El Espíritu de la Botella.+++RECOMENDADO DE FEBRERO+++

RECOMENDADO


El anciano, se aprontaba a engullir un sabroso emparedado al igual que su nieto de 14 años.
Estaban cobijados a la sombra de un frondoso árbol de una pequeña plaza, escapando de los implacables rayos del fuerte sol de mediodía. El muchacho también se disponía a comer cuando sus ojos tropezaron con una hermosa botella abandonada a pocos metros. Con curiosidad la examinó y vio que estaba tapada con corcho, la tomó y examinó la etiqueta que estaba escrita en un idioma desconocido para él.
El viejo al ver que el niño iba a abrir la botella, lanzó un grito.
_ ¡Eh, cuidado hijo con lo que haces!
Asustado el pequeño soltó el contenedor de vidrio y miró a su abuelo, quien, con un pie alejó la botella unos metros lejos.
_ Mmmm, te asusté … Te voy a contar una historia.
_ Cuando yo era joven, algunos años mayor que tú, me sentía dueño del mundo. Mis padres estaban vivos y me proveían de todo lo que yo necesitaba. Desde juguetes hasta mis menores caprichos, pues tenían una holgada situación económica. Comencé a frecuentar a amigos de mi misma categoría social; la jactancia, soberbia o estupidez permanecía lejos de nosotros.
El viejo calló un rato, como tratando de ordenar sus recuerdos.
” Estábamos conversando y riendo bajo este árbol hace ya tantos años _ continuó el senil hombre, _ cuando uno de mis amigos descubrió esta botella.
“ Pedro, que era el mayor de nosotros, la cogió en sus manos y extrajo su tapa. Recuerdo, como si fuera ayer, que dijo que en el interior de tan misteriosa y extraña botella de color verde claro habitaba un espíritu …, una especie de genio que nos daría todos nuestros deseos.
“La media docena de amigos, riendo, lo rodeamos cuando destapó el envase… No pasó nada, por lo menos eso creíamos, pero el aire comenzó a oler a un dulce y embriagador aroma, mezcla de vino dulce y perfume irresistible. De pronto nos dimos cuenta que estábamos rodeados de seis bellísimas muchachas sonrientes, quienes con mucho desenfado se repartieron a cada uno de nosotros. La pelirroja ( a mí me gustaban así) que me tocó en suerte me besó en los labios y yo con el rabillo del ojo vi que cada uno de mis amigos hacía lo mismo.
“ Pedro, el mayor y el más desvergonzado estaba bebiendo de la botella, mientras la jovencita que estaba con él lo acariciaba con sus manos en aquellos lugares muy íntimos. Él, con los ojos brillantes, me entregó la botella y me ordenó:
_ ¡¡Bebe, Juanillo, que la vida es una sola! ¡Anda, bebe, sin temor!
“Nunca había probado algo más exquisito; me sentí fuerte, alegre y audaz. Todos ya estábamos embriagados con la pócima y con sorpresa vimos que no había nadie más en la plazuela. Nos desnudamos junto con las chicas y procedimos sin ningún rubor a efectuar el acto sexual, para algunos por primera vez.
El anciano sentado en el pasto, frotó su barbilla como queriendo extraer los recuerdos de su ya desgastada mente.
“No sé cuando quedé dormido, pero despertamos con el agua que gente mayor nos lanzaba a la cara. No entendíamos los gritos de enojo: “¡Descarados, sus padres no se preocupan de ustedes los niños ricos, etc. etc”.
“Fuimos regañados por nuestros padres, no nos creyeron ni una palabra. Fuimos la burla de los otros muchachos, nuestras mentes quedaron embotadas y éramos incapaces de responder. Ante tales rechazos, decidimos que si encontrábamos la maldita botella no le haríamos caso.
El nieto miraba a su amado abuelo, terminaron de comer y se dispusieron a dormir la siesta de ese día estival. Cuando el viejo roncaba, el muchachito se aproximó a la botella y su curiosidad pudo más, pues la destapó; al olfatearla notó el olor a vino dulce y perfumado. Expectante, esperó verse rodeado de muchachas, su cuerpo que ya se transformaba en hombre, deseaba una muchacha.
Se disponía a beber, cuando bruscamente la mano del anciano le arrancó la botella.
_ No, querido Juanillo, no pases por lo que tuve que pasar.
Con palabras quebradas por la emoción, relató lo ocurrido después de ese día de libertinaje. Se dedicaron sólo a la vida fácil, ya no estudiaron, ni trabajaron; fueron arrojados de sus respectivos hogares.
“Una noche de invierno, entumecidos por el frío, el grupo de chiquillos, ya hombres de 25 años, tratábamos de calentarnos en un exiguo fuego dentro de las ruinas de una casa, sucios, hediondos y de muy mal aspecto. El ruido de alguien que entró a la porquería de refugio nos asustó, pero nos tranquilizamos al ver que se trataba de un viejo vagabundo que traía un bulto debajo de su brazo. Sonriendo desenvolvió una botella similar a ésta.
“Felices estiramos las manos para beberla, pero el desconocido lanzó una horrible carcajada; sentimos escalofríos, pues el ser era demoniaco.
_ Es hora que me sigan _otra horrenda risa, _ ¿No quisieron vivir la vida gratis? No, no, señores ésta tiene un precio, hay que pagar con el alma.
“El pánico se apoderó de nuestros corazones y emprendimos la huida. Horas después nos encontramos en otro de los lugares de refugio para vagos. Conversamos largamente.
_ Yo me voy donde mis padres _dijo Pedro, el líder del grupo, _ y juro que nunca más me emborracharé.
“Cada uno de nosotros estuvimos de acuerdo y esa noche llegué de regreso donde mis padres, quienes me recibieron con amor.
“Pasaron muchos años, ya éramos hombres de bien; habíamos aprendido la lección. Teníamos por costumbre juntarnos en este lugar una vez al año y ver nuestros progresos. Sucedió lo increíble, se nos apareció el vagabundo con su botella, estaba más viejo; quedamos extrañados, pues el diablo que yo sepa no envejece.
_ Hola, los recuerdo … veo que mi intervención sirvió de algo. Por ahora los dejo, pero estaré cerca de ustedes para cuando quieran unirse a mí.
“Nunca más lo vimos, los años dan sabiduría y mi hija ya era tu mamá: Mi felicidad has sido tú, mi hija y tu abuela que tanto me amó y que ahora descansa en paz …
Una mujer muy buena moza se acercó al viejo y al muchachito.
_ ¡Ya, papá, vamos a comer un almuerzo de verdad! La mesa está servida.
Se alejó y entró en una hermosa y gran casa.
_ Abuelo, ¿Era el Diablo que los quería llevar al infierno?
_ Mira, nunca supe si fue el Diablo el que vino a sacarnos de la vida miserable que habíamos elegido …, aunque a veces pienso que fue un ángel de Dios…, pero nadie me saca la idea de la cabeza que fue mi padre disfrazado de atorrante, pues era un buen actor, quien nos metió el miedo en el cuerpo. ¡Ya, vamos que nos espera tu mamá!
_ ¡Hey, abuelo, llevas la botella!
El viejo, riendo la destapó y tomó un largo sorbo; se la ofreció pero el niño, asustado la rechazó.
_ Anda, bebe una rica agua fresca _ el abuelo reía de la cara de sorpresa. _Esto es mentira, pero la historia me ocurrió de verdad. Dejé la botella cerca de donde estábamos… quería advertirte. Ja ja ja ja já, para eso estamos los abuelos.
Entraron abrazados y la madre del pequeño movió la cabeza al ver la botella.
_ De modo, papá, que te atreviste a contarle tu historia _dirigiéndose al muchacho. _Espero que hayas aprendido la terrible lección de mi padre… Ya era tiempo de advertirte acerca del terrible vicio del alcoholismo, que tan livianamente toman los jovenzuelos.
_ ¡Uf, por supuesto!
Miró con amor a su abuelo.
_ Gracias, tata, creo que no pasaré por el camino que tuviste la desgracia de encontrar. No había tal magia…, fue simple borrachera de jóvenes que no tenían un abuelo como tú.

precioso,la verdad que me atrapo y has dado una excelente leccion,un abuelo sabio y un chico afortunado,hubiera titulado yo a esta historia,excelente

Mi querido Jaime... qué historia la tuya!!!
Me encantó, como siempre.
Como siempre tienes la virtud de narrar estas historias atrapantes y sin desperdicio,
desde el mismo principio a fin.
Desbordante de ideas, de imaginación, haces que nos introduzcamos en tu historia.
Excelente!!... no puedo decirte otra cosa, Jaime.

Un abrazo, amigo. Te felicito.

Ufa amigo, un cuento verdaderamente impresionante en su contenido, una lección de un abuelo que con sabiduría y con la experiencia que dan los años, transmite de gran manera una enseñanza de vida, de aquella que vemos a diario en nuestras calles y es imperativo aprender desde chicos...muy a tu estilo, agil de leer y como te digo, con una enseñanza que bien vale la pena llevar en lo alto...

Mis felicitaciones además, por ser Recomendado de este mes, mereidicimo compañero...

Un abrazo,

Ignacio

l pluma que arde en el dibujito es hipnotisante, felicidades hermnao

!!Ayayay, compadre!! !Pa' celebrar su joya literaria, el merecido premio, y , en nombre de la amistad, del companerismo, de las empanadas con dos aceitunas, de la misericordia de don Jecho, la cola de don Sata, y del triunfo del Colo Colo, venga a refrescar la garganta una copa llena de vino tinto pa' gritar a todo pulmon: !Viva mi cumpaaaaa!
Un abrazo
sergio