Queridos amigos, hoy hablaremos acerca de un tema que verdaderamente inquieta sobre todo a aquellos que desconocen lo que la muerte significa.
Ante tal situación, surge la pregunta ¿por quién lloramos cuando muere un ser amado?
Es verdad que la muerte de un ser querido nos deja inmersos en una gran tristeza, y en algunos casos al borde o dentro de una gran depresión. Puedo comprender perfectamente lo que se siente, porque lo pasé antes de saber, esto que deseamos compartir con ustedes.
Se, de esos sentimientos de dolor, rechazo y búsqueda, esto último debido a que nuestro inconsciente profundo busca la forma de continuar, ante lo que ya no se puede cambiar.
Extrañamos su presencia física, su voz, las costumbres de ese ser querido.
Nos sumergimos cada vez más en el dolor inconmensurable que nos rodea y todo lo que hasta hace poco tiempo atrás nos resultaba importante, deja de tener sentido. Sentimos que se abrió un vacío imposible de llenar y lo único que quisiéramos es retroceder en el tiempo, no nos resignamos, no aceptamos la resignación, en ninguna de sus formas, y hasta le reprochamos a Dios este dolor que no nos deja.
Muchas veces, sumida en mi dolor ante la "pérdida" de mi madre, me hacía a mí misma esta pregunta: ¿esto es todo lo que hay? ¿Es la muerte el fin de todo?
Se me hacía dificil aceptar que todo hubiera terminado.
Sin embargo cuando llegué a conocer esta maravillosa ciencia espiritual, supe que el espíritu es inmortal y es precisamente esa inmortalidad es la que nos lleva a comprender, que solo partió hacia otro plano de vida, donde ya no le hace falta el cuerpo físico para vivir, pero que sigue existiendo, amándonos y acompañándonos.
Estas manifestaciones de dolor que expresamos, lo único que hacen es envolver (a quien partió) en una gran tristeza y melancolía, sobre todo porque no encuentra las formas de hacernos saber que está a nuestro lado.
Imagínense la desesperación de ese ser amado del "otro lado" y su impotencia en hacernos saber que está todo bien, que nuestro dolor no tiene sentido!!
Bien, entonces que se puede hacer ante esta situación?.
Debemos contactarnos con nuestros Guías Espirituales, Maestros Elevados, Seres Angélicos y llenos de Luz para que nos ayuden a comprender que esta partida ayudó a ese espíritu encarnado a liberarse de la cárcel del cuerpo físico para poder volar hacia el conocimiento único del Universo que seguramente lo cobijará en su regazo, y desde allí comenzará su evolución a través del estudio, y el trabajo, tal cual lo expresa uno de los principios herméticos de "como es arriba es abajo".
Nos ayudarán a comprender, que dejándolo partir en libertad, aprenderemos a amar sin egoísmos, respetando el Libre Albedrío, que es sabio y es la base de todas las libertades inherentes al espíritu que ha vuelto al hogar desde donde alguna vez partió y hoy regresa para continuar su existencia desde otra forma de vida.
Es necesario que comprendamos que la muerte en realidad, es un acto de misericordia, de amor, pues es por el único medio que el alma puede volver a sus verdaderos planos.
Entonces ¿por quien lloramos cuando alguien muere? debemos evaluar serenamente estas opciones, y comprender si es por quien partió o por nosotros mismos que no sabemos vivir sin su presencia.
Es allí cuando debemos envolvernos en la Fe y la enseñanza de nuestros amados Maestros Elevados dejándonos conducir hacia la verdad maravillosa del camino eterno.