CAPÍTULO 179 - SEGUIR EN LA RELACIÓN POR UN SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD
-ATENCIÓN A LA BAJA AUTOESTIMA-
Este es el capítulo 179 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
Seguir en una relación en la que realmente no se quiere seguir puede tener mil razones o justificaciones. Por ejemplo el miedo a no encontrar otra y preferir “lo malo conocido a lo bueno por conocer”. O las necesidades económicas que uno no puede solventar por su cuenta y su pareja sí se las resuelve. O seguir teniendo un hogar para sí y para sus hijos. O sentirse culpable y pensar que si abandonan a su pareja al otro le va a ir todo mal en la vida –y uno va a ser castigado por una vengativa ley divina que no existe-, que el otro se va a sentir solo y abandonado, que se va a suicidar, que no sabrá valerse por sí mismo…
Otras siguen –a pesar de que les perjudica y ya no existe el amor que les unió- porque sienten lástima o pena: “pobrecito, qué va a ser de él” es una de esas excusas que no se deberían admitir como válidas y justificantes. Y hay que cuidar que no pretenda inmiscuirse aquí una mal entendida caridad cristiana, ni le salga a una un espíritu de sacrificio inculcado por una tradición de mujeres esclavas y sumisas de generaciones anteriores, porque se convertirá –si no se ha convertido ya- en una relación que tiene todas las posibilidades de salir mal y producirá un efecto negativo en quien lo haga, ya que estará haciendo el sacrificio de su felicidad y su vida y eso, antes o después, se lo va a echar en cara a sí misma.
En una relación sentimental –cuando no es una clara relación de intereses- el amor es un ingrediente indispensable.
Algunas personas que toman la determinación de estar en una relación sin amor no lo hacen para que el otro sea feliz, sino más bien porque se sentirían culpables de la infelicidad del otro. Así se cargan de una responsabilidad que no es suya.
Quien se encuentre en una relación de estas características que revise qué está haciendo, y por qué y para qué, y que sea capaz de salirse de la relación y de su papel en ella si considera que es lo que quiere hacer, y que observe a esa persona que es ella misma que está consagrada a una muy noble tarea –aparentemente-, pero para ella aniquiladora como persona. Que observe sus sentimientos al verse y se dé cuenta de si siente lástima, piedad, compasión, o ganas de agarrarla del brazo y sacarla de ese sinsentido. Que se dé cuanta si siente aceptación y conformismo sin más, pero que verifique que no le esté causando cualquier tipo de mortificación. Que valore, pero con una honradez intacta e insobornable, si quiere seguir así o si es más honesto para consigo misma -y posiblemente y a la larga para el otro- dejarlo y dedicar su vida a una relación en la que sí pueda amar de verdad y ser amada del mismo modo.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Mucho cuidado con tener y acatar un sentimiento de culpabilidad, porque es algo que sucede en demasiadas ocasiones. Cada persona es responsable de su parcela en la relación y el culpable es quien no ha cumplido.
- El papel de la esposa esclava o sumisa es injusto y no se debe mantener.
- En el enlace matrimonial dice el sacerdote al novio “Compañera te doy, que no sierva”. Si esta frase te remueve algo… reflexiona.
- Esta es una gran verdad: No aceptar lo inaceptable, no perdonar lo imperdonable, no culpabilizarse de lo que no se es culpable.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)