Doble personalidad ((((Corregido)))

Epilogo.

Diario de Astrid.



Mi nombre es Astrid y a veces siento que tengo doble personalidad, que en lo más profundo de mi ser habitan dos personas con diferentes formas de ser, dos personas que desean diferentes cosas. Sin embargo se aconsejan mutuamente por que no existe la mala y la buena como en las películas, simplemente diferentes formas de ser.

A estas dos chicas llamémoslas Bella y Lauren.

Bella es aquella que goza de la soledad, vivir en un bosque o apartada al mundo, es la joven que le encanta la tranquilidad y la estabilidad, esa que ama con la misma intensidad que los demás la aman a ella. La chica que le gusta estudiar y trabajar. Bella es capaz de dejarlo todo por su amor, y amarlo intensamente.

Lauren por el contrario le fascina estar rodeada de personas y la algarabía de la ciudad. Ama la noche y la maldad que se esconde detrás de ella. Le gusta las discotecas, las fiestas, o a donde la lleve el viento y el momento, nadie le dice lo que tiene que hacer. En ocasiones siente que ama, pero poco después se da cuenta que al igual que siempre es simplemente una ilusión del momento. Siempre anhelando un príncipe azul perfecto que nunca llega. Tiene metas e ilusiones que no esta dispuesta a dejar ir por nadie, hará lo que sea para hacerlas realidad. Quiere al morir descansar en paz, satisfecha de que hizo todo lo que quería en su vida, y esas metas e ilusiones no quedar en solo sueños.
Le encanta viajar, conocer, adora la libertad. Es un poco irresponsable pero las réplicas de Bella siempre la hace reaccionar y recordar que la responsabilidad es parte de su vida.

Quizás soy Lauren, y Bella solamente es la que deseo ser, o posiblemente soy Bella, y Lauren es solo aquella en la que la vida y sus golpes han hecho convertirme.
O puedo ser las dos? y tener una doble personalidad? Como saberlo? Como podré lidiar con eso?
Quiero estudiar psiquiatría como profesión, pero al parecer soy yo la que necesito más que un psiquiatra.








Capitulo 1. Bruno


Aun a pesar de los pocos años recorridos siempre sentí desde pequeña una inmensa pasión por los libros y su contenido. Las bibliotecas siempre me han fasinado,a Astrid, a Bella y a Lauren, y precisamente acababa de salir de la más grande de toda la ciudad, cuando mi falta de atención en el mundo que me rodeaba causó que tropezara con alguien.

-Lo siento- Le dije al chico que se encontraba frente a mi.-Estaba distraída.

-Si me fijé-Me contestó con una sonrisa amplia mientras al mismo tiempo recogía los libros tirados en el suelo. Hasta ese entonces me percaté de su físico. Cabello lacio, un poco o bastante largo según como lo mires, color castaño bien claro. Ojos resaltones de color café, delgado, alto y todo vestido de negro, jeans con una cadena de lado a lado, una camisa de mangas cortas, y converse, también llevaba un rosario color verde en el cuello.

-Me encanta tu vestuario-Le dije sin vergüenza una vez ya teniendo los libros junto a mi.

-A mi igual el tuyo.

No sabía que tenía de especial el mío, traía puesto unos jeans azul, converse, y una blusa larga con muchos colores, no tenía nada de especial, tenía mi cabello lacio y rubio, suelto como siempre y caía como cascada hasta los hombros,

-Qué lees?-Me preguntó arrebatándome mal educadamente uno de los libros que sostenía.

-Lees libros de vampiros?

-No te burles, me gusta la fantasía. Tú que haces aquí? No tienes cara de gustarte leer.

-Nunca juzgues por apariencias. Pero iba de salida. A donde vas?

-Ivas de salida?Yo te ví caminado como si fueras a entrar? Por eso nos tropezamos recuerda?

-Olvídalo, ya no entraré, a donde te diriges?

-Necesito tomar el autobús que esta en frente-Le contesté un poco confundida.

-Que causalidad, yo también.-Me respondió muy animado con otra enorme sonrisa. Me pareció que iba a entrar en la biblioteca y que solamente estaba actuando de esa forma para acompañarme. A pesar de mi gran sentido de intuición, y de que Bella respetaba a su novio, la inconforme de Lauren conservaba siempre la ilusión de encontrar a su príncipe azul. Astrid solo era un cuerpo que manejaban ambas según la que actuara primero, y en esa ocasión, ambas actuaron a su vez, Bella quería un mejor amigo con quien contar, ya
que a veces se sentía un poco sola, a causa de que no tenía amistades y Lauren buscaba como loca cada señal de su desaparecido príncipe.

-Me llamo Bella-me presenté ocultando mi verdadero nombre.

-Que hermoso nombre, de acuerdo a la persona que lo lleva, mi nombre es Bruno. Nos vamos?

Caminamos hasta la parada de el autobús en silencio, al sentarnos en el banco el rompió aquel mudo momento.

-A que te dedicas Bella?

-Trabajo en la boutique de mi madre, no estudio pero pronto empezaré la Universidad, estudiaré psiquiatría.

-Esa carrera según me han contado es muy difícil, aun que muy interesante. Yo recién acabo de mudarme a este país, aun no tengo muchos amigos.

-Estamos en igual situación aunque yo llevo muchos años viviendo en esta ciudad.

-Entonces por que no tienes amigos?

Antes de contestarle dudé mucho, no le quería decir que tenía novio y que esta era la razón por la cual no tengo amigos, puesto que el dice que entre un hombre y una mujer no puede existir una amistad y yo siempre he tenido mas conexión con los hombres que con las mimas mujeres. No le quería dar toda aquella explicación.

-Historia larga.

El autobús recién llegado interrumpió su respuesta sin embargo después de pagar y una vez sentados el continué el hilo de la conversación.

-Cuéntame mas de ti-suplicó.

-Que quieres que te cuente?

-Tienes novio?

-Si-Le respondí a Bruno sin ninguna intención de mentirle.-Esa es la razón por la cual no tengo amigos, siempre me he relacionado más con los hombres que con las mujeres, y según mi novio el hombre jamás puede llegar a ser un buen amigo de una mujer, dice que tarde o temprano pasa algo.

-Me parece un pensamiento muy primitivo, y por lo visto no te tiene mucha confianza-Me respondió arrugando la frente.

-Nada es perfecto en esta vida.

-Tienes una Mirada triste-Observó de pronto esa soledad en mis ojos-Tranquila, si quieres puede ser tu amigo

-Que lindo eres, claro que me encantaría ser tu amiga, pareces ser un muchacho muy sincero.

-Entonces…Amigos?

-Los mejores-Le respondí con una alegría inmensa e imposible de ocultar.

La próxima parada era en la que me tenía que bajar, apenas y me dí cuenta, lo miré fijamente, el correspondió a mi mirada y me dirigió otra de sus encantadoras sonrisas, sus ojos reflejaban una dulzura inmensa, su rostro con aquellos rasgos tan finos iluminaban aquel autobús, no era hermoso, no me gustaba, sin embargo a la misma vez mi corazón palpitaba sin saber la razón, mirándolo sin cambiar de vista de pronto me pareció bello. Su piel era lisa y tenía un matiz muy claro, no tenía ni un solo grano en su cara, sin percivirlo me deslumbré por sus ojos redondos, y los labios que apenas representaba una línea en su rostro me invitaban a besarlos y acariciar su cachete delgado. Contuve ese ligero pensamiento, recordé a mi novio, Ezequiel volvió de repente a existir, y me invadió el sentimiento de culpabilidad por estar sentada ahí con esos pensamientos creados por el chico que se encontraba a mi lado riéndose, contándome cosas, y yo contestándole y riendo con él sin saber de que hablaba, solo sumergida en mis pensamientos y en la disputa de mi interior entre Bella y Lauren.

Rápidamente volví a la realidad que me empujaba el momento. Me había pasado dos paradas de la que tenía que descender. Casi automaticamente jalé el cordón que se encontraba a mi derecha y auto seguido una alarma sonó.

-Se me fue el tiempo, ya me tengo que bajar, ha sido un gusto conocerte Bruno.

-Espera-Casi me gritó mientras agarraba deliberadamente y sin vergüenza alguna mi celular del bolsillo de mi pantalón.

-Te guardé mi número de teléfono, Bella ha sido todo un placer hablar contigo.

-Igualmente-Le susurre al oído mientras apresuradamente le arrebataba mi celular.

Pensaba en tantas cosas que el largo camino a mi casa se me hizo extremadamente corto.






Diario de Astrid días después.



Deseo tanto tener un amigo, que me aconseje, que me escuche, hablarle de lo quiero en lo más recóndito de mi ser, sin miedo a hacerlo enojar, por que no es lo mismo tu novio que simplemente un amigo.
Hemos hablado mucho por teléfono, horas y horas, es un ser maravilloso, muy especial, me ha mandado fotos, las veo y a veces me quedo boba mirándolas, es perfecto, ama la libertad tanto como yo, tenemos tantas cosas en común. Entonces recuerdo que Ezequiel existe nuevamente y no quiero perderlo, recuerdo que me gusta bruno y yo a él, pero a pesar de eso somos lo mejores amigos, le cuento cada detalle que mi ser oculta y él pacientemente me escucha sin juzgar. Sabe que mi verdadero nombre es Astrid, y de la existencia de Lauren en mi personlidad. Si Ezequiel no existiera en mi vida, todo sería diferente con Bruno, aunque me siento como un ser despreciable al desear que Ezequiel se esfume, el me ama, mas que amarme, me adora, y me ha ayudado como nadie lo ha hecho. Tengo miedo perderlo y arrepentirme de haber despreciado tanto amor al pasar de los años.
Bruno y yo hemos conversado mucho, somos muy buenos amigos, no nos queremos perder uno al otro y una relación de amistad tiene mas probabilidades a sobrevivir que una de amor. No me interesa tener otra cosa con él que no sea amistad, sí, es cierto que me atrae lo suficiente como para hacer que mi corazón lata muy deprisa al hablar con el, pero es un sentimiento tan puro y lindo que es un amor de amigos, mas que amigos como hermanos, es como el "Te amo" que jamás le dices a tus padres, sin embargo los amas. Siento que mi respiración se corta cuando observo sus fotos, pero es una atracción que no necesita de besos, ni de la esclavitud de ser novios. Como una gran amistad ese amor nunca yacerá como sucede con el paso del tiempo en una relación de novios, en algún momento se acaba el amor y la pasión, y es substituido por costumbre y empiezan a verse como hermanos. En la amistad verdadera nunca deja de existir amor, por más que los años pasen, siempre se verán igual, por que siempre han sido mucho mas que hermanos.
En cambio por mi novio, quizás en vez de amor sea costumbre y agradecimiento lo que siento. El sí me ama profundamente, o al menos sé que esta demasiado obsesionado con mi persona. Quiero hacerlo feliz por que tengo la plena certeza que se lo merece, tenemos distintas formas de ser, o al menos yo tengo varias y el solo una. Lauren, siempre pensando en los demás, se sacrifica para no hacerlo sufrir, el ha sido demasiado bueno con migo, no puedo ser mal agradecida. Soy de esas personas que piensa que en este mundo todo se paga, tengo miedo comportarme mal, y que la vida se encargue de hacérmelo cobrar.

Ezequiel se enteró de que le dí mi número telefónico a Bruno, le hablé sobre lo importante que es para mí una amistad. Pero él se puso como loco, como si lo hubiera engañado. En ocasiones te resulta mejor mentir.
Me dió a elegir, o Bruno o él, yo por supuesto dije que él, pero le oculte la realidad. Aún seguía hablando con mi mejor amigo. Ahora Ezequiel no me contesta las llamadas por el mismo motivo que le dí mi numero de celular a mi amigo. Es un poco dramático, según él no le doy su valor, le he rogado que vuelva con migo, pero actúa como si lo hubiera engañado con otro hombre. A mi no me queda de otra que seguirle la corriente y pedirle perdón por no darle su lugar.
Después de tantos "te amo", planes del futuro, y palabras bonitas no puedo actuar como si estuviera jugando con el, le debo muchas cosas, y lo mínimo que puedo hacer por él es hacerlo feliz.
Bella recuerda, recuerda que Ezequiel se encuentra trabajando hace dos meses en otro estado del país, pero cuando vivían juntos ella se sentía muy feliz, aunque Lauren siempre sentía que él no era su príncipe azul, solamente que no lo decía a gritos como lo empezó a hacer desde que él se marchó. La distancia nunca la he sabido manejar, quizás cuando Ezequiel regrese todo cambiará y volverá a hacer como antes, aunque siempre en lo más oculto de mí se encuentre Lauren con otros deseos diferente a los de Bella, pero para entonces Bella gobernará más mi cuerpo, el cuerpo de Astrid. Ahora Lauren es más potente, por que Ezequiel no está junto a mí. Solo tengo que esperar a que regrese, dominar estos dos seres tan diferentes, solamente hasta que el vuelva, aunque a veces desee que él, simplemente no me perdone. Cómo puedo decirle que todo lo dejo por él, que lo amo, y lo necesito cuando a su misma vez quiero que se enamore de otra y se aleje de mí? Soy un ser repugnante.
No sé que hacer, una parte de mí lo ama y no quiere separarse de él jamás. Me duele que sufra por mis estupideces. El es mi fuente de energía. Mas otro lugar en mi interior dice que solamente lo quiere y nada más. Lauren no está dispuesta a dejar atrás algo tan preciado como lo son la libertad y su juventud. La vida es solo una y tiene un profundo miedo a arrepentirse en un futuro de haber desperdiciado tiempo. Lauren tiene buenos sentimientos, no lo quiere hacer sufrir, pero no lo puede evitar Ella está cansada de pensar siempre en los demás, en no lastimarlos a pesar de que su noble actitud le cueste su felicidad.

El piensa que juego con sus sentimientos que no valoro el amor que me ofrecer, solamente lo hago sufrir. Pero Qué hago cuando anhelo dos cosas completamente diferentes?
Tendré que esperar a que venga el hombre que le robe el corazón a las dos?

No lo quiero lastimar más, pero tengo miedo perderlo, y luego arrepentirme, lo amo y deseo estar a su lado, pero al mismo tiempo quiero volar. Si Bella gana esta batalla, cuando le diga te amo a él mis ojos reflejarán algo oculto, y mi corazón en lo más profundo y escondido deseará algo diferente. Pero Bella será feliz, aunque no lo será su otra yo.
Si decido ser Lauren gozaré de la libertad del momento pero en un futuro me arrepentiré de echar a la basura el amor que su humilde corazón me brindaba, tendré miedo a morir sola y en lo mas interno de mí, Bella lo extrañará siempre.

Mejor dejarle las cosas al destino, a dios, a la vida, al mundo, no sé a quien, a alguien que no sea yo, simplemente tengo que seguir la corriente, que el río de la vida tome las decisiones por mi, por que yo, Astrid Swan, me siento imposibilitada, puesto que anhelo varias cosas a su vez.


Diario de Astrid 39 horas luego.

Ezequiel no me contesta las llamadas, como siempre actúa muy exageradamente, según yo claro. Sin él me siento como si me hubiera quitado un enorme peso de ensima. Hayer no pude hablar por telefono con Bruno, sé que solo somos muy buenos amigos, pero cuando me paso el día sin saver de él, siento como una pequeña desesperación dentro de mi. Quisiera hablar con mi amigo, tan solo oir su voz. Que me de los consejos de siempre, que me cuentes sus cosas y yo contarle las mías.
Creo que estoy empesando a necesitar mucho de el, soy de las que piensa que no nececito de nadie para vivir, pero en ocaciones mi soledad es tan inmensa que no puedo evitar a veces sentir infinitas ganas de hablar con alguien.



Iva camino a mi trabajo, o más bien, caminado hacia la parada del autobus que me conduciría a mi trabajo cuando justo llegando ví a Bruno, ahí parado, tan reluciente como lo recordava. Mi corazón no pudo evitar agitarse, y mi cuerpo empezar a temblar.

-Hola.-Me dijo con una de sus sonrisas resplandecientes.

-Hola.-Le contesté cortamente. No quería verme desesperada o alegre por verlo.

-Como has estado?

-Bien y tu?

-Muy bien gracias y tu?

-Creo haverte dicho que bien.

-Oh si! Que distraído-Me respondió tan sonriente como siempre.-Cuentame, Cómo te va con tu novio?

-Ni sé si es mi novio aún la verdad. Todavía sigue sin contestarme el teléfono.-De pronto mi voz perdió volumen.-Me quedé como boba observando cada detalle de él, su sonrisa dibujada en su rostro como una pintura de colores radiantes. No podía observer bien sus ojos, puesto que tenía una gorra de color café que no dejaba ver lo hermoso de ellos. La camisa blanca que llevaba puesta dejava al visible sus musculos. La piel se me erizaba. Mi corazón no dejaba de palpitar. Tenía que volverme a concentrar o me daría un infarto. Me preguntava si él sentía lo mismo que yo. Tenía muy claro que no podíamos llegar a nada más que no fuera la mejor amistad, incluso yo misma no lo quería, una relación de novios sería herirlo en un futuro, y como todo en la vida, se acabaría. También tenía muy claro el hecho que aún tenía novio, o bueno…ya ni savía como llamarlo. Pero mi mente no dejaba de indagarse si Bruno sentía lo mismo que yo. Aunque saverlo no cambiaría nuestra situación de mejores amigos, pero me haría sentir menos estúpida. De pronto caí en cuenta de la profundidad de mis pensamientos. Parecía que estava comenzando a enamorarme de mi mejor y unico amigo.

-Hey- Me dijo él, despertándome del trance en que me hallaba.

((ojo)) simbolos de interrogación de la izquierda no los pude poner, mi computadora no tiene para ponerlos, así que solamente me fui posibilitada a poner los de la derecha, espero que esta vez les guste un poquito ma sla historia y su ortografía y pido perdón por mi falta de respeto a quienes leen mis historias.