Jaime Olate Escritor activo
Cantidad de envíos : 2341 Fecha de nacimiento : 17/01/1941 Edad : 83 Localización : Santiago de Chile Fecha de inscripción : 01/08/2008
RECONOCIMIENTOS Mención: -Escritor con textos DESTACADOS Mención: Lobo ,El Detective. Texto EXCEPCIONAL Premios: 1ºLugar Concurso "Ecología" parte Textos, Octubre de 2010
| Tema: Fantasmas en el Bosque de Abedules (5/5) Sáb Mar 19, 2016 11:08 pm | |
| Terminado el protocolo policial en el bosque, después de un cuidadoso peritaje al automóvil tapado con vegetación y de establecer que estaban las huellas del asesino en el volante y puertas, todos comenzaron a irse a sus respectivos trabajos para informar al público, los policías a sus jefaturas con el homicida detenido y los profesionales en medicina legal que llevaban cuidadosamente los restos de la desgraciada pareja. Ya en el Instituto Médico Legal harían con mayor profundidad un examen cuyo informe llegaría al juez encargado de aclarar los dos asesinatos y dar su veredicto contra don Gumersindo.
En la capital estaba el Prefecto Jefe, con su sempiterno rostro severo, informando a los medios de comunicación el término de la excelente diligencia llevada por su personal, notándose una leve satisfacción en sus palabras. –Esta Jefatura designó a sus mejores elementos para esclarecer un crimen que aparentemente no tenía solución -y se explayó con notorio orgullo creciente acerca de la habilidad de la Institución. Como es la costumbre en la Policía de Investigaciones, sólo aparece ante los periodistas el Jefe o quien los substituya para informar al público a través de los medios de comunicación masiva sobre cualquier hecho policial de relevancia.
El joven ayudante del Inspector, no pudo evitar una sonrisa sarcástica e hizo un comentario en voz baja a su jefe directo. –Es increíble este viejo, no da su brazo a torcer y es incapaz de nombrarnos, recordando seguramente que nos trataba de “mamarrachos” hasta que se convenció que de algo servíamos. Carrados , también en voz baja contestó con otro comentario. –Querido colega, prepárese pues estamos citados por el anciano a una reunión, con médicos legistas, jueces y personal de la Brigada de Homicidios. Sospecho que quieren saber cómo nos enteramos dónde estaba el cadáver de doña Nora Negrete.
Efectivamente, contra sus principios el famoso Inspector Carrados debió hablar ante una concurrida audiencia de investigadores profesionales. –Caballeros, –su voz ronca y casi siempre monótona, con evidente aburrimiento, era escuchada con avidez por sus auditores– no es la primera vez que debo investigar un caso con aparentes fantasmas. “ Lo primero que debemos tomar en cuenta es la psicología de la gente con pocos estudios acerca de fenómenos “fantasmagóricos”, en especial campesinos. Hay una explicación naturalista y científica que nos habla de la oxidación de la fosfano o fósforo que tienen los huesos animales, por lo tanto, humanos también. Al descomponerse los tejidos cadavéricos dicho fósforo y los gases de metano que se desprenden, pueden producir lo que se conoce como fuego fatuo que, por razones aún ignoradas, pueden producirse hasta en barcos en alta mar. Estas flamas se mueven de acuerdo con el viento que haya en el ambiente. “ Fue lo que vieron en este caso los campesinos de la finca “Los Totorales” y … nosotros mismos. Debo agregar que es común en los cementerios ver a dichos fuegos fatuos y de ahí … a la leyenda de fantasmas hay un paso; al recordar esto, presumí que habían cadáveres sepultados en el bosque de abedules Es todo, caballeros, gracias por su atención”.
El viejo Prefecto no pudo contener su deseo de demostrar sus conocimientos, se “colgó” de las palabras del verdadero héroe en esta investigación. –Deseo redondear como el señor Carrados aclaró este difícil caso. Los funcionarios de la PDI deben tener un conocimiento superior a la media de nuestra población; de modo que cada uno de ellos debe ser capaz de tener una conversación fluida acerca de numerosos tópicos. En Medicina Legal desde la Escuela de Investigaciones los detectives ya traen conocimientos básicos, tales como los fuegos fatuos y otros fenómenos físicos.
Fue aplaudido por los asistentes, mientras el “picudo” Detective González no pudo contener su ironía. –Este vejete debería estar relatando cuentos a sus nietos y no colgarse del conocimiento de otros para jactarse. Carrados guardó silencio, pero hizo un suave chasquido con su boca. Y así, se retiraron en silencio y caminaron por entre el gentío que a esa hora invadía las calles de la capital.
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