El Invierno y sus Historias Secretas

El Invierno y sus Historias Secretas

Como de costumbre el hombre anciano  caminaba sin rumbo. Llevaba un bagaje de recuerdos tan viejos como los trapos entreverados en un bolso de cuero ajado… tan ajado como el ajado de sus manos.

La tarde caía entre edificios y el gentío hecho un tsunami de ansiedades se llevaba a empellones los últimos rayos de sol.

Como otros tantos ojos, los suyos buscaban sin prisa el refugio de un umbral o la ochava donde el viento confundiera el rumbo y dejara un vacío de calma en aquella noche de mayo.

No sentía frío, sin embargo, su alma llevaba el frío y la tristeza del invierno.

El alero de un comercio puso fin a su camino, allí acomodó su cuerpo, se respaldó en la pared, dejó a su lado el bolso de cuero y… sin perder tiempo revolvió en su interior. Un trozo de pizza dura y un pedazo de cielo su almuerzo, la luna su compañera y después de un rato con la mirada perdida… encendió un pucho que se apagó con su último suspiro.

Mucho muy bueno, me ha gustado! Me gustan las metaforas que, entreveradas, dejan ver otras dimensiones ademas de la del viejo. Ejemplo: " ... y el gentío hecho un tsunami de ansiedades, se llevaba a empellones los últimos rayos de sol."

Excelente!


Abrazo fraterno para vos, compadre.