No controles... (aunque suene a canción de Mecano)

Hay que ver de qué modo y hasta qué punto hay personas que tienen tan esquematizadas sus vidas que influyen en los demás torrencialmente, con un magnetismo personal del cual es hasta complicado el sustraerse; son fuentes de tanta vitalidad intelectiva y emocional que arrastran vidas tras de sí, y al saberse congregadores de vidas y de afectos se vuelven seres controladores, pero no solamente controladores de sí mismos (ese perfeccionismo lo respeto pues cada cual es cada cual), si no controladores en general... y de ahí a la atentadora manipulación, creadora de afiliadas dependencias, en realidad hay medio paso.





Adanhiel.

De hecho, lo que en la práctica sucede, a mi pequeñiiiiito entender. Es que estas personas, por lo general muy "carismáticas" todas ellas, cuasi naturalmente son quienes tenemos apoltronadas en los sillones de mando, y, por ende de manipulación.
Así que yo, no le daría al tema, ni ese medio paso al que atinadamente te refieres...

¡DESCONTROLADISIMOS ABRAZOS, HERMANO!

Estos activísimos elementos a los que nos referimos están ubicados en todos los ámbitos y espectros sociales, no sólo en las altísimas esferas (en la poltrona y tras la poltrona), ojala fuera así; sino en la misma ordinariedad del día a día, de ahí que se me hagan tan... molestos y me parezcan tan enervantemente peligrosos, tan estresantemente dañinos. Tenemos que cuidarnos de ellos porque, sin que lo advirtamos (que es lo más penoso) podemos a pasar a formar parte de sus vidas como meros accesorios teniéndonos nosotros por algo más que todo eso, sometidos como solo ellos saben someternos a su manipulación emocional que es un don, lo admito, aunque un don tan degenerado como la persona que lo utiliza, cual bien has apuntado, amigo Ricardo, "carismáticamente".

Menos mal que este par de justicieros estamos aquí para poner coto a estos desmanes y otros tantos de los que la sociedad está más que servida, ¿verdad? Ja, ja, jaaj....

Indignémonos, hermano, pero bienhumorádamente que para agriarnos el vino demasiados voluntarios hay, no lo hagamos nosotros por ellos.

¿Lo ves? (pues le estoy cogiendo el gusto a los emoticonos... como un niño soy)

¡HUMORIZADOS ABRAZOS, HERMANO!

Anda... Que ya andaba yo echándote de menos y a tu buen sentido del humor, mi buen amigo.

Pues siempre me lo advertía mi amigo y hermano Arturito, que Dios lo tenga en Su Santa Gloria: "Cuidaos de los mercenarios, pero no de los comunes. Sino de los mercenarios de los sentimientos. Lacra ésta, que debéis tener la habilidad de reconocerlos, para vuestro bien, y apartar de ellos con todo el apresuramiento posible"

Y haciendo esos paralelismos que yo hago, a los cuales les soy bastante aficionado, veo que palabras más, palabras menos, vienes a desembocar en la misma mar.

Con sabia elocuencia lo dices, amigo Adanhiel: Para eso estamos nosotros, para velar por la integridad emocional de nuestros amigos y de la nuestra en particular.

¡ABRAZOTES AL CANTO!

Ahora certifico lo que ya columbraba, que tu amigo y siempre presente Arturo, predecesor en este alto cargo de tu amistad, era poseedor de tan elevado espíritu como del que, seguro, no te veré nunca presumir saltándote el humilde precepto de tan honorable corazón. Conocía pues los entresijos entre los cuales la zafiedad busca infiltrarse atacando la misma luz esclarecedora del alma. Bien haremos en seguir su aleccionadora prudencia hasta hacerla nuestra, nuestra y de todos los que estas líneas lean tomándolas para su reconsideración; el mal crea mal, pero no es menos cierto que la bondad procrea y germina con mayor y más perpetua fecundidad y por más caminos de los que a nosotros, en nuestra ingenuidad, se nos antojan; ¿acaso el concordante mensaje de Arturo no es de lo más concluyente en lo que te digo? De sobras sabes que sí.

Con esas y otras inspiraciones, codo con codo, te digo que podrán hacernos doblar las rodillas, pero no entregar la voluntad, ¡he dicho! Y sé que digo bien.

¡ABRAZO AL CANTO, Y OJO AVIZOR, HERMANO!

... De sobras sé, que sí.
Pues... En este camino nos hemos encontrado, por él caminamos y en él, habremos de seguir. Sin lugar a dudas.
Hoy como nunca antes, y como sabiamente dices: OJO AVIZOR.

¡ABRAZO AL CANTO!