EL VAGABUNDO AMANTE Y LA DAMA DE LA NOCHE (CAPITULO 9)

[i]Llegue a la casa cueva lo más pronto posible devorando mis ansias con los latidos acelerados de mi corazón, sin estar muy seguro presentía que algo oscuro había pasado, la entrada estaba abierta… y salía de su interior un olor a incienso que se apodero rápidamente de mis sentidos. Me olvide por completo de mis temores y prefacios. Entre despacio y con paso firme, aunque desconocía aquel lugar un instinto me guío por sus pasadizos hasta la entrada de un recinto totalmente iluminado por la Luna. Me despoje de toda mi ropa quedándome totalmente desnudo y me sumergí en la pureza de la luz… Allí estaba ella… también desnuda en su hermoso cuerpo de nácar, esperándome ya consciente de su esencia con el amor puro en sus ojos, un amor que navegaba entre los siglos del universo.

¡Me hice tantas preguntas y al fin comprendí mis sueños con la luna, mis lagunas mentales, mi pasado oscuro, mis padres adoptivos que se separaron cuando era una niña, dejándome a cargo de Joseph, esa fuerza interna por ser alguien; en fin, ahora entiendo todo, soy parte de un plan de amor, y esperaré a mi amado, yo escondiéndome en el antro, pensando de forma carnal, sin embargo, él me encontró, o la luna le guió hasta mí, que importa cómo fue, el caso es que ya sé mi procedencia y mi destino es el...

Me prepararé para nuestro ritual, debe ser a las 21:00 horas, mientras tomaré un baño de tina para purificar mi cuerpo, con todas estas especies aromáticas, esto lo traerá hasta aquí, él vendrá, yo sé que lo hará...

Mi señora Luna ya estoy aquí, para completar el ritual, lo único que he traído es el medallón, y la bata de ceda que me quitaré tan sólo cuando sienta su presencia en este lugar...

Me acerque sintiendo la pasión en mi sangre, acaricie su pelo con mis dedos que se iban enredando en sus mechones y toque su medallón de la Luna produciéndome un suave quemazón que activo todas las fibras de mi ser mortal en un fuerte deseo, sin embargo mi alma seguía embelesada en su hermosura y usando los labios besó su ansiada boca, las lenguas se unieron, las salivas embajadoras de las almas se fundieron en un húmedo abrazo excitante y provocador. Ya yacíamos cuerpo con cuerpo arrancancandonos nuestras caricias con latigazos de placer cuando…

___Amos y señores, perdonad mi irreverente presencia en este momento cósmico, pero mi deber me exige que lo interrumpa, el ritual del sagrado amor del ying y el yang no se puede realizar bajo un acto de sangre.

Quien hablo con palabras que me sonaron en ese instante blasfemas era Joseph, se encontraba en la entrada con la cabeza respetuosamente inclinada y llevando en sus brazos un cuerpo de mujer joven inerte y con una herida en su pecho, al fijarme con más atención descubrí su identidad y con una punzada de dolor vi que era Viccensa.

Joseph... ¡Viccensa! ¿Está herida?

Apenas alcancé la bata y me cubrí, corrí hacia la entrada donde estaba Joseph, con mi gran amiga Viccensa, estaba llena de sangre y apenas hablaba...

__Luna, amiga, perdóname, todo esto que ha pasado es tan extraño, te conozco desde niña y siempre dije que eras una diosa, por tu carácter, cof, cof...

__No hables, vas a estar bien, le dije mientras la abrazaba, en el sillón de la sala donde la recostó Joseph.

__Luna, no tengo mucho tiempo, prométeme que me dejarás claveles rojos rodeados de ilusiones cada vez que me visites, será la señal de que eres muy feliz y que valió la pena mi sacrificio, amiga, dame tu mano, tengo frío... Acércate, es muy guapo, cuídalo, cof cof... Adiós ya vienen por mí...

Cuando dijo eso su mano calló lánguida y no pude resistir era un dolor humano, cruel, separándome de ese ser que sólo me dio su compañía y apoyo siempre, Viccensa, Viccensaaaaaa...

___Viccenza te dije que no te arriesgaras….___ dije con sincero dolor

Pero por desgracia ella no me pudo contestar, su cuerpo sin vida descansaba en los brazos de su amiga de siempre, su eterna compañera Luna… Sin embargo sabía la respuesta a mi pregunta. Vicenza se sacrificó para darme más tiempo a mí, lo hizo por su amiga, en un amor de amistad que se quedaría sellado en la sensibilidad de la conciencia cósmica.

___Rosana, mi amor despierta, te quedaste dormida. Nuestro relato ha sido un dulce sueño nacido del amor de nuestras almas de escritores.

__¡Ahhhh! Migue, que triste matar a Viccensa, no me parece justo, pero, alguien tenía que morir, digo para darle otro toque, bueno ya se nos ocurrirá algo mejor, voy a preparar un café para que terminemos nosotros lo que El vagabundo amante no pudo concluir con la dama de la noche, ¿qué te parece? ¿Lo ponemos al final?...

No se pierda el epílogo de este relato... muy pronto en el mismo lugar

Rosana Vera Vidal y Miguel Ángel Muñoz

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Código: 1109200097014
Fecha 20-sep-2011 2:45 UTC

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