El pasado refleja este presente que se perfila en futuro.
Todo es historia, que sirve de aliciente para enrumbar las sendas por pasos mas seguros, para seguir ejemplos de hombres tan grandiosos que nos forjaron patria, viviendo en el recuerdo, trazando pensamientos y actos muy honrosos.
Por eso, cuando evoco el ayer de mi función docente, de tristeza me embargo, porque a veces torcemos del rumbo la corriente, secundamos doctrinas que han de estar vigentes, olvidamos los héroes, los hechos y los triunfos, las gestas, las batallas, los últimos suspiros de aquellos que lucharon por un mundo mas justo.
¿Dónde está la Moral y Cívica, las vistosas carteleras resaltando efemérides, dónde oigo los himnos, si brillan por su ausencia?...
y esos Lunes Cívicos que formaban conciencia?.
¡Cómo enseñar la Historia sin gesto emocionado y pretender dejar los hechos sepultados?.
Si el pasado es ejemplo, rectificar de errores con estrategias nuevas.
¡Cómo amar a Bolívar y a todos sus patriotas, sin resaltar sus vidas, ignorando las hazañas realizadas con sus tropas!.
La historia es cuento bello, es erizar de piel, es sentir que la sangre te corre por las venas e imaginariamente,
también ir a caballo en un solo tropel.
Es alegrarte hoy al ver que el indígena, nuestro orgullo racial por fin se tomó en cuenta
y va a dejar de ser la figura sepultada desde Colón, la Conquista y los siglos que enmarcaron la época colonial.
Eso es historia, es pasado que se funde en el presente,
como también lo es la toma de conciencia del pueblo soberano,
el clamor de justicia, cansancio secuencial por gobiernos de turno que sólo han pisoteado ideales sagrados.
Tu y yo, somos historia, cuando canalizamos de nuevo la corriente,
cultivamos principios y sembramos valores
y cuando repudiamos a hipócritas políticos que en plazas principales,
al Padre de la Patria, van colocando flores.
Por eso, en esta época tan grande dedicada a Bolívar,
voy oyendo en el eco el ruido de los cascos de los briosos caballos.
Miro el suelo pintado de la valiente sangre de jefes principales y osados soldados,
por muchos de ellos que ni siquiera supieron que en su muerte enredaron el suelo libertado!.
TRINA