Érase una vez... un cuento

Nunca ha sido , pero aquí comienza la historia de lo que puede ser y no es.
Una historia inexistente aún por escribir, en la que los protagonistas se niegan a dar al personaje las pautas de conducta debidas. El personaje se niega a seguir el guión incoherente e inconexo,
-No se puede cruzar un puente si se ha caído. Debe reconstruirse.
-Podemos saltar
- Ya lo hemos hecho y nos hemos caído al agua
-Repitamos un salto más fuerte
-No

-No quiero coger las piedras , pesan
-Solo hay que sopesarlas y perderán el peso
-Yo no quiero eso
-Yo no quiero salto

Quiero la solidez de los pies en el suelo, pasearme y parar en la arconada, contemplar, el vacío que ha quedado bajo el puente, como espacio sin riesgos , con confianza.
-Me quedo parado en el puente
-Me voy a buscar camino
-¿Y el camino de adelante y… el trazo desconocido?
-En el puente… y ni modo compartido.

V.Nas

V.nas, qué bella metáfora la del relato.Hay veces, en que uno sabe muy bien lo que quiere, y aunue suene un poco altanero quizá, es bueno defender aquello y buscar nuestro propio camino.

Me encantó tu relato, amiga.Muchísmo.

Un abrazo

yo lo pondría en textos filosoficos, por que a eso lleva, a reflexionar.

Hay puentes que parecen obstáculos: son reflejos que nos a la vida para acorazarnos. El camino está mentalizado, no queda nada más que, buscar nuestro destino.
un abrazo
Martín

La simbología que un puente, cualquier puente, da a la vida se podría traducir como un intento desesperado a lo desconocido, a ver qué hay al otro lado, qué ocurre allí más adelante. Nuestras vidas están llenas de puentes incruzables, una veces por ignorancia, otras por incapacidad; también por miedos internos que nos hacen someternos a la dictadura de la duda, ése sentimiento que en la mayoría de los casos nos someten despiadadamente y nos disminuyen casi de por vida.

"Repitamos un salto más fuerte" La frase suena a un ruego interno hacia sí mismo; un querer no ceder a la cruda realidad; sin embargo esa contestación, ese "NO" seco y rotundo viene a ser como una afirmación en sus conviciones de que éstas son firmes. A veces en la vida de las personas nos comportamos convencidos justos al reves de como creemos ser aún sabiéndolo y éso es lo que precisamente nos marca un paso determinado y una presencia determinada por nuestra vida.

Sólo hay que llegar al conocimiento profundo de una realidad y que no es otra que aquí sólo vamos a estar un tiempo determinado y a partir de ahí casi se diría que a pesar de que los hay que todo está predispuesto de cómo va a ser los hechos hay que ir contra ésto por pura rebeldía; éso es, un poco, darle sentido a la vida...Cruzar el puente y seguir adelante sin mirar atras porque lo que queda atrás es lo que, quizás, antes y por estar delante tanto miedo nos daba.

Un escrito precioso y además profundo. Bellísima la foto. Gracias, Virginia.

Tek, África.

muy interesante como lo presentas