El último cuervo

El ultimo cuervo, para que decirle ultimo, tal vez era un primero, un génesis, una especie de salvación contra los ojos, si no supiera uno que los ojos también tienen la culpa, la culpa de dejar pasar a los cuervos aunque solo sean soñados.

Un cuervo reina su soledad, un ser de gran pico y sonido carrasposo, con eco de pena única, es pena de verse rey en un mundo solo para él, gran animal vigilante y al acecho, vivaz contrincante.

Para que decir ultimo, si tuerce el pescuezo dirigiendo a su presa al escondite, recorre ciudad, recorre y se alimenta del miedo. Ajeno también.

Ah cuervo sin nombre, quien tendrá tu corazón en la olla, para acabar con la ultima pasión de oscuridad... pensaba, solo verme emplumado alguna vez de cuervo, yo siempre soñaba con cuervos.

Tiene cierta gracia el estar solo y único, como un postre que no se repite porque empalaga, como un paso de estrella, una fugaz para firmar el cielo.

Un cuervo, tiene recuerdos de fama, buena o mala cruzando en su pata y en su pico por los libros, los cuervos guardan tesoros, lo sé porque este último, aterrizo en la tarde con el sol en el pico y se durmió en el altillo, será el último de mi tarde, nunca vino uno de verdad a visitarme.