Adanhiel Escritor activo
Cantidad de envíos : 1188 Fecha de nacimiento : 06/09/1967 Edad : 57 Localización : Torrelavega (Cantabria) Fecha de inscripción : 22/01/2013
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| Tema: DOCE CONSEJOS PARA TU FELICIDAD (Enumeración, introducción) Lun Feb 25, 2013 2:21 pm | |
| Buscando entre desordenados legajos donde suelo toparme con material reflexivo en el que dar rienda suelta a mi...espiritualidad intelecto-sentimental, encontré unas garabateadas líneas trazadas en un diminuto trozo de papel acartonado. Era un dodecálogo al que había titulado "doce consejos para tu felicidad" que recordé haber tomado de boca de una gran persona como era el profesor Germán de Argumosa y que me permití el tremendo y atrevido lujo de variar en mínima parte, ya que estuve, y sigo estando, en cuasi completa anuencia con cada una de las sugerencias de aquel maravilloso manifiesto que, seguidamente, me dispongo a enumerar:
DOCE CONSEJOS PARA TU FELICIDAD
1º- * Dirás no a la codicia.
2º- * Conservarás la ilusión por las cosas.
3º- * No renunciarás a tus sueños.
4º- * Recordarás que no hay mal que por bien no venga.
5º- * Te pondrás en la piel de los demás antes de exigir.
6º- * Planificarás tu vida.
7º- *Dirás no a la envidia.
8º- * Serás generoso con los demás.
9º- * No juzgarás sin conocimiento de causa.
10º- * Nunca te rendirás ante la adversidad.
11º- * Disfrutarás en un segundo de amor de una eternidad.
12º- * Dirás no al odio y al rencor, perdonando y olvidando.
Es posible que el riguroso cumplimiento de todas y cada una de estas premisas tan fundamentales pueda parecer, para algunos, una utopía más del facilón idealismo, más aún desde el maremágnum de vivencias y apasionados pensamientos en el que nos vemos sumidos a lo largo de nuestras vidas, dejando en muchas de estas poco espacio para la introspección y el discernimiento. Sobre todo teniendo en cuenta que existen fuerzas, en una mayoría de casos, que nos exceden, superándonos debido, sin temor a duda alguna, a lo enigmático de su sutileza.
Pero, afortunadamente, no siempre es así; atravesamos en la actualidad momentos de carestía, primordialmente en nuestra escala de valores, en los que, más que nunca, precisamos de nuevas ideas que den relieve y tangible forma a pioneros conceptos de convivencia entre las presentes generaciones, así como lo será en las venideras, que nos transformen interiormente en medida proporcional al cambio exteriorizado que, otras ciencias manejadoras de lo fisico-cuántico están haciendo posible, casi palpables, a la par de manifiestas. Dichas ciencias están potenciando el estudio, la metamorfosis de todo un mundo, dando a nuestra especie una proyección inimaginable aún y tan solo cientos de años atrás. Todas estas disponibilidades nos han dado el poder de la modificación creativa, alcanzando ese estado embrionario de, lo que en jerga seudobiológica se llamaría: "divinidades en proceso incubatorio"; con la consiguiente proyección que esto lleva implícito.
Tan sólo alcanzo a ver, a mi forma de entender, un contratiempo de bastante relevancia en toda esta carrera existencial; aún teniendo una meta, un sentido, lo suficientemente definido, nuestra especie no ha conseguido desprenderse de sentimientos, de emociones negativas que harán imposible cualquier otro tipo de fin que no sea el desastre total o la discordia infinita. Estas razones y otras muchas hacen posible, a la vez de obligatorio, un cambio interior, una luz que nos permita elegir, sin la menor vacilación, las más decididas y honorables opciones hacia un mundo mejor.
Así pues, con todo el respeto y el recuerdo a la memoria del profesor D. Germán, desarrollaré punto por punto cada uno de los sugerimientos, con su contenido, del dodecálogo, explicando antes que el término felicidad que lo enuncia no es exactamente el que se puede encontrar en el Diccionario Académico de la Lengua como: "Estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien, sofisticación, gusto o contento"; este tipo de felicidad deja de ser la que da la ambición de los sentidos físicos para transformarse en una verdadera, nacida del amor, de la tolerancia, del respeto...de la armonía, en suma; tan difícil de describir como de comprender si no se ha sentido, aunque solamente fuera en una ocasión durante la vida, y se ha elegido estimar con el atesorador y recurrente recuerdo.
Para no resultar prolijo y tedioso completaré ese desarrollo en tres tandas más en ocasiones subsiguientes...lo que sí me ocurre es que ya me está entrando complejo de monopolizador...pero, conste aquí y ahora, que lo hago en aras de una mejor y más dúctil asimilación lectiva. Gracias anticipadas por la paciente comprensión y aunque suene casi a amenaza, como decía el otro: "¡¡VOLVERÉ!!
Adanhiel. | |
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