Las historias
La gente lleva consigo un bagaje de vivencias. Cosas de todos los días, momentos plasmados en páginas escritas en un libro, que la gente van dejando en el tiempo para que luego culmine en una historia.
Las historias están por todas partes, escondidas aquí y allí esperando ser descubiertas y contadas.
Son verdaderos tesoros a los que no se le puede poner un precio porque tienen un valor incalculable, el valor que tiene todo aquello que ha sido vivido.
Los escritores, muchos de nosotros somos esencialmente incansables contadores de historias.
En lo personal me fascina descubrir en ellas anécdotas, lecciones de vida, experiencias mágicas. Verdaderas joyas que guarda el alma de la gente.
Las historias están allí, en una mirada, un gesto, detrás de una puerta, en la imagen congelada de una foto o a la vuelta de cualquier esquina.
Están allí esperando ser descubiertas y regalarnos sus días y noches.
Están allí para mostrarnos sus heridas cicatrizadas y enseñarnos que al final la vida siempre compensa sufrimiento con una caricia.
Están allí. Quizá en un objeto.
Sólo hay que aprender a descubrirlas mirando más allá de lo que pueda ofrecernos los ojos.
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Ricardo "Cocho" Garay
"Sólo soy un soplo de vida en la eternidad"