Historia de un pueblo

Tema: Historia de un pueblo Dom Sep 13, 2009 11:25 am

Había una vez en un lejano reino llamado “Pelea” cientos de niños que estaban enojados entre sí. Las disputas se debían a numerosas razones: pelotas no devueltas a sus dueños, pasarse en la fila de salida de la escuela, comerse todos los caramelos a escondidas, romper útiles y cuadernos, dejar plantado a un amigo a la entrada del cine, no recordar felicitar para los cumpleaños, contarle a la maestra quien había ensuciado el pizarrón y pequeños detalles que sumados a otros provocaban que todos discutieran entre sí. El gobernante de ese reino pedía consejo a sus ministros porque el tema se estaba agravando. Pero esos pensantes señores no encontraban solución a dicho mal.
-Si hacemos una fiesta y los invitamos a todos-
Como no había soluciones a la vista, optaron por poner en marcha este plan. La gigantesca fiesta se hizo en un estadio de fútbol, pero lamentablemente no pudo llegar a su fin. Cuando se esperaba que la gigantesca piñata cayera soltando pilas de golosinas, caramelos, chupetines, chocolatines, era tal la batahola que se suspendió inmediatamente rogando a los papás que se llevaran a sus hijos, que desbordados de enojo se gritaban sin medida.

La primera plana del diario, proclamaba al día siguiente.

FEROZ ENFRENTAMIENTO ENTRE NUESTROS NIÑOS
LOS GOBERNANTES NO ENCUENTRAN SOLUCIÓN

Se convocó a una reunión urgente de los que mandaban, quienes debatieron veintidós horas sin pausa ni para un refresco. Debieron suspender las clases porque había tantos chicos lastimados que solamente cuatro fueron a la escuela. Las nenas lloraban, los varones pateaban y ni padres ni maestros lograban que hubiera paz.
Cuando ya los asistentes a la asamblea estaban muertos de hambre y no se vislumbraba solución, se decidió un receso hasta el día siguiente a las seis de la mañana.
El jefe de gobierno, muy preocupado volvió a su casa y sin probar bocado, se fue a su sillón predilecto a meditar, pero el sueño lo venció. Y esa fue la bendición.
Tuvo un sueño extremadamente raro, estaba en una oficina del Registro Civil, donde los padres iban a anotar los nacimientos de sus hijos. Cientos de nombres pasaban ante sus ojos: Paz, Victoria, María Consuelo, Esperanza, Soledad, Ángel, Fortunato. En su paisaje por los acontecimientos del sueño, las portadoras de dichos nombres hacían un honor desmedido al mismo. Paz era tan plácida que se dormía en los cumples y en la calesita. Victoria era sumamente competitiva, capaz de cualquier ardid para lograr el triunfo, Consuelo vivía cuidando enfermos y por más que su madre la regañara siempre estaba brindando su ayuda, olvidando hacer la tarea de la escuela. Cuando la mandaban a hacer una compra, seguramente se desviaba pasándose horas en la casa de los vecinos que necesitaban apoyo. Esperanza era una optimista irracional, cuando tenía prueba no perdía el tiempo estudiando, estaba convencida que le iba a ir bien, vivía con la confianza ciega que, como por arte de magia sus dificultades serían sorteadas. Soledad, pobrecita, no tenía amigos, charlaba con un acompañante imaginario, le costaba estar entre gente y tenía un escondite que solamente ella conocía, así que desaparecía días enteros de su casa, sólo para evitar encontrarse con otro ser humano. Ángel vivía en las nubes, no hay quien pudiera sacarlo de su ensimismamiento. Una vez su madre lo encontró fabricándose unas alas para volar por los cielos. Fortunato con sus diez añitos había montado un pequeño negocio en el cual cobraba un peso a cada uno que viniera a consultarlo, concurrían desde obreros que deseaban saber el número que saldría en la lotería hasta agentes de bolsa a quiénes asesoraba sobre cuándo era propicio comprar o vender acciones.
Este sencillo sueño fue determinante de una decisión que, a pesar de lo alocada, fue la solución para el pueblo. Don Garibaldo, el gobernador, pensó que el sueño era premonitorio, que el nombre determinaba el carácter de las personas y si esto sucedía con la gente, por qué no con un pueblo. Firmó un decreto urgente, el pueblo “Peleas” pasó a denominarse “Amistad”…Y créase o no, a partir de ese momento, todos comenzaron a hacerse amigos de todos.
Lili Frezza Historia de un pueblo 20070922211430laamistad

Historia de un pueblo 20070922211430laamistad

Tema: Re: Historia de un pueblo Lun Sep 14, 2009 8:45 pm

ME GUSTO TU CUENTO, TIENE UNA BUENA ENSEÑANZA, Y ES FACIL DE ENTENDER.
UN ABRAZO

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El amistad mejora la felicidad y disminuye la tristeza, porque a través del amistad, se duplican las alegrías y se dividen los problemas.

Mateo

Tema: Re: Historia de un pueblo Miér Sep 16, 2009 1:37 am

Un cuento fresco y natural, con una enseñanza precisa y aquilatable. Y, que lindo sería un mundo que puidiera llamarse asi, en donde no hubiera tantos enfrentamientos. Bello relato amiga,

Un beso,

Ignacio

Tema: Re: Historia de un pueblo Miér Sep 16, 2009 8:33 am

Gracias queridos Mateo Y nacho, es un placer su visita.
Besos
Lili

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Tema: Re: Historia de un pueblo Dom Oct 04, 2009 9:34 pm

Hermoso cuento, querida amiga Lili. Psicológicamente escarbando en esta historia, hay un fondo de verdad, pues cuando a alguien le cuelgan "cartel" de peleador está obligado a comportarse como tal ante el ataque infundado de quienes lo rodean.
Un beso
Jaime.

Tema: Re: Historia de un pueblo Dom Abr 18, 2010 2:10 am

Excelente historia amiga, que se lee fácil y que deja una enseñanza al final.
Me gustan estas historias que hablan de cosas tan cotidianas..o no, pero que son facil de llegar a ellas.
Un abrazo que las hadas te acompañen

Tema: Re: Historia de un pueblo Dom Abr 18, 2010 8:49 am

Jaie: un honor que me visites porque sós un maestro que sabe lo que es narrar historias de este tipo.
Poe: si, estas cosas pasan, a veces los motes nos condicionan.
besos a los dos
Lili

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