DOCE CONSEJOS PARA TU FELICIDAD (Del 5º al 8º)

5º- * TE PONDRÁS EN LA PIEL DE LOS DEMÁS ANTES DE EXIGIR.


"Conoce a los demás como a tí mismo", no es una frase enteramente desconocida ni mucho menos, pero, francamente, muy poco llevada al cotidiano uso; mas es preciso el comprender que no todos estamos en igualitaria disponibilidad de dar según qué cosas. La empatía puede llegar a potenciarse mediante diversas técnicas y a fomentarse a través de la adecuada formación personal pero, definitivamente, es un don que no todo el mundo puede, quiere ni sabe "activar" en su conducta.

A nadie le asiste el derecho de imponer al prójimo, sea cual fuere la forma elegida, su ideología de vida y su enfoque de visión, aunque sí el de compartirlos, dado que ambas partes estarían, a partir de esa feliz circunstancia, en disposición de comprensión mútua, sin obligada necesidad de "meterse en la cabeza del prójimo" y, por tanto, en inaugural fase de concordia.


6º- * PLANIFICARÁS TU VIDA.


Este es, a buen seguro, uno de los preceptos más seguidos, dada la hemorragia tecnológica en la que nos vemos implicados, que se ha creado de forma consiguiente al surgimiento de innovadoras corrientes gremiales, dando una relevancia casi desmesurada a la especialización que es consecuencia (cómo no) de la competividad.

La especialización requiere de un esfuerzo organizativo grande, como de una disposición perspicaz por el ansia que el elemento debe potenciar en sí mismo para, al cabo de cierto tiempo de estudio, trabajo, en definitiva: de preparación, entrar en la disponibilidad de encauzar ciertas facultades hacia una rama definida, en la cual y a partir de la cual planificar el futuro y la estabilidad individual. Todo esto parece muy propio, perfectamente alineado con la ortodoxia general, pero deja algún matiz suelto que no estoy dispuesto a pasar por alto.

1º- Se deja muy estrecho margen para el autodidacta, el artista que tan sólo, o nada más ni menos (según se quiera entender) precisa de su metódica o intuitiva inspiración para crear.

2º- Se somete a la persona a un estrés de vida en el cual se puede llegar a perder buena parte de la identidad como ser humano, pasando a ser un mero lapso reemplazable en una recia escala de productividad; y aunque, bien sea cierto, quedan trabajos en los que se da una especial relevancia al factor humano, en alguna medida el fondo problemático sigue siendo el mismo.

3º- Tan importante como la sutil deshumanización es la automatización, cuya analogía resulta tan insultántemente evidente que hiere los sentidos.

A medida que se entra en una sistematización se corre el grave riesgo de verse inmerso en un vórtice de fuerza de difícil comprensión. Es preciso que esa fuerza no absorva la única que puede variar el proceso...la esperanza. Temo extenderme, pero creo que estos tres puntos resumen muchos otros...¡Todo sea por la síntesis!

Se debe planificar la vida? Puede, pero no hasta el punto de rebajarla a lo expresado anteriormente; démosle pues una oportunidad a la ilusión de vivir, de aprovechar íntimamente cada momento, cada instante de alegría y de congojo, extrayendo (a ser posible) la enseñanza moral que cada lance nos disponga, dejando al destino tomar la ventaja a la que tiene derecho por natura obrando ulteriormente en consecuencia a lo experimentado, a lo vivido, recordando que somos consecuencia de las circunstancias y que a ellas nos debemos.


7º- * DIRÁS NO A LA ENVIDIA.


Como gran parte de los sentimientos negativos la envidia surge de la falta de realización personal, de la carencia o ausencia de autoestima que siente todo aquel que ha descubierto algo en sí mismo y no le ha gustado; el elemento reacciona intentando obviarlo por sentirse incapaz de erradicarlo o incluso potenciándolo por puro despecho hacia lo que se cree no se puede cambiar.

El envidioso suele sentirse infeliz por no disponer de ciertas gracias de las que otros disfrutan, a su entender, con menor meritaje, o bien colérico y malhumorado por considerar lo contrario.

Así pues, el envidioso colérico, siente un complejo, al igual que el infeliz, sólo que éste es de infundada superioridad.

La vacuna perfecta es el aprecio por la calidad y el valor sustancial que tienen cada una de las cosas y personas que nos rodean, no por el cuantitativo: "No es mejor el que más tiene". Procurando ser feliz por los que son solidarios con esta norma, no importa su clase o condición, y comprensivo con aquellos que no la comparten, conocen o entienden, se consigue la inmunidad.

La envidia, no obstante, puede llegar a resultar hasta sana; me refiero (que quede claro) a la envidia sin...odio. Hagamos entonces apología de este tipo de envidia que no se basa en el desprecio al prójimo como primordial regla de su idiosincrasia.



8º- * SERÁS GENEROSO CON LOS DEMÁS


La generosidad es una valiosa virtud, pero no es generoso aquel que da con el único propósito de labrarse tal reputación, ni aquel que lo aparenta por miedo a que el resto de personas no sepan valorar sus demás aspectos intrínsecos, sino aquel que lo es con dolor de privarse de lo que es suyo por derecho pero, entendiendo a su vez y obrando en consecuencia, que la causa sobrepasa toda querencia material o afectiva. Ese afán altruista es la principal premisa que subraya y pone rúbrica final a un sentimiento tan puro y verdadero.



Baste por hoy...¡ánimo, ya queda menos!




Adanhiel.