CONFESION

[left][left] CONFESION
La sensación de culpabilidad le hacia dar enormes bocanadas a su cigarrillo, era el tercero en
Media hora, mucho para su cigarrillo a la semana que tenia acostumbrado, quería irse, pero aun no podía, debía permanecer firme a pesar de que lo único que quería era correr y disculparse con ella, tumbarse a sus pies y rogarle que lo perdonara, sin embargo la sensación de no querer perderla era tan o mas fuerte, no sabia como reaccionaria a la noticia del engaño, tenia la idea de que lo llamaría perro infeliz, pero no sabia que seria después, después del odio del momento, que seria después de desahogarlo todo en alcohol y en el hombro de alguna de sus amigas, temía que una le dijera que lo dejase, temía que la convencieran, o peor aun que no requiriera de alguna para tomar la decisión, tiro el cigarrillo que ya había acabo hasta la colilla.
Decidió no entrar a la casa, se alejo del lugar , alzo la mano para detener un taxi, se subió y le ordeno que lo llevara a su hogar.
Cuando llego a su hogar se sirvió una copa una de vino tinto, se sentó en su sofá y dio un pequeño sorbo a la copa, se recostó en la hombrera y decidió quedarse dormido, no quería desvestirse, no quería quitarse los zapatos, ni siquiera quería levantar para sacarse el control remoto que tenia clavado en un costado, el sonar del teléfono lo hiso reaccionar, la sensación de culpa casi se iba, sabia que habría haber sido un error contarle a ella lo que había hecho, pues después de todo la otra se iría en dos días, no la volvería a ver, no tendría que lidiar con esto nunca mas, jamás sucedió nada y podría seguir con los planes de la boda, tomo el teléfono y contesto con aliviado hola.
-hola mierda, como estas.
Por unos momentos pensó que podría ser algunos de sus amigos que le hacían alguna broma, como era costumbre.
-¡así, pues ve a que te jodan!.
Colgó el teléfono con una sonrisa, el teléfono volvió a sonar, con una idea en la cabeza volvió a contestar, le diría que no tenia humor para bromear esta noche que lo dejasen en paz.
-si me vuelves a colgar, te juro a que mañana mismo tu novia se enterara de lo mierda que eres, ¿entendiste?.
Esta ves la sonrisa se le desvaneció del rostro, un frio le recorrió la espalda, sabiendo que sus amigos nunca le bromearían con una cosa así contesto con una vos graves y violenta.
-¡no se quien te creas pero…!.
-¡JA JA JA!, pero si no importa lo que yo crea, si no lo que tu piensas, lo que ella pensara, eso es lo único debería preocuparte, ahora lo que harás será meterte el dedo por el culo y retorcerlo hasta que sangres.
Colgó el teléfono encabronado, no estaba de humor para ese tipos de cosas, en otra ocasión lo dejaría pasar, no era la primera ves que algún cabronaso lo hubiese llamado, se había tirado a tantas tías casadas o con pareja que cualquier pendejo tenia el valor de llamarle y tratar de asustarlo, ninguno lo había logrado, y este no seria la excepción, tomo el auricular y marco el numero de la policía para advertirle sobre la llamada.
-buenas noches servicios de emergencias.
-si quiero reportar una llamada amenazante.
-claro, espere mientras rastreamos su numero………………..ya lo tenemos, si, por favor dígame su nombre.
-soy Joey Gates.
-¡a claro, la mierda, jajajajajaja!.
Se alejo el auricular para verlo un momento como si pudiese ver la cara de aquel que quería atormentarlo.
-mira cabron, si no dejas esto te juro que acabaras mal, no sabes con quien te metes(dijo tratando de ahogar el grito de su garganta).
-pero es que tu no sabes con quien ya te metiste hijo de puta, te diré que, si ahora mismo brincas desde tu segundo piso, te quiebras los dos brazos, me iré, lo juro, y ni tu ni tu novia me volverán a ver…¡ups dije volverán!
Tratando de conservar la calma, una ráfaga de adrenalina le circulo por todo el cuerpo, trataba rápidamente de recordar algún nombre, algún rostro que hubiese visto desde hacia un tiempo, unas dos semanas mas o menos, si decía algún nombre que indicara que el conocía la identidad del sujeto quizás se alejaría sin tener que involucrarse mas, aunque no tuviera la mas mínima idea.
-así que eres tu, mira ya se quien eres, y mas vales que corras a esconderte, quizás así vivas mas.
El silencio parecía otorgarle la ventaja, pero de un momento a otro que no supo cuanto fue por la presión en su lóbulo frontal se escucho el ruido del movimiento de algunas hojas de papel.
-ya veo, podrías decirme cual sujeto soy, pues no se si soy el sujeto de la cabaña que rentaste para cogerte a la prima de tu novia, o el sujeto que te recibía en ese hotel de lujo cuando fingiste ser un fotógrafo de modelos, admito que valió la pena, quizás sea el chico que te sirvió la hamburguesa esta noche, debo decir que te veía muy guapo…si, eres un hombre muy atractivo, si fuera mujer también me hubiese entregado como si fuese una puta, vamos dime cual soy.
Josep sintió que el corazón le daba un vuelco, el sujeto sabia cosas que solo el podía saber, “cálmate, seguro alguna abrió la boca, eso es todo, no te asustes”, se decía a si mismo tratando de que el corazón no se le bajara hasta el estomago.
-oye.
-dime Joey, soy todo oídos amor.
-¿Qué quieres, dinero?, te lo puedo dar, todo el dinero que quieras.
-vamos Joey, lo único que quiero es que subas a tu recamara y observes como me follo a tu almohada, espero que no te moleste dormir oliendo mi eyaculación, tu almohada es de lo mejor.
Miro las escaleras esperando que en algún momento bajase con algún arma en la mano, quiso subir a a su habitación, el no lo veía, podía tenderle una trampa, darle con la botella de vino en la cabeza y ahí acabaría todo, saldría y llamaría a la policía por un teléfono publico.
-no te molestes, no estoy arriba, ¿si no como sabría que tienes una copa de vino en la mano?.
Esta ves todo el cuerpo le tembló, toda al fachada de hombre rudo se esfumo, tembló sobre sus piernas, sus brazos flaquearon ante la vos del sujeto, volvió a tomar el auricular, esta ves la vos era sumisa, tranquila, con ganas de una tregua.
-mira, si era tu novia, tu esposa o algo, te juro que lo siento, estoy cambiando, te lo juro, esta fuer la ultima, Jenny es la única con la que quiero estar.
-no estoy tan seguro, pues no le contaste nada esta noche, si estuviste dos horas afuera de su casa esperando que ella saliera, pues ya no podrías correr, pero nunca te atreviste a entrar, eres malo Joey, no puedo perdonarte tan fácil…¿Qué tal si te aplasto con tu casa?.
El piso comenzó a temblar, la botella de vino parecía bailar junto con la mesa, las cortina se movían de una lado a otro amenazando con caerse, la lámpara exploto dejándolo a oscuras, comenzó a chillar, las lagrimas le rodaban por la cara, de pronto una sensación de vacio lo orillo a abrasarse al la mesa en que estaba posado el celular.,
-no sientes el piso…es normal, es así como se siente cuando uno va al infierno Joey, ahora tendrás que pagar, pagaras muy caro a menos…….
Soltó el auricular y salió despedido a la calle, no importo nada mas que correr, a sus espaldas podía sentir como la casa se caía en pedazos, los pies se le cruzaban, a cada cinco pasos parecía caerse, las lagrimas le rodaban por los ojos, la siempre ruda y seria cara que era tan atractiva para sus parejas se desborono, su ropa elegante y fresca parecía volverse vieja y arrugada, llego hasta un teléfono publico, lo único en que pensaba era llamar a la policía pedir auxilio, marco el numero de emergencia, el sonido de la campanilla e espera era mortal, sabia que el sujeto estaba en algún lado, riéndose de el, burlándose de su sufrimiento, pero ya lo pagaría una ve que llamara a la policía, por fin una voz le respondió.
-emergencias, espere por favor.
-¡un loco viene tras de mi, algo me persigue, por favor…..!
-eso se iría si dijera la verdad de una ves mierda, vamos dígalo, confiéselo….
-¡SI MUY BIEN LO CONFIESO, YO ME TIRE A SU HERMANA, ME TIRE A ESA MUJER DEL BARRIO CHINO, ME TIRE A ESA DOCTORA, A TODAS, A TODAS , ME ESCUCHASTE JENNY A TODA….!.
Un llanto se oía del otro lado del auricular, un llanto que ya había escuchado antes, era Jenny.
-¡como te atreves cerdo, como te atreves!.
La llamada se corto, se quedo ahí parado en medio de la noche, solo y sin ningún consuelo, tratando de ordenar su mente miro su casa, perfecta como siempre, su ropa no tenia mas que unas manchas de tierra, las sombras ya no querían devorarlo, su casa no se había caído en pedazos, ya no escuchaba al sujeto, solo escuchaba a Jenny llorar, se derrumbo sobre sus rodillos y comenzó a llorar.
Días después Jenny platicaba con su amiga sobre lo sucedido.
-si ya te cuento, ese sujeto amable me llamo varias veces, se escuchaba muy agradable, yo le había comentado que yo tenia novio, estábamos hablando sobre las pinturas del museo y fue cuando lo escuche, ahí escuché a Joey, diciéndome todas esas cosas, aunque parecía estar muy asustado.
-que raro fue todo eso.
-si así es.
Nadie creyó la historia de Joey, Jenny lo dejo días después, ahora nadie conoce su paradero, pero si se escucha con atención en la línea telefónica se puede escuchar una tierna vos, o un cruel y despiadado juez, depende de que lado del auricular estés.
FIN