia.
Quién, Cómo, Dónde, Cuándo, Qué, Por qué...
Cuando tengas todas las respuestas, escribe el esqueleto y sustituye los adjetivos por la narración que los provoca (el autor describe, el lector siente). Si no se da este juego el lector se aburre.
Ver Aula Virtual.
Esto es para ayudarte con la información, la decisión es tuya.

Me gusto,comparto las acotaciones de Antifaz,tiene un toque muy lirico que me preguntaba si no era una prosa poética.

Muchas gracias por sus críticas, tomaré sus consejos para aplicarlo con posterioridad. el tiempo que han dedicado a responderme, me honra en demasía. saludos fraternos a la distancia.

Gracias por este hermoso regalo, es difícil no sentir el dolor de un alma, a la que el amor le ha arrancado la vida, y el dolor amargo de quien amándola la ve partir con cobardía, la impotencia del testigo de una historia llena de sueños, tristezas y alegrías.
Un estilo un poco complicado, pero que se puede entender, como el autor a su vez toma el lugar de las amantes y la del testigo.
Un placer y un honor leerte.

Fedra Garcia Sandoval escribió:

Gracias por este hermoso regalo, es difícil no sentir el dolor de un alma, a la que el amor le ha arrancado la vida, y el dolor amargo de quien amándola la ve partir con cobardía, la impotencia del testigo de una historia llena de sueños, tristezas y alegrías.
Un estilo un poco complicado, pero que se puede entender, como el autor a su vez toma el lugar de las amantes y la del testigo.
Un placer y un honor leerte.

el placer de que leyera mis letras, es todo mío. gracias por comentar, trataré de simplificar un poco mi escritura para que se entienda mejor. quise hacer una historia que mostrara el viaje hacia la locura de la protagonista, quise darle un carácter más moderno y darle un giro inesperado con el amor furtivo entre mujeres, pero no por eso deja de ser una historia de amor y sombras. mi gratitud infinita por su tiempo y por entender lo que quería expresar. un saludo y abrazo fraterno a la distancia.

Cuando digo complicado no es por que no se entienda, es por que no muy a menudo se leen diferentes personajes tratados en primera persona por el autor.
Un bello relato de un amor que como tu dices, por los matices de nuestra cultura aun viven en las sombras.