EL VAGABUNDO AMANTE Y LA DAMA DE LA NOCHE (EPILOGO)

No, ¿pero que se creía? ¿Que no existíamos? ¿Que todo era un juego? Abrí su ventana con el sigilo que me caracteriza y sin ser un ladrón entre como tal, era de noche y estaba acostada en su cama sumergida en la otra vida que los humanos viven, con una máscara distinta, la de los sueños. Dormía plácidamente, satisfecha por su creación, sin imaginar el daño ocasionado. En un arrebato incontrolado le arranque de su hermoso cuerpo la sabana, dejando desnuda en un simple camisón a Rosana la escritora, la que se creía dueña de las palabras, la inconsciente que había creado la dama de la noche creyendo ingenuamente que solo era palabras, letras….

Me tumbe a su lado acariciándola sutilmente con las yemas de mis dedos su silueta femenina y encantadora, como la de ella, mi dama… a recordar a la señora de mi corazón arrebatada vilmente por su progenitora a negarse a seguir escribiendo, una furia mezclada con dolor sacudió todas las fibras de mi ser…

Se movió inquieta aun en su mundo de sueños, sus sentidos le quería avisar del peligro, alertarla de que no estaba sola. Pero su amante enamorado, su pareja me forjo así en un semidiós… ¡serás mía!

Rápidamente roce con mis dedos sus parpados encadenando sus ojos al sueño.

___Como ves existo, él me creo jugando a ser Dios, me dio la vida, los sentidos y un corazón condenado a vivir en un alma literaria encarcelada al capricho de vuestras plumas. Creaste la dama de la noche y el vagabundo amante en una perfección tan infinita que las letras salidas de vuestras almas cobraron vida.
Nos enamorasteis a vuestra voluntad para después cruelmente separándonos en un amor no culminado. Bien Rosana Vera Vidal, como tu hiciste a la dama de la noche según tu alma. Tú eres ella y terminaras ahora en tu carne lo que me negaste caprichosamente en tu mente…

Le susurre lentamente al oído, volvió a moverse, su cuerpo despertó en mis húmedas caricias, mis besos ardientes e impúdicos y con manos firmes yo, el vagabundo amante, le saque el camisón para amarla y fundirme en pasión con mi deseada dama de la noche…


Miguel Ángel Muñoz Cortés, ¿duermes o dormitas? has sabido darle vida a mi hombre pero, tengo algunas preguntas que hacer ¿por qué es el vagabundo amante y no lo has dejado amarme? ¿Cuál es el límite que te habéis puesto?

Por lo visto duermes profundamente si abrieras tus ojos te espantarías no tienes la menor idea de lo que han ocasionado, sin embargo, me ahorraré las palabras y aunque estés con tu mujer has de saber que esta es mi noche, bueno nuestra noche, olvidaste la Luna llena y dejaste la ventana abierta, sabrás ahora quién es la dama de la noche, no te preocupes yo sé lo que tengo que hacer...

Sentí el calor de sus manos suaves fuertes, estaba libre lo deseaba, me aferré a su cuerpo desnudo mientras la luz de la luna entraba para sellar nuestra unión eterna.

Mientras amaba a mi hombre una voz salía de mi cuerpo, lejana somnolienta, diciendo: _ Migue, olvidamos a Susy, la doble de la dama de la noche...

Duerme Rosana, sueña tu próxima novela, aquí y ahora la protagonista soy yo, "LA DAMA DE LA NOCHE"...


FIN



Rosana Vera Vidal y Miguel Ángel Muñoz

Obra registrada en Safe creative:

Código: 1110010176073
Fecha 01-oct-2011 1:52 UTC

Buen trabajo en conjunto, todo.
Un detalle: "Me tumbe a su lado acariciándola sutilmente con las yemas de mis dedos su silueta femenina y encantadora, como la de ella, mi dama… "
acariciándola...su silueta femenina es reiterativo. Revisaría para, por ej, decir "... acariciando (sin la) ..."
Un final que juega entre escritores y personajes.
Felicidades Rosana y Miguel.

Muchas gracias tendremos en cuenta eso siempre es una ayuda para seguir creciendo un abrazo y muchas muchas GRACIAS...[i]

Gracias Cyn, por venir un abrazo amiga te quiero mucho más ahora que te vi...

Gracias Oscar, un abrazo se agradece tu presencia...