Cosas de Nietos y Abuelos

Era sábado, la tarde se desvanecía presurosa… y en la casa de los Gutiérrez los preparativos en torno a los planes de la noche comenzaban a instalarse en la familia.

Rodrigo y Juancito, irían hasta Palermo a una fiesta organizada por la universidad en los jardines de una lujosa residencia.

Ana y Pedro, padres de los muchachos estaban en viaje de vacaciones mientras que el abuelo Tito a pedido de Pedro se quedaría al cuidado de la casa.

Últimamente la seguridad del barrio había sido vulnerada con frecuentes robos a casas donde no se encontraban moradores.

Una hora más tarde, el anciano se preparaba la cena y los muchachos daban sus últimos toques de prolijidad a su apariencia. Una cita con dos hermosas mujeres en la fiesta ameritaba tal empeño.

Los hermanos, luego de despedirse del abuelo comentaban en la parada del ómnibus:

- Pobre viejo, ahora se queda solo un sábado a la noche mientras que nosotros nos vamos a la fiesta.

Entre tanto, el abuelo en la cocina pensaba en voz alta:

- Pobres muchachos, tener que salir con este frío y a esta hora de la noche para ir a esa fiesta de la universidad donde seguramente, como es en los jardines, no tendrán reparo del rocío y quizás no tengan siquiera una silla donde descansar las piernas hasta la madrugada que vuelvan viajando desde tan lejos.

Yo mientras tanto, aquí calentito me tomaré una sopa para luego leer un libro cómodamente sentado en mi sillón.

Definitivamente un texto cargado de una gran sensibilidad. El sentido de protección creo que no termina, cuando se brinda amor.
Ricardo es un placer, sabes de antemano que me encanta el estilo tuyo a la hora de escribir.
Un beso

Cosas de nietos y abuelos transmitidas con una exquisita sencillez y claridad,tambien con carga de sentimiento y sensibilidad.

¡¡Abrazos de flores!!

Excelente texto, que me trasportan a esas vivencias de complicidad entre abuelos y nietos.Una buena narración, muy emotiva.
Un abrazo cordial