Lo que mas me enoja en esta vida, son estos aparecidos que hablan de equidades, de cambios, de buenas intenciones, si en sus dulces vidas, lavaron un pañuelo, con lágrimas de verdadera tristeza ,sembraron algo, agachando el lomo, pisando tierra y lodo, acarrearon agua para sed y no de tubo de la red, pasaron hambre por lucha, por darle a alguien su plato, a alguien que les llevaba una vida entera, de a veces sí y a veces no, algo en la panza, más que bichos y enfermedades.
Esos que usan lo terrible, de las cosas de los pobres, para alzarse las mechas pintadas, de su vacía existencia, compilando letras plagiadas, robando hasta la voz del mismo pueblo, el que se raja día a día, sin tener un papito que les herede tierras y dinero para que se sientan más todavía, ladrones de luchas ajenas, primero sean pensantes antes de roba vidas, para que les aplaudan, limpien más que solo su trasero, aunque por cuna defequen oro y artificial abono.
Robar unas cuantas líneas, se vuelve mucho, y me enoja, me pudre, me enerva más claro, lo vuelven inmundicia, lo vuelven banal, insulso, y nunca faltan los enajenados mentales que alaban la proeza estúpida, hipócritas de escritorio, las manos son dolidas, con cicatrices, con callos antes de atreverse a usar el nombre del pobre, el nombre del desolado, del injustamente atrapado en este mundo de encopetados, alardeadores de buen corazón, regalando lo que les sobra para buscar pareja y seguir creando entes sin cerebro, maniquíes de reinas y reyes con relleno de plástico , vacios al fin y al cabo.
Malditos hipócritas de temporada, voy a sacar mi escopeta letra de sangre y los iré bajando de sus cielos, para que por lo menos antes de morir traguen tierra, la misma tierra que viven despreciando, cuando serpentean en su exclusivo círculo vacio.