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| El estigma de Caín: Hoy, HIPÓCRITAS | |
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Adanhiel Escritor activo
Cantidad de envíos : 1188 Fecha de nacimiento : 06/09/1967 Edad : 57 Localización : Torrelavega (Cantabria) Fecha de inscripción : 22/01/2013
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| Tema: El estigma de Caín: Hoy, HIPÓCRITAS Jue Jul 04, 2013 11:41 am | |
| HIPÓCRITAS
La hipocresía es un mal lastimosamente extendido en el cual el afectado siente una necesidad básica e innatural de ocultar ideas o pretensiones negativas bajo el manto de una apariencia transigente que mantenga camuflada la ennegrecida intención, presta a la premeditación injuriosa del prójimo a quien se considere fuera de la escala de valores y, por tanto, sujeto a la reprobación severa del censor que todos llevamos en nuestros adentros. Son, pues, crueles inquisidores avezados en la tendenciosidad y la caracterización de atuendos tales como los de: "Gente corriente" o "víctima propiciatoria"; espurios cerebrales aparentan ser imparciales observadores o resignados mártires de una incomprendida causa eludiendo, así, juicios de similar catadura que pudieran manchar su conducta y credibilidad, cuestionando las teorías vertidas sobre blancos elegidos a conciencia.
Nada les place más que el efecto de exasperación causado en el entorno, cizañeramente; disfrutan profundamente de las desgracias ajenas, especialmente si han sido causadas por su ladina intervención. Ni tan siquiera los más allegados están libres de su pérfido influjo, y es probable que de fracasar en las tácticas aplicadas a los demás las pongan en práctica, con especial ahínco, en su propio núcleo familiar sin pensárselo dos veces, si es necesario de manera terminante. No denostan abiertamente, prefieren dar pistas aproximativas sobre el "equivocado" proceder de sus chivos expiatorios que lleven a la conclusión final, a los elegidos receptores, de que tal persona es un desalmado o un sujeto merecedor, a todas luces, de una reprensión contundente e inesquivable.
Son elementos sombríos y ambiciosos, si su proyección se ve mermada en uno u otro aspecto es cuando se tornan más ponzoñosos no dejando, en su infructuosidad, títere con cabeza. Se revisten en la inacatada abstinencia de poder con una precaria aureola de humilde virtud que a poco de ser investigada resulta tan vacía como su esencialidad aunque repleta, en cierto sentido para el ojeador poseedor de dignidad verdadera, de una dilatada diversidad de contrasentidos a los que toda falsedad se ve sumergida por bien confeccionada que esté.
Tienen unos fuertes prejuicios contra casi todo lo que se mueva en una dirección que contemplen como incorrecta pero, por lo visto, no resultan ser un óbice lo suficientemente alto como para impedirles entremezclarse con la "sucia mundanidad" en busca de sus más secretas metas. Sumamente competitivos (al menos en su talante farisaico) sabedores de que sus procedimientos son (por desgracia) muy comunes, se afanan por mejorarlos con insistencia; una laboriosidad voluntariosa que, unida a la sutil habilidad y a la ausencia de miramientos, configuran la faz de un rostro moldeable en la arcilla perecedera de un malévolo artificio. Son ese tipo de personas con dos caras: una, la social, buena sólo en lo aparente, artificiosa y amoldable a las circunstancias; otra, traicionera y amargada por lo angosto de su confinamiento, que no vacila en ensañarse con otro género de personalidades que juzga más sinceras o liberadas del corsé ambiental.
CÓMO RECONOCERLOS
Para quien no disponga de la suficiente dote de análisis extrospectiva pudiera ser relativamente ardua la tarea del rápido desentrañamiento. Aunque se parapeten muy bien en el fingimiento de una personalidad construida a medida de su voluntaria represión, es a ella, junto al oportunismo, fundamentalmente, a quienes deben la perdición de su fracaso. Si, como he dicho, se disfrazaran de buena gente hasta el punto de hacerle dudar, pregunte a conocidos comunes que sean de probada confianza, si a raíz de sus conversaciones con el hipócrita en cuestión han inferido alguna deducción desacorde con la sana opinión que hasta el momento tenían de usted, habrá conseguido desvelar la cizañería del hipócrita que, predicando candidez, siembra la desazón.
Sus actos les delatan, fuera aparte de ellos y de las contradicciones ya comentadas, no ofrecen un aspecto uniforme o unos rasgos singulares que sirvan de anexo a lo expuesto. Son gente corriente que viven vidas corrientes, como las de cualquiera, de ahí su peligrosa profusión que amenaza constantemente a las personas de buena fe, a quienes van dedicadas estas advertencias en la medida exacta a lo aportador de mis contados conocimientos.
Adanhiel. | |
| | | María Elisa Giupponi Escritor activo
Cantidad de envíos : 584 Fecha de nacimiento : 08/11/1955 Edad : 69 Localización : Paysandú Uruguay Fecha de inscripción : 01/06/2012
| Tema: Re: El estigma de Caín: Hoy, HIPÓCRITAS Jue Jul 04, 2013 7:25 pm | |
| Mi querido amigo: qué tema has tocado, como que no es de esperar menos de tí! Qué falaces los hipócritas y cómo se ha llenado el mundo de ellos! Qué ensimismados están en su mezquino poder, del cual todos hemos sido y seguiremos siendo, víctimas alguna vez! Lo peor, es que, mayormente, se salen con las suyas, agazapados en su falsa modestia, de "qué me van hablar a mí", como avezados se creen en todo tipo de temas y otras lides.Denotan una sabiduría que lejos la han de tener, pero siempre están dispuestos a darte un "consejito" sobre como ser o actuar o como resolver uno que otro problema, y guay! del que no lo escuche u obre en tal sentido. Se muestran "condescendientes", como sabio ante aprendices, aunque por detrás te defenestren sutilmente, mostrándose magnánimos ante nuestra ignorancia. Son de temer, por engañosos y muy bien posicionados. generalmente están rodeados de un séquito de aduladores, que no quieren quedar fuera de su círculo, y que repiten como loros, lo que el susodicho expresa, sin advertir, que éste, no se "casa" con nadie, y si de salir airoso de una situación se trata, no vacilan en echar algún pájaro del nido.Cuánta razón tienes que a veces se encuentran dentro de nuestro círculo cercano, y hasta familiar, tienen un doble discurso, convencen al desprevenido. Pobres de espíritu ellos, que se creen sus propias mentiras. Pero, afortunadamente, sus redes quedan al descubierto en sus opiniones y contraadicciones, respecto a un tema o persona, sumémosle que son acomodaticios y van por donde sopla el viento, disfrazados de humildad y lealtad, dos cualidades que desconocen por completo. Por suerte la vida, nos da ocasión de aprender, para detectar a estas personas, alejarnos o no participar de su juego, aunque tengamos que tragarnos más de una verdad que le cantaríamos. Recordé algo que leí hace poco en el face, de las cosas buenas que te envían, que decía algo así, -el que no te responda no siempre quiere decir que te doy la razón, sino que simplemente, me canso de discutir con idiotas - (no puse comillas porque no me acuerdo si son las palabras exactas, y no sé, si no fue Eintein, quien lo dijo) Mil gracias por tus bendiciones, mi querido y admirado amigo (que no son lisonjas ni hipocresía), y recibe tú mi admirador cariño de siempre.Besosssss. Malisa:dd//: | |
| | | Adanhiel Escritor activo
Cantidad de envíos : 1188 Fecha de nacimiento : 06/09/1967 Edad : 57 Localización : Torrelavega (Cantabria) Fecha de inscripción : 22/01/2013
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| Tema: Re: El estigma de Caín: Hoy, HIPÓCRITAS Vie Jul 05, 2013 3:04 am | |
| Afortunadamente en este portal estamos vacunados contra la hipocresía, los adeptos de ella duran poquito por estos lares donde nos hemos acostumbrado a expresarnos desde la desprejuiciada índole de nuestra esencialidad, somos gente de bien y nuestra inmunidad hace que la estancia de estas inmundas personalidades sea, felizmente, pasajera; no encuentran viciado sustento para sus mentiras, no encuentran apoyo ni complicidad alguna, por eso lucen por un instante y desaparecen, como rayo en la tormenta que ha descargado su mezquina propuesta y, después de eso ya no encuentra alicientes; ojala fuésemos así de prevenidos en nuestra vida cotidiana donde estos elementos prosperan como asquerosos parásitos... Pero ya llegará el día en el que logremos purgarnos de ellos, ya, como de otros seres de similar calaña, el día en el que empezaremos a vivir mucho más tranquilos desembarazados de todo tejemaneje y funesta influencia, ese día está por venir pero LLEGARÁ y si no viviremos para verlo sí lo haremos al menos para presentirlo.
¡¡Rendidos besssssazossssssss!! | |
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| Tema: Re: El estigma de Caín: Hoy, HIPÓCRITAS | |
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| | | | El estigma de Caín: Hoy, HIPÓCRITAS | |
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