Cosas de los cuentos

Soñé contigo y te vi ahí entre la multitud de recuerdos arena, esos que se van desmoronando mientras clarea afuera, creo que hoy realmente pasó, hoy era más temprano que ayer, una idiota deducción, tal vez y solo por una vez en la mitad de la tierra el sol llego tempranito, abre maniobrado cinco segundos en el aire viciado de las cobijas, antes de rebotar en el piso, me patiò la cama, ya no quiso ser mi ataúd de sueños.
Es difícil cambiar la situación, yo que te recuerdo tanto, así como eras, peludo, grandote, dientón de ojos verde a rojo, seguro a esta hora te estarás cepillando los dientes.
Seguro te abras vuelto pelón, solo en las partes autorizadas por la estética.
De verdad aprendiste gruñir con clase al estilo de la RAE, esta bueno eso, digo que aun me cuesta no constituirme en una falta.
Lo que tenias no era un trabajo, tratando de asemejarte a los dibujos esos de la tele, eras mi compañía para contar pelusas, las viejas costumbres no se quitan, las pelusas grises juro que son sueños tengo algún testigo.
Yo que te recuerdo tanto, masticaré con el pan nuestro de cada madrugada, mi peludo monstruo, se fugo para hacerse hombre, entonces se olvido de mi.