LA ENTREGA
Sí, no sería nada difícil que Isabel cayera en sus redes... la contempló con ojos que a duras penas podían ocultar su deseo.
-Cada día que pasa te pones más y más hermosa, imagino que tendrás muchos pretendientes.
Isabel sintió que su cara enrojecía.
-¿De verdad creés eso?
-¿No me digas que nadie te ha pedido que seas su novia? No puedo creer que los demas chicos del pueblo sean tan ciegos.
-Lo que pasa es que mi papá es muy estricto y no me deja salir con ningun chico, si hoy no le hubiera dicho que iba con una amiga no habría podido venir...
-Isabel, no imaginas qué orgulloso me siento de que hayas aceptado verte conmigo, no puedo creer lo afortunado que soy, la chica más bonita del pueblo se ha fijado en mi!!! por favor, aceptarías ser mi novia?
-¿De verdad creés que soy bonita?
-Por supuesto que si, nadie puede competir contigo en belleza, hasta las rosas palidecen ante ti, dime que me aceptas, por favor...
Isabel, emocionada hasta lo mas hondo de su ser solo dijo tímidamente y bajando la cabeza un -sí-
Martín la tomó entre sus brazos y la besó!!!
Isabel se sintió desfallecer con ese beso, era el primer beso que le daban, nunca se imaginó todo lo que se sentía al ser besada, sintió que las piernas se le doblaban y mil mariposas revoloteando en su interior...
El beso fue subiendo de intensidad... Martín comenzó a despojarla de su vestido, Isabel quiso frenarlo pero Martín le dijo:
-Por favor, no tengas miedo, te amo, tu me amas, lo mas natural entre un hombre y una mujer que se aman es que se lo demuestren, ¿acaso no me amas?
-¿y qué va a pasar después, te vas a casar conmigo?
-Por supuesto que me voy a casar contigo preciosa, ¿creés que si no te amara estaría ahora aquí contigo?
Isabel ya no puso ninguna objeción y se entregó a él...
Martín la colocó con sumo cuidado entre la hierba, la cubrió de besos por todo el cuerpo, exploraba con maestría cada parte de ella... Isabel se sentía en el cielo, nunca se imaginó que pudiera existir tanto placer, Martín era un consumado amante, experto en explotar las partes más sensibles del cuerpo, Isabel sintió una especie de dolor y placer cuando él entró en ella... se aferró con uñas a su espalda arqueando su cuerpo para fusionarse mas con él, con el hombre que amaba y que la amaba, con el hombre que la había convertido en mujer, con el hombre que compartiría su vida para siempre, al menos, eso era lo que ella creía...
Para Martín, ella era una mas en su colección, otra ingenua que caía en sus brazos... para Isabel, era la prueba mas súblime de amor entre los dos... Isabel le estaba entregando más que la virginidad de su cuerpo, le estaba entregando su alma, su vida entera, era una entrega que marcaría sus vidas para siempre...
Solo el cielo fue testigo de aquella entrega... Isabel no podía imaginar que pasaría mucho tiempo antes de que volviera a ver a Martín... antes de que volviera a ser suya... antes de entregarse a él en una entrega que los mantendría unidos hasta la muerte!!!
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(Ben Guillén)
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(Ben Guillén)
Aprendiz de poeta/Ladrón de historias