Cuentos de la Ruta

Subí pibe… ¿a donde vas?

El muchacho me miró fijo, abrió aun más los ojos y con gestos ampulosos y sonidos parecidos a palabras trataba de comunicarse.
Recordé que en alguna oportunidad me había cruzado con alguien como él, luego supe que aquel fulano era hipo acústico.

- Mira, yo voy hasta el kilómetro 32 y después tomo la ruta 6 hasta Campana.

El, asintió con la cabeza y subió a la camioneta. Llevaba una mochila pequeña que dejó entre sus pies, me extendió la mano y sonriendo dijo algo que me pareció un gracias.
Su mano era fuerte y el apretón sincero. Le sonreí y le indiqué donde tenía el termo y el mate para que me cebara unos amargos. Lo noté desorientado como si no supiera como hacerlo.

¡Que lo parió, cada vez vienen más inútiles los jóvenes!- pensé – pero de inmediato lo guié hasta que nos tomamos todo el termo a pesar de mi gastritis crónica y que me llevara más de una vez a una úlcera de duodeno.

Era alto y muy delgado, calvo, de orejas pequeñas y ojos grandes, parecía tener unos veintipico, quizás menos, difícil adivinar por la calvicie.
Se mantenía callado y yo no me animaba a preguntar nada, por eso de quedar pagando con lo de la comunicación.

Llegó el medio día y paramos en un bodegón de esos que hay al costado de la ruta.

- Vamos a parar a comer algo y dormir una media horita pibe. – le dije mientras desaceleraba la camioneta y la estacionaba debajo de un sauce.

- Vení acompañame… yo invito.
Nos acomodamos en una mesa desde donde podía ver la camioneta. No quería correr ningún riesgo de robo con la carga.

- ¿Qué te parece unos churrasquitos con ensalada? -Pregunté -
Me sonrío y lo tomé como un si.
Me sorprendió que dejara la carne y se comiera toda la ensalada.

¡Pucha que vienen raros los gauchos últimamente! -Me dije-Vegetarianos ¡Que lo parió!

Después del almuerzo fuimos a descansar a la camioneta, la intención era cerrar los ojos un rato para continuar el viaje luego, sin embargo, me dormí profundamente.
Soñé que el pibe me contaba de donde venia.

Un lugar lejano con costumbre raras donde no existía la violencia y el ayudar al prójimo era su principal misión.
Durante el sueño conocí a su familia, padre, madre y diez hermanos altos y flacos como él.

Cuando desperté me tenía tomado de la mano y me miraba con dulzura, quise incorporarme pero lo único que pude mover fueron los ojos para ver como se ubicaba debajo de un poderoso as de luz, hasta que desapareció.

Nunca supe que pasó en realidad pero, mi gastritis crónica se curó.

Hombre, que he leido con atencion este "Cuento de la ruta" y se me hace una narracion muy fluida. Ademas, tocas una vertiente inagotable de historias y anecdotas, las vivencias de los camioneros. Al ser hijo de un chofer de autobuses foraneos puedo recordar varias historias que contaban mi padre o sus colegas choferes.

Y bueno, no podia dejar de comentarte que justo al final del cuento casi, casi que empiezo a reirme y no por tu historia sino por lo retorcido de mi cerebro.
Pues la frase que utilizas yo me la imagine de otra manera, me imagine al alien y al chofer abrazados despues de una torrida noche de amor:

"Cuando desperté me tenía tomado de la mano y me miraba con dulzura"


Jajajajajajajaja!





Pero bueno, ya en tono serio y formal, excelente trabajo compadre.

Te juro que cuando lo escribía pensé en cambiar la frase por lo misma mente retorcida que tengo, sin embargo me dije, el alienígeno es un tipo bueno como un ángel ¿como puedo pensar que termine aprovechándose del pobre camionero? Jajajajajaj
Un abrazo.

Pues la moraleja que sacaria yo, mas que de tu historia pero si de nuestras mentes retorcidas seria: "No hagas cosas buenas que parezcan malas".


Y lo interesante es que esta premisa aplica no solo para los humanos sino tambien para los extraterrestres.


Anda, que va mi saludo fraterno de siempre.

Hermoso y misterioso relato que deja ujna linda sensación, mandáme el pibe para casa jaja
Besos
Lili

Bello relato Ricardo, extraño sí, muy misterioso, la dejas picando. Si ed mentes retorcidas hablamos, creo que me pasó lo mismo que a ustedes con esa frase, solo que yo me imagine el tremendo affaire, tipo "Secretos de la montaña" y camionero, camionero, paff, y fueron felices para siempre, ja.

Pero lo arcano domina ese final, que deja un halo de calma, un tinte de sobrenatural que me lleva a pensar en el destino y cuan importante fue para el camionero, ese cruce algún sentido debe tener. La descripción del personaje misterioso, da para muchas interpretaciones.

Excelente relato amigazo,

Ignacio

Lili y Nacho gracias por estar
Los quiero.
Un abrazo

ME ENCANTO EL RELATO,PRIMERO POR QUE ES FACIL DE LEER,Y SOBRE TODO DE VISUALIZAR, EL FINAL,DEJA ABIERTO AL LECTOR A QUE BUSQUE UNA RESPUESTA, ME RECORDO AL CUENTO DE ETHEL (Y QUE FUE VERIDICO SEGUN LE SUCEDIO A ELLA),DE LA MUJER NEGRA DEL AUTOBUS.

ME GUSTO LEERLO.

Gracias Mateo.
Una cosa que queria decirte, espero que el año proximo podamos darnos un abrazo, ya serás mayor de edad y no habrá inconveniente para que estes en el encuentro de escritores en Buenos Aires.
Tenemos tanto que hablar ¿no te parece?
Un abrazo por ahora virtual querido sobrino.