Ring… Ring… Ring…
—Hola…
—Disculpe… sería tan amable de responder un cuestionario
—Sí claro
—¿Nombre?
—No gracias ya tengo
—No hombre… yo le estoy preguntando: ¿qué cual es su gracia?
—Pa´ la verdá que nunca me salieron bien los chistes
—Que no coño, que quiero saber como se llama
—Yo no me llamo, más bien que me llaman lo demás
—Y cómo lo llaman joder…
—Por teléfono
—Qué difícil esto, mejor pasemos a la siguiente pregunta: ¿sexo?
—Mucho y del bueno
—A ver a ver, que esto ya se está complicando: ¿a usted le gustan las mujeres?
—Con mucha teta
—Entonces es hombre
—No, soy lesbiana
—Ostia, acá tengo un cuadradillo que dice hombre, y otro que dice mujer…
—Jodete
—Mejor pasemos a lo siguiente: ¿edad?
—La justa y necesaria
—¿La justa y necesaria para qué?
—Para hacer lo que sea que haya para hacer
—Entiendo... ¿y su domicilio es...?
—¿Qué sos policía vos qué preguntas tanto?
—No hombre... que esto es una encuesta
—Yo no sé con qué hombre te acuestas; pero eso es problema tuyo