franckpalaciosgrimaldo Escritor activo
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| Tema: Crónica de un divorcio anunciado: Juntos por siempre Vie Ene 25, 2019 9:31 am | |
| Juan y Felipa llevan una hermosa relación de muchos años, se conocen desde la secundaria, desde ahí por cosas en común, amistad, cariño entre ellos se enamoraron y comenzaron lo que sería una historia llena de aventuras de amor, pasión, literatura y sobretodo decisiones difíciles y trascendentales en la vida. Si, sé que la historia no continua desde aquí, nos habíamos quedado en un encuentro luego de 5 años de distanciamiento en el tren camino a otra provincia, el rumbo a una conferencia importante, ella rumbo al cumpleaños de su papá, pero hay algo que es necesario saber acerca de la historia de estos dos antes enamorados, ahora individuos viviendo sus vidas a su manera, pero que en el fondo, ambos, no han podido olvidar ciertas situaciones de su historia que de algún modo los ha llevado a estar donde están, o al menos explicara un poco el porqué de los sentimientos que aun los siguen atando. Comencemos entonces con esta parte de la historia. *** Era el invierno del 2001, Juan y Felipa habían ya acabado la universidad, él hace algunos años, ella hacia solo uno; él trabajaba en la biblioteca de la ciudad durante la mañana y en las tardes estudiaba para obtener su doctorado y de esta forma poder acceder a plazas de trabajo más remuneradas, ya su primer libro había sido comprado por una editorial y saldría a la venta en la feria del libro de la ciudad este miércoles. Manuel, su gran amigo, no lo era tanto en este tiempo, era solo un abogado que había encontrado una forma de ganar dinero representando artistas, Juan era su primer cliente escritor y le había conseguido un buen contrato en Editoriales Catalina. Su trabajo en la biblioteca le daba suficiente dinero como para poder alquilar un apartamento con su novia de, por entonces 7 años de relación, Felipa, quien, había recién acabado sus estudios en diseños de interiores por lo que seguía trabajando en un restaurante medio tiempo para pagar la mitad del apartamento, que no era la gran cosa, pero tenía las comodidades necesarias para dos personas que se aman. Felipa en esos tiempos había decidido ahorrar un dinero y comenzar una pequeña empresa, era su fantasía, tener una casa de diseños de interiores, pero alquilar un local, conseguir materiales, ayuda y los contactos era complicado, su papá y su mamá, en esos tiempos una familia unida y hermosa, le habían propuesto ayudarla, pero ella insistía en hacerlo por sí misma, ya ellos le habían pagado casi toda la carrera, y como la excelente hija que era quería ser el orgullo de ellos, lo mismo ocurría con Juan, no quería que él le ayude, puesto que él ponía gran parte de la renta del apartamento con su trabajo y había prometido que con las ganancias de su libro daría la cuota inicial para un apartamento que había visto y del cual ambos se habían enamorado, si, el apartamento donde pasarían sus últimos años de relación juntos. En el plano amoroso se llevan muy bien, siempre han sido una pareja ejemplar, pero como toda pareja hay cosas que no se han contado jamás, en esta historia tu si lo sabrás, porque serás testigo de un suceso en la vida de ambos que sin saber les probaría su amor por el otro, en su momento. ***Lunes*** Juan se encontraba trabajando en la biblioteca, en el área de revisión de textos, debido a que constantemente residen versiones en otros idiomas, juan es el encargado de revisarlos, y traducir algunos libros de versiones originales, puesto que es licenciado en Literatura y en traducción especialmente del latín, del árabe y del checo, su trabajo es muy complicado pero a él le encanta estar rodeado de los grandes autores, de la misma manera se encarga de autentificar y de analizar libros de muchos años de antigüedad. — ¿Cómo vamos con este amiguito? — le pregunta Edgar, el viejo bibliotecario quien lo había contratado dado que Juan solía siempre estar en esa biblioteca leyendo y practicando. Esta vez se encontraba revisando una versión muy antigua de los poemarios de Naton Vicote, un poeta Italiano no muy conocido pero cuyos aportes son de reconocer literariamente. — Vamos bien, Edgar — le dice sacándose las gafas y levantando la mirada de su escritorio — parece que es auténtico, pero hay ciertas manchas que no parecen ser de tonta… quizás fue arreglado antes por algún propietario, tomando en cuenta que tiene más de 100 años… pues es normal, pero hay que revisar, creo que tendremos que enviarlo al sótano a que analicen el origen de la tinta, pero mi diagnóstico es que es original en un 78%, solo me quedan dudas en estas páginas… — le dice sonriendo. — Por eso me encantas, sabes lo que haces, hijo… — le dice caminando por su oficina y revisando algunos libros que aún debe trabajar. — Por cierto, espero que me hagas llegar uno de tus libros, quiero ponerlo en los estantes de los futuros best sellers — le sonríe. — Por supuesto, es solo que la editorial aun no me ha dado ninguno, solo me permitieron revisarlo, y gracias a dios no han modificado nada, odio cuando hacen eso… muchos manuscritos que he encontrado aquí son tesoros a comparación de sus versiones impresas…. — Suele pasar, hijo, y desde ya te presagio un excelente futuro en lo literario, he leído tu borrador y se cuando veo un éxito, pronto dejaras de trabajar aquí y podrás dedicarte a escribir como deseas — le dice. — Gracias, Edgar, me encanta estar aquí, pero sí, me encantaría poder vivir un día de la literatura, como todo un escritor…, en esta parte del mundo cuesta, pero de seguro con algo de suerte… — sonríe. — Eres un excelente profesional, no tendrás problemas, además ahora que te doctores podrás incluso dictar clases en cualquier universidad, mi hija con el título e licenciada está dictando clases de ser hace 2 años… — le sonríe. — ¡cierto! — Dice mirando la hora — tengo clases en la tarde… con las justas logro comer algo, me entretuve con este ejemplar…— dice algo preocupado. — Ve, no te preocupes, hijo… yo mismo llevare este libro al sótano para que lo analicen. — Gracias, Edgar — recoge sus cosas, se despide y sale de la biblioteca. En las escaleras recibe una llamada de Manuel. —Hola Manuel… ¿Qué sucede? — responde. — Necesito conversar contigo, amigo te tengo buenísimas noticias… — le dice entusiasmado — ¿Dónde estas? — le pregunta. — Estoy saliendo de la Biblioteca, amigo, me dirijo a la universidad, ¿te parece si te bsuco a las 6:00 pm? Estoy llegando tarde para almorzar. — No hay problema, estaré en mi oficina hasta las 9 — Correcto, te caigo a las 6:30 más o menos. — responde. — Te esperaré, cuidare— le dice y corta. — Ok, ok gracias, nos vemos, Manuel. — responde y detiene un taxi. Por su lado Felipa se encontraba en una cita de trabajo, había un puesto en “Diseños y Emociones”, en esos tiempos la mejor casa de Diseños de la ciudad. Ella aspiraba al puesto en ese lugar, pero la verdad es que había muchas postulantes. Una de esas postulantes era Irma, su futura mejor amiga. Irma postulaba a un puesto en el área administrativa, donde estaban necesitando personal también. Por esas cosas de la vida le tocó sentarse juntas en la sala de espera al lado de muchas jovencitas que al igual que ellas necesitaban un puesto de trabajo. —perdóname… ¿me dices la hora? — pregunta Felipa a su futura socia. — Si, son las… 2:00pm. — responde sonriente. — Entonces ese reloj de ahí está bien… — responde preocupada. — No te entiendo — dice sonriendo Irma. — Es que se me hace tarde, y esperaba que este atarzado… — Entiendo, ¿tienes otra cita? — pregunta. — No, trabajo en un restaurante, y tengo que llegar a las 4:00pm y cómo va de lenta esta fila… nos están llamando cada 10 minutos… — dice quejándose. — Si estos lugares son así, ¿para que área vas? — pregunta — Por cierto me llamo Irma… — le da la mano. — Soy Felipa — le da la mano también. — Micho gusto, lindo nombre… ¿para que área vas? — pregunta nuevamente. — Pues me interesa mucho el área de Diseño, soy diseñadora de interiores… y esta casa de diseños es muy reconocida, llevo queriendo trabajar aquí hace mucho, es la 5ta ves que vengo… — ¿Tantas? — dice sorprendida. — Si, es que siempre me piden más requisitos, lo último fue una especialización en arte conceptual grecorromano… — dice levantando las cejas. — me costó, pero pude obtener la especialización y bueno… ¿y tú, Irma? — pregunta. — Administrativa, acabé hace un año la carrera de administración de empresas y negocios y bueno no he tenido suerte… mis padres ya no quieren seguir manteniéndome así que… a trabajar. — sonríe. — Bueno, estamos casi igual, acabé hace un año también, y he estado tratando de conseguir algo, pero es difícil… nadie cree en mí, soy demasiado joven… pensé que ese estigma era un mito que decían los que terminaban la universidad y eran mediocres… — Ya somos dos, amiga… — sonríen. El resto de la espera se la pasaron contándose anécdotas, sus vidas familiares, sus vidas amorosas, se hicieron amigas rápidamente, las dos eran jóvenes con espíritu emprendedor y con mala suerte en el área laboral, Irma en esos tiempos era una vaga que vivía en casa de sus padres, aún era soltera. La primera en ser llamada a la entrevista fue Felipa, a la cual la entrevistaron igual que la última vez, pero esta vez no le dijeron que necesitaba más especialidades o títulos, esta vez le dieron que “la llamarían después” que considerarían su curriculum para el empleo, lo que no le dio muchos ánimos. Al salir también salía Irma de la otra oficina, ambas habían escuchado lo mismo, ambas prácticamente habían perdido más de medio día por nada. Dado que Irma tenia auto, se ofreció a llevar a su trabajo a Felipa quien lamentablemente llegó un poco tarde, se despidieron y desearon suerte, por la prisa no intercambiaron números ni nada. Felipa como en otras oportunidades recibió regaños de su jefa, una mujer algo neurótica que se la pasaba renegando de todo y principalmente de sus meseras. Los 45 minutos que se retrasó la pobre Felipa se lo descontarían como medio día, y como necesitaba el trabajo no era capaz de decir nada. Esa tarde luego de la universidad Juan visita la oficina de Manuel, la cual no era la enorme oficina que tenía más adelante en la historia, esta era más pequeña, pero era lo mejor que podía pagar en esos tiempos. —Te tengo buenas noticias, amigo… — dice sacando una botella de whisky de su minibar. — ¿bebes? — le pregunta a juan. — He… no, no gracias no soy de beber— responde sonriente. — Bien, no hay problema… que escritor tan extraño eres… — dice sonriendo y sirviéndose unos hielos —... Bueno, te decía que te tengo excelentes noticias, amigo…, han hecho un sondeo general de los libros con más posibilidades de ser éxitos de venta este año, y el tuyo lidera el 4to puesto… de más 150 a nivel mundial y a nivel nacional más del 50 en Latinoamérica, creo que eso es muy bueno, y estoy en conversaciones con algunos contactos en España, si tu libro alcanza el best seller antes de los 6 meses de ser estrenado creo que en menos de un año podríamos firmar con editoriales españolas, amigo, entonces sí que serás mejor que Jaime bayly. — le dice bebiendo de su vaso de whisky en las rocas. — Vaya… eso es increíble, — le dice — ¿Cómo sabes eso? Esos sondeos son privados… — Bueno, los organizadores de la feria me deben algunos… “favores” así que me facilitaron esa información, amigo… eres el primer escritor con el que trabajo, así que… quiero darte una buena impresión… — le dice. — Lograste que me publicaran en menos de 5 años… eso es una buena impresión, Manuel, y bueno nada me gustaría más que ser publicado en Europa… imagina eso…. — Pues todo depende de cómo se venda tu libro en términos reales, pero tengo mucha fe en ti, y en todo caso ya editoriales Catalina firmaron por tus otras dos novelas, así que serán dos años en los que llenaras las librerías, claro que tienes mucha competencia, pero descuida, me aseguraré de que te entrevisten y todo… yo tengo muchos amigos… y la mayoría me tiene muchas deudas… — sonríe. —De verdad te agradezco muchísimo, amigo en serio que si… en un principio pensé que me estafarais debo aceptarlo…, no todos los abogados fungen de representantes de artistas… — sonríe. — Como te dije, las leyes son aburridas, y me gusta ayudar a las jóvenes promesas en sus trámites legales… — bebe de su copa — tu solo concéntrate en escribir buenas novelas, principalmente trilogías, están de moda, yo me encargo de venderlas y conseguir buenos acuerdos… — Si, no te preocupes, yo no he podido avanzar mucho últimamente pro el trabajo y ya estoy por terminar el doctorado, lo obtendré en dos meses más y bueno, me interesa ser profesor en alguna buena universidad… — Pues estamos Noviembre, la mayoría de universidades cierra ciclos pronto, enero y febrero es cuando más contratan profesores, no te faltara trabajo… bueno, — mira su reloj — tengo una reunión con unas amiguitas… ¿no quieres venir? ¡Ah! Perdón, estas casado… — le dice. — No, no estoy casado, estoy conviviendo con mi enamorada… — responde poniéndose de pie. —Sí, sí, ya recordé, tu si eres de relaciones largas, — sonríe. Caminan a la puerta. — Nos veremos el miércoles en la tarde para a apertura de la feria del libro — dice Juan despidiéndose. — A las 6:30 en el auditorio “B” del centro de recepciones Amaralia. — le dice. Juan sale entonces y se dirige a su apartamento. Al llegar como siempre se prepara algo de cenar para él y para Felipa cuando esta regrese, ella suele llegar normalmente a las 9:30 de la noche. El la espera siempre para cenar juntos. Cenan mientras se cuentan sus días y luego de ver un poco de televisión, leer un poco o juan escribir unas cuantas páginas se van a descansar, esa noche Felipa se sentía algo deprimida pos su situación. — No te preocupes, amor — le decía Juan abrazándola en la cama. — Ya verás que te van a llamar y podrás desarrollarte en lo que te gusta. — Es que comienzo a pensar de que terminaré de mesera o vendiendo algo… — decía algo preocupada — ya debería estar trabajando en lo que me costó tanto estudiar — dice con angustia y suspirando. — ya verás que pronto te convertirás en una excelente decoradora, eres muy talentosa, amor… — le da un beso en la cabeza. — Tu ya estas trabajando en lo que estudiaste, en dos días seras un escritor publicado, lo cual me emociona y me alegra, mi amor, pero pues… cada ves me siento más como una fracasada de 21 años… — Vamos, no digas esas cosas, mi amor, es así, muchos universitarios pasan el primer año sueltos en plaza buscando trabajo, yo tuve la suerte de conocer a Edgar que me dio trabajo, y bueno haber escrito algunas novelas que pasaron los filtros para ser publicadas, confía más en ti, amor… te conozco 7 años de mi vida y sé que eres muy talentosa, cuando vean ese talento… no te faltara trabajo. — Tienes, razón, amor, no voy a preocuparme…, mañana seguiré buscando…, — se acerca a besarlo — eres el amor de mi vida, — le dice sonriéndole muy enamorada — tu siempre me animas, sabes siempre que decir. — No creas, a veces me dejas si palabras — la besa y la abraza con mucho amor y delicadeza. ***Martes*** A la mañana siguiente Juan se va a trabajar como todos los días, luego de desayunar con Felipa y despedirse amorosamente. El resto de la mañana Felipa continúo buscando empleo en algunas páginas web, llamando por teléfono y dirigiéndose a algunas oficinas. Lamentablemente la respuesta siempre era similar. No conseguía que le dieran una esperanza real, mientras ella se seguía frustrando y regresando a ese horrible trabajo en el restaurante. Esa tarde antes de salir al trabajo recibe una llamada de su madre. —Hola, mamá… ¿Cómo estás? — pregunta mientras preparaba la ducha. — Hija, quería saber si vendrás también esta navidad con Juancito… — le pregunta. Como muchas navidades ellos solían ir a pasarla en casa de la familia de Felipa, puesto que la familia de Juan no era de celebrar esas fiestas tan familiar mente, como ya sabemos su familia está separada y cada quien la pasaba a su forma. — Pues aún no he hablado con Juan de eso, mamá, estamos comenzando noviembre… — dice. — ¿comenzando? — pregunta su madre algo confundida. — Hija estamos 28 de Noviembre, falta menos de un mes para las fiestas… — le dice. — ¿en qué estás pensando, hija? — le pregunta. — Ay perdóname, mamá es que ando media volada… — le dice dirigiéndose a la sala. — Y hijita… ¿sigues buscando empleo? — le pregunta. — sí, aún estoy en eso, mamá, estoy esperando algunas respuestas, pero no lo sé… — dice recostándose en el sofá. — Hija, si necesitas algo ya sabes que puedes contar con nosotros… tu papá y yo podemos girarte algo… — Mamá, ya te dije que no es necesario…, ya ustedes pagaron mucho por mis estudios, te aseguro que estaré bien, tengo algo ahorrado que me va a ayudar y además estoy trabajando, no tengo problemas de dinero, solo quiero aprovechar mis estudios… ¿Cómo esta Francesca? — pregunta. — Tu hermana tiene un noviecito nuevo, lo conoció en este ciclo de la universidad, es estudiante de 5to ciclo de psicología, es un buen chico, algo tímido, pero se ve que sabe mucho y quiere a tu hermana… ¿Cuándo vienes a casa así puedes conocerlo? — pregunta. — quizás, el domingo mamá, necesito primero arreglar algunas cosas — La verdad era que se sentía avergonzada de su situación, sentía que sus sueños se retrasaban mucho. — Bueno, te esperamos, ¿sí? Ven con Juancito, ándale nuestros saludos… — Ok, mami, cuídate, besos a papá y a Francesca. Corta. Felipa suspira y se alista para salir a su trabajo. El resto del día siguió sin complicaciones más allá de algún regaño de parte de su jefa que ya era algo habitual. Esa tarde juan conversa con uno de sus profesores después de sus clases, este profesor le había pedido que se quede. — ¿Ocurre algo profesor? — le pregunta este algo preocupado. — Nada malo, amigo, anda malo, al contrario es muy bueno…— le sonríe. — Pues dígame… ¿Qué ocurre? — pregunta confundido. — Te he recomendado para un trabajo… — le dice sonriendo. — ¿Cómo así, profesor? ¿de qué se trata? ¿es algo de literatura? — pregunta. — No, es para dar clases en una universidad…— le dice. Juan se sorprende, debido a que aún no obtenía el doctorado o el master para poder dictar clases. — ¿pero cuando, profesor? Aún falta un tiempo para obtener los títulos necesarios… — dice confundido. — Lo sé, por eso te recomendé… en la provincia de Asturiate hay una universidad que está creciendo poco a poco y esta año que viene se inauguran 3 nuevas carreras, psicología clínica, Ingeniería agrónoma, Artes dramáticas y Bibliotecología en la facultad de letras, y van a necesitar gente muy preparada para ese curso… y pensé inmediatamente en ti, he sido tu profesor en pre grado, post grado y ahora tu asesor en doctorado…, sé que eres el indicado, a tu edad has demostrado estar muy reparado, y sé que el doctorado lo obtendrás aunque no quieras, así que — busca en su maleta una tarjeta que le da — … esta es la tarjeta del director de la escuela de letras de la universidad de Asturiate, habla con él…, ya sabe de ti, le envié tu historial, le hable d etus logros en esta universidad, tus trabajos investigativos, tu tesis, tus post grados…, dijo que con lo que llevas encima es más que suficiente, y la paga no es nada mala, amigo… — ,le sonrie. — Vaya, profesor… — dice mirando la tarjeta y sonriendo —… es lo que siempre quise, — le da la mano y le agradece — gracias en serio, me comunicaré con él. — De nada muchacho, sé que llegaras muy lejos, esa universidad esta muy lejos de la ciudad, pero Asturiate es una provincia hermosa y no tiene anda que envidiar a Ciudad Catalina, es más allá el aire es más pudo… — sonríe. Juan sale de la universidad esa noche muy emocionado, era la oportunidad de su vida haciéndose realidad, ser profesor universitario, publicar un libro, todo parecía salirle bien al joven juan. Solo había un problema que él consideraba, esa provincia quedaba a 7 horas de la ciudad y a 8 horas de la casa de Felipa, estarían lejos de sus familias, él pensaba en que ella quizás no estaría tan feliz de viajar, puesto que él tenía en sus planes viajar con ella a Asturiate, puesto que en su plan de vida está siempre estar a su lado. Esa noche cuando regresó Felipa decidió no contarle nada aun hasta poder hablar con el director de la facultad de letras y estar seguro de como tomar la decisión junto con Felipa, la cual era un factor importante en sus decisiones. El sabía que ella no le diría que no, simplemente se iría con él, pero ella también tenía sus sueños y debía pensar en eso. Esa noche cenaron, conversaron acerca de los planes para navidad y no quedaron en algo concreto puesto que aun consideraban que era pronto para planearlo, y juan tenía la idea de hacer algo ellos dos solos para variar ese año. ***Miércoles*** Por fin el gran día, la feria del libro de Catalina, a pesar de sr una ciudad pequeña a comparación de otras en el país, era una ciudad que reunía culturalmente lo mejor, era en punto centrar de ferias culturales, como la feria del libro, la feria del arte plástico y la feria musical, este año le tocó a la feria del libro, una feria expositiva de una semana exacta, en donde se ponen a la venta los nuevos libros que postulan a sr éxitos de venta, las editoriales organizan, en parte, esta feria tan grande como una manera de ampliar el mercado y dar a conocer a sus nuevos escritores amateurs y no tan nuevos. Este año aunque hay mucha competencia, Juan había logrado hacerse de un puesto entre los mejores, su primer libro “El hombre libre no existe en tierra de esclavos” era el perfecto para abrirle paso entre los escritores serios, pero a la ves al ser una novela fácil de leer, hacía que rápidamente los jóvenes lo acogieran. Esa noche Juan estaba muy nervioso, puesto que era su primer libro, si este tenía el éxito que se espera le seguiría otras publicaciones. Manuel estaba con él, acompañándolo y tratando de tranquilizarlo, se le había preparado un cubículo en el cual el firmaría algunos libros a sus compradores y leería más tarde en un escenario algunas páginas de su libro. Mientras esperaba a que iniciara la feria, la cual normalmente comenzaba entre las 8 y 9 de la noche conversaba con su representante y nuevo amigo al cual le comentó lo del trabajo que le habían sugerido. — No me sorprende, amigo — le dice — debes aceptar, es una excelente oportunidad, están confiando en ti, no los decepciones… si algo he aprendido en este trabajo es que siempre debes dar lo mejor de ti… y esta oportunidad que te dan es excelente, no lo pienses mucho… — Lo que sucede es que no estoy solo, no puedo pensar tan egoístamente… — decía el pensando el Felipa —… mis sueños no son más importantes que los de mi novia… — Pero si pierdes esta oportunidad… quizás te arrepientas algún día… — le dice — por ejemplo, yo, se me ocurrió casarme hace unos años, por su puesto ya me divorcié…, pero hasta ahora me arrepiento de haberlo hecho, me dejó en la banca rota… por eso represento artistas — le sonríe y lo golpea con el codo. Juan sonríe. — Si, pero es diferente, ella es muy importante para mi…,pero por otro lado no cualquiera te contrata o se interesa en ti sin pasar previamente por todos los procesos burocráticos que de verdad tardan tanto… — Por eso mismo aprovecha, ve con ella… que consiga un trabajo por allá, o mantenla tú, ganaras lo suficiente hasta para mantenerme a mi…, es una universidad privada, están en su auge… — Tengo que pensar muy bien que hacer… — dice pensativo. — ¿Vendrá tu novia? Para comenzar a fumarme mis cigarros la última vez que fume delante de ella se enfadó conmigo… — dice sonriendo. — Si, vendrá más tarde sale de su trabajo a las 9:00, llegara antes si le dan permiso… — Ok, mejor fumo de una buena vez… ¿tus fumas? — Le pregunta y luego continua —… ¿Qué vas a fumar tú? — dice sonriendo. — eres demasiado bueno…, eres tan bueno que no te creo que seas tan bueno. Ambos sonríen mientras comienza la inauguración. Esa noche uno de los libros más vendidos fue el de Juan, por primera vez se sintió como un escritor de verdad, firmándole a sus compradores, dedicándoles palabras, se sentía feliz de haber logrado uno de sus sueños entorno a la literatura. Esa noche leyó ante un consideraba grupo de personas que compraron su libro y lo escucharon muy interesados, era la primera vez que sentía lo que supuso sentirían esos escritores a los cuales el mismo de estudiante fue a ver en la inauguración de la misma feria hace años, esa emoción de sentirse escuchado y observado por tanta gente, jóvenes adultos, profesores, alumnos que apreciaban su trabajo de más de 3 años que ahora era una realidad. Esa noche fue felicitado por alguno de los organizadores, brindó acompañado de su novia, su representante y el resto de gente importante asistente, fue una feria exitosa y se esperaba que en la semana que estaría abierta las ventas siguieran creciendo. Y efectivamente así sería. Esa noche al regresar al apartamento luego de la celebración en la feria, juan y Felipa tendrían su propia celebración particular, este se merecía después de todo un premio muy especial que solo Felipa le sabía dar. Había sido un día bueno para Juan, un día que quedaría en su memoria por siempre, aunque la felicidad resulta efímera a veces, los recuerdos que quedaban grabados en nosotros suelen ser perpetuos cuando han sido realmente significativos en nuestra vida. ***Jueves*** Felipa al despertar ese día, preparar el desayuno, despedir a Juan y encargarse del resto de cosa del departamento no imaginó que sería un día muy importante para ella. Esa mañana mientras revisaba su correo electrónico encontró un mensaje de “Diseños y emociones” (D&E) donde le informaban que se acercara lo antes posible, que habían considerado su curriculum para un puesto de diseño que le interesaría. La cita era para ese mismo día a las 11 de la mañana, siendo las 9:30 se apuró en alistarse y salir lo antes posible. Esto representaba lo que podría ser el comienzo de algo importante en su vida. Y así hubiera sido en ese momento, pongamos mucha atención a lo que ocurrirá a continuación. Oficina del área de contrataciones de D&E. Felipa esperaba afuera, solo habían 3 o cuatro personas ahí e la recepción, eran obviamente las personas que habían pasado los filtros hasta llegar a ese punto, ella estaba muy emocionada, estaba temblando, si la contrataban podría hacer muchas cosas, sabía que un puesto en esa casa de diseños con alcances internacionales representaba un gran paso en su carrera, o al menos la oportunidad de surgir. — ¿Srta., Felipa Burgos Salas? — dice la encargada asomándose por la puerta. — Sí... Yo, yo soy — dice levantándose emocionada y muy sonriente. — Adelante por favor. Felipa ingresa entonces a la oficina donde ya había estado algunas veces, aunque quien la atendió ahora era una señorita diferente. La invitan a tomar asiento, la señorita encargada del área de contrataciones revisa entre los archiveros y saca de ahí el historial de Felipa, donde se encontraban sus datos, su curriculum y toda su información. Toma asiento y comienza a hablar con Felipa quien no dejaba de mover sobarse las manos pro la ansiedad del momento. — vera, srta. Burgos dado su curriculum el cual usted ha ido fortaleciendo a través de una serie de ocasiones en las que ha solicitado un puesto la hemos considerado para un puesto de trabajo en nuestra organización. Creemos que esta muy preparada ara desempeñarse correcatmente y estar a la altura del cargo, y aunque no hay referencias de antiguos trabajos, si tiene una amplia variedad de diseños y modelos propios, así como demuestra ser muy creativa… — Muchas gracias, de verdad aprecio la oportunidad… — responde. — Bueno, el puesto al cual usted ha calificado es el de “creativa adjunta” del área de interiores, lo que quiere decir que trabajara con la Creativa A1 de nuestra cede en argentina. Entonces es cuando la sonrisa de Felipa hasta entonces se borró de su rostro. — Perdón…. — dice ella interrumpiendo — ¿dijo argentina? Argentina… — Si, así es, el puesto al que accedió fue al que es necesario en argentina, lamentablemente aquí en nuestra ciudad ya no hay vacantes en ese puesto, y creemos que eres adecuada, tienes el perfil que se necesita allá, es una buena y única oportunidad, creemos que en menos de un año podrías ascender, entonces serias Creativa de área, luego creativa en jefe…, dependiendo de tu avance, es una buena oportunidad, por su puesto la empresa te paga el viaje y los viáticos hasta tu primer sueldo, luego de eso estarás por tu cuenta, también te damos un apartamento junto a otras chicas que viajarían contigo, pero luego de segundo sueldo, donde ya no se te descontaran absolutamente nada, podrás conseguir tu propio apartamento donde tu dispongas. Era sin duda una oportunidad única, pero mientras La señorita hablaba en la cabeza de Felipa solo estaba juan, juan no podría viajar con ella, estaba su trabajo, aquí, su carrera aquí, sus estudios, todo en la ciudad. — ¿cuándo tendría que viajar? — pregunta Felipa. —Pues pasadas las fiestas de año nuevo, el 12 de enero comenzarías — le dice sonriéndole. Era una oportunidad única en su vida, había luchado mucho por trabajar ahí, y ahora que lo conseguía, tendría que dejar mucho por ese trabajo. Debía regresar mañana en la tarde para firmar los contratos necesarios. El resto del día se sentó en un parque a unas calle de D&E, pensando en que iba a hacer, incluso faltó al restaurante, necesitaba de verdad analizar su estado, lo que para una mujer como ella que nunca se decide qué color de jabón comprar, esto seria difícil. Por un lado deseaba mucho viajar, crecer profesionalmente, sabía que juan la apolaría, pero por otro lado juan tenía sus propios sueños, y ella sabía que en sus planes a futuro ella había considerado, y ella lo estaba considerando a él. Estaba en una encrucijada, su futuro profesional, su futuro con Juan. Si se quedaba con juan debería seguir buscando una oportunidad de trabajan en la ciudad, quizás partir de cero y poner su propia empresa como había ya pensando, lo que sería mucho más difícil a comparación con la opción que tenía a una firma de distancia. Si viajaba a argentina seria el comenzar de una nueva vida, quizás juan pudiera viajar con ella, pero ella sabía que se estaba haciendo una carrera aquí, estaba surgiendo, y haciéndose de un nombre, en argentina el también tendría que regresar a cero, la universidad, su doctorado, no podía ser tan egoísta, se sentiría culpable si juan no lograba sus metas. Pero se sentiría mediocre si ella no cumplía las suyas. Por su parte Juan tampoco la estaba pasando bien, se había comunicado con el director de la facultad de letras de Asturiate, le había propuesto que vaya a verlo y que arreglarían un pre contrato ya mismo, que el campus universitario estaba a su disposición cuando deseara para conocerlo, visitar su biblioteca de la universidad, le adelantó que el sueldo seria digno de un escritor publicado como él, y con su grados alcanzados. Hablar con el director le dio tanta seguridad, lo hizo sentir como alguien tan especial, todos sus esfuerzos en estos años daban frutos, le dijo que se tome el tiempo para pensarlo, que sería su decisión al final, que no se sienta obligado a nada con él. Que pensara en lo que le conviniera. Habló con Edgar esa tarde antes de salir a la universidad, le expresó la situación por la que pasaba, el anciano bibliotecario le aconsejó que hiciera lo que verdaderamente su corazón le dictaba, y aunque sonara demasiado novelesco, siempre era lo mejor, puesto que actuar pensando en uno mismo, dejándose llevar por la sed del querer, al final sería tan efímera la sensación de triunfo que terminaríamos arrepintiéndonos de nuestras decisiones. Lo que le dijo el anciano lo hizo pensar mucho, el sabia de Felipa, y de lo mucho que Juan la amaba y de la confusión que el sentía ante una decisión así de importante. Trabajar en una universidad que estaba ganando renombre, y que muchos años después de ese día se convertiría en una de las más reconocidas a nivel nacional, pero en ese instante él no lo sabía, solo pensaba en hacer lo mejor, pero lo mejor para ambos, él y su entonces amaba Felipa. Esa noche luego de una larga caminata desde la universidad a su apartamento en donde analizó mucho la situación, llegó a casa, ahí se encontraba Felipa quien lo recibió. — ¿Amor? Pensé que llegarías más tarde — le dice Juan sorprendido y recibiéndolo con un abrazo y un beso. — Mi amor… — le dice y lo besa —… te extrañe mucho y… quise venir temprano y recibirte… — Bueno, yo… también te extrañe muchísimo — camina abrazado a ella hasta el mueble donde se sientan. — Todo el día estuve pensando en ti — le sonríe mirándole al rostro, como si no la hubiera visto en muchos meses. — te amo, te amo muchísimo… quiero… quiero que sepas no hay nada más importante para mí que tú, amor…— la besa tiernamente, disfrutando cada segundo que sus labios se tocaban. Ella muy sorprendida pero disfrutando el momento le responde: — Ay, amor, mi escritor favorito… — suspira —… de verdad tengo mucha suerte de tener a un novio tan guapo, inteligente, cariñoso y que siempre me hace sentir especial… — lo toma de las manos — no hay nada más importante que tú para mí, y… te quiero conmigo para siempre… en cada aspecto de mi vida… prométeme que estarás a mi lado — se abraza a su pecho con una emoción infinita, se veía y expresaba tanta delicadeza y necesidad de estar ahí con ese hombre que la amaba tanto. — Felipa, siempre voy a estar a tu lado, mi amor, siempre… no quiero dar un paso sin que tu des el mismo conmigo… quiero ser el mejor para ti, amor… dedicarte mis libros, mis triunfos y seguir regresando a casa y verte aquí, — la abraza dándole todo el calor y cariño que ella necesitaba y esas palabras que la hacían sentirte tan protegida y amada que en ese momento fue lo único que necesitaba. Todo estaba claro entonces, para ambos, el no aceptaría ese trabajo, no sobrepondría sus deseos a los de ella, confiaba en él, sabía que lograría sus metas tarde o temprano, mientras ella estuviera con él, podría lograr todo lo que se propusiera. Ella al igual al estar en sus brazos tuvo lo necesario para darse cuenta de que a pesar de perder una gran oportunidad, no pediría a la única persona que sabía, en ese momento, que estaría a su lado siempre y le daría las palabras necesarias para no rendirse jamás. Esa noche ambos tomaron decisiones trascendentales en sus vidas, decisiones que cambiaron sus caminos, Juan nunca le dijo a Felipa que le habían propuesto un trabajo excelente en una universidad, y ella jamás le dijo a Juan que pudo viajar a argentina a comenzar a trabajar en lo que en la actualidad sigue siendo su principal competencia en casas de diseños y decorados de interiores. Pero nunca se arrepintieron de sus decisiones, hasta el último día en que estuvieron juntos no renegaron de esa decisión, puesto que desde ese día ambos se apoyaron en todo lo que decidieron y la verdad es que no les fue nada mal, el éxito para ambos llegaría por sí solo. ***Viernes*** El día siguiente Felipa continuó buscando trabajo, debido a que en el restaurante no la recibirían de nuevo, la dula había sido bien clara, una falta y adiós. Aparte que estaba estresada de ese aburrido trabajo, por lo que quería conseguir algo menos tensionaste. Ignoraba que esa mañana mientras paseaba por el centro comercial luego de caminar visitando algunas direcciones de empleo, su suerte cambiaría, decidió comprarse un café para calentarse un poco, ingresó a una cafetería de las tantas que había por ahí y mientras bebía de su taza y pensaba en que haría alguien que conoció hace poco la reconoce. — ¿Felipa? — le dice una voz que no reconoció. Al girar la cabeza reconoce a Irma. —Hola… — dice poniéndose de pie y saludándola. — qué día tan frio… — le dice saludándola — ¿Qué haces por aquí? ¿De compras? — pregunta amablemente y sentándose con ella en la misma meza. — No, solo entre a comprar un café, hace frio y estaba buscando empleo… — le dice con una expresión de aceptación. — ¿No te llamaron tampoco? — le pregunta. Entonces Felipa le cuenta todo lo que sucedió mientras ambas disfrutan de unos cafés. Es ahí cuando entre conversación y conversación Felipa menciona su idea de emprender una empresa propia, pero que para eso aún le faltaba mucho dinero que ahorrar. Lo que coincide con la idea que tenía Irma de invertir en un negocio. Lo que comenzó como una simple conversación en una oficina esperando por un entrevista de empleo se convirtió después en Design & fantasy, una casa de diseños muy conocida, así como Felipa e Irma se convirtieron en las mejores amigas. Juan conversó con su asesor de Doctorado y le explicó de sus motivos por los cuales no aceptaría ese puesto que tan amablemente le ofrecieron, el profesor aunque algo inconforme aceptó y le deseó toda la suerte, puesto que sabía que su potencial daba para alcanzar un puesto en cualquier universidad que el deseara, sea en la cuidad, o fuera de esta. Como se sabe, ambos siguieron juntos apoyándose en sus incursiones laborales, mientras su amor crecía, sus vidas cambiaban, mientras su amor crecía ellos maduraban, él se convertía poco a poco en un exitoso profesional y escritor, ella una reconocida diseñadora, competente y cuya marca era signo de modernidad y estilo. *** Muchos años después, cuando sus vidas se separaron y el destino los puso juntos en un tren, pero con caminos diferentes, en el fondo de sus corazón seguían recordado estas decisiones que tomaron, y en esta etapa de sus vidas, ya mucho más experiencia, mucho más maduros, seguían recordando que alguna vez se habían prometido estar juntos siempre, y aunque ya no signifique lo mismo que en su momento, no lo olvidaban, puesto que a pesar de haber estado en brazos de otras personas, esas pequeñas cosas de sus pasados siguen haciendo eco en las decisiones que hoy deben tomar. El al borde de un matrimonio que no desea, ella tratando de cubrir con un embarazo la cadencia de algo que aún no identifica bien en su matrimonio. EL tren se detiene entonces en la estación de Catatao, siendo las 7:45pm. Felipa coge sus cosas el porta equipajes superior, y se dispone a salir junto a los demás pasajeros que se alistaban a bajar también, Juan no se había percatado de nada, solo había estado ahí leyendo, repasando del tema que hablaría, internado en su propio mundo. Felipa baja del tren pero da un vistazo rápido al vagón, suspira y entonces se dispone a bajar lentamente junto a los otros pasajeros, Juan entonces levanta la mirada y se soba los ojos y parece reconocer la figura de esa mujer que bajaba del tren, esas orejas, ese perfil, la siguió con la mirada hasta que desapareció entre la gente que salía, y la gente que abordaba. Igual en el andén, Felipa tuvo la sensación de haber visto a alguien conocido ahí entro, pero no estaba segura, se detuvo ahí de espaldas al tren, ignoraba que de haber volteado un instante hubiera visto a Juan con la cara en la ventanilla observándola preguntándose ¿será ella?. Juan tuvo que regresar a su lugar, el tren partía, eran paradas rápidas. Cuando este regresa a su asiento con la duda de si esa mujer que estuvo en el vagón con él era Felipa, ella giró muy tarde, no vio nada más que una mancha de vapor en el cristal del ventanal del vagón y un hombre sentándose ahí, seguro algún cliente de alguna ocasión, pensó ella, quizás algún engaño de su mente pensativa que deseaba ver a alguien. Levanto los hombros y continuó arrasando su maleta mientras el tren tras ella partía rumbo a su última parada. ***Continuara*** Franck, Palacios Grimaldo 17 de abril de 2014
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