Mirada

MIRADA
Muchas veces encuentro a mi mirada subiendo por el muro, espiando el mundo desierto de la casa del vecino. En mis manos aflora la espera de encontrar sentido a las rosas, cual es la misión que traen encerradas detrás del muro.
Cuando despierto con el sol, mi nombre ausente no me busca y solo encuentro el desvarío del dolor de cabeza que hasta el infinito me persigue.
Y de nuevo la puerta se muestra ante mis ojos, frente al desayuno, frente al espejo, siempre la puerta que me lleva con la mirada encadenada hacia el muro del vecino.
Otras veces mis ojos fijos en el charco de la vereda se posan, y absortos permanecen hasta que el agua salpique mis pies. Y desentierro mis ojos del barro para volver a empezar.
El universo de reduce a una estrella lejana que nadie puede alcanzar mientras mi mirada perdida vuelve a cerrar la puerta hasta que regrese el sol.

Así es Jaime. Creo que es así.
Gracias por comentar.