Otra paparruchada: Desde el vamos podemos inferir que para el pájaro que está en nuestra mano, no es lo mejor. Pero soy consciente que el refrán se refiere a que lo dice es un cazador de pájaros, o mejor dicho, un consumidor de pájaros, y entonces es preferible tener uno en la mano que cien libres y sin poder ser morfados. Pero el pájaro que tenemos deberá ser consumible, que no esté enfermo, que listo para su uso, no sea cosa que el muy maldito, sea un pájaro cazador y nos vea como comida. Se puede complicar más la cosa, supongamos que estamos en un avión pequeño, el pájaro entro por la ventana del frente, rompiendo el vidrio delantero del mismo, cae medio muerto en nuestra mano. Problemas: Nos produce lástima el bicho que choco con nuestro aparato, nos morimos de frio por la rotura del vidrio, notamos que el avión ya no es el mismo, le falta un vidrio, responde de otra manera a los controles. Resumido, hubiese sido preferible no tener ningún pájaro en la mano y disfrutar de cien volando.