CAPÍTULO 122 - HAZME FELIZ
-EL PELIGRO DE LAS FALSAS EXPECTATIVAS-
Este es el capítulo 122 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
La responsabilidad de ser feliz no es algo que se deba delegar en otra persona. La felicidad propia es un asunto personal. Es un asunto muy serio y es intransferible.
Otra cosa es que el otro nos aporte y sume felicidad a nuestra felicidad. Como ya he aclarado en otros capítulos, en la parte egoísta de la relación de pareja está esa de que uno se une con otro porque piensa que con ese otro va a estar mejor que solo. En el fondo, inconscientemente, exige que el otro le aporte felicidad para estar mejor. Y es una lógica aspiración. Pero el otro tiene que aportar la felicidad que su propio amor, o su propia naturaleza, le permitan, pero lo que es dramático es pasarle al otro la responsabilidad de la propia felicidad, diciéndole aunque sea sin palabras: “hazme feliz”.
El otro te hará feliz, o lo intentará, porque es uno de sus propósitos cuando ha decidido unirse a ti, pero no como una obligación –ya que sería tristísimo que tuviera que ser así-. Y si alguien siente que hacer feliz al otro no es su propia voluntad sino que es una imposición va a sentir una rebeldía y una rebelión interior, quiera o no quiera, porque puede sentir que se está mancillando la pureza de algo que se ha de dar de un modo natural. O es espontáneo y es el deseo del propio corazón, o es el encargo más triste que existe.
El otro va a hacer todo lo posible para hacerte feliz y eso es lo mismo que se supone que tú vas a hacer por él.
La postura de “Hazme feliz” –mientras yo no hago nada por hacerme feliz- es una grandiosa expresión de irresponsabilidad y de descaro.
No se puede amar o dar felicidad por obligación.
No se puede obligar a que amen o aporten felicidad por obligación.
Y si no lo ves claro, ponte en el lugar del otro y siente dentro de ti qué es lo que pasaría si es el otro el que te exige a ti “Hazme feliz”.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Amar y hacer feliz al otro en la relación es el propósito de la unión. Va implícito en el acuerdo.
- “Apórtame motivos para que me sienta feliz” es una petición digna, pero no lo es responsabilizar exclusivamente al otro de ese asunto.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)