Por la Boca muere el Pez

Un vendedor, un empleado administrativo y el gerente iban a almorzar. Mientras caminaban por la vereda, vieron tirada en el suelo una vieja lámpara de aceite, como la de Aladino. La frotaron y apareció un genio enorme envuelto en una nube de humo. El genio les dijo:

- Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno de ustedes.

- A mí primero..., a mí primero...!!! - se adelantó desesperado el empleado administrativo - Quiero estar de vacaciones en el Caribe y..., puff! Desaparerció.

Sin salir de su asombro, el vendedor alcanzó a gritar:

- Ahora a mí...! Mi turno...! Quiero estar en Hawai, descansando en la playa con mi masajista personal, una inagotable provisión de cerveza y con una top model. Y..., puff! Desapareció.

- Bueno, ahora te toca a tí - Le dijo el genio al gerente.

- Muy bien, quiero que esos dos imbéciles vuelvan a trabajar inmediatamente después del almuerzo...!

  

Se agradece de corazón la visita, amiga Any. Un saludo con afecto,
José