Propuesta Semanal III,Tema: UTOPÍA

- ¿Pudo conseguir lo que le pedí Gutierrez?
- ¿Cómo dice, señor jefe?
- Que si pudo conseguir lo que le pedí ayer...
- Ah..., claro que si, señor jefe. Hoy en día se consigue de todo en internet.
- Muy bien, quiero verlo, por favor.
- ¿Que lo quiere a Merlo con amor?
- No, no, Gutierrez. Quiero ver lo que consiguió, por favor.
- Ah, si. Acá tiene, señor jefe.
La transcripción rezaba: “Hay más noticias para este boletín del mediodía. Buenos Aires, UPI. La Presidente, en otro día maratónico de trabajo conciliador, logró un acuerdo salarial con todos los gremios hasta el año 2018. En otro orden de cosas, hoy se cumplen 358 días desde el último delito registrado en todo el país, 425 días sin cortes de calles ni piquetes y sólo 3 horas desde la inauguración del más reciente hospital de tecnología avanzada. Las próximas inauguraciones están previstas para hoy a las 15, 17 y 19.30 hs.”
- Pero..., ¿Qué demonios es esto, Gutierrez?
- ¿Moños de asbestos, señor?
- No, Gutierrez, noo... ¿Qué diablos es esto que me trajo?
- Lo que usted me pidió... Noticias de Utopía...
- ¡Noticias de Etiopía le pedí! ¡¡¡NOTICIAS DE ETIOPÍA...!!!

Dice Joan Manuel Serrat " Sin utopía la vida sería un ensayo para la muerte", siempre vamos en pos de algo y muchas veces sabemos que difícilmente eso llegue pero la utopía de soñar utópicamente, nos hace ir detrás de proyectos, nos hace soñar y hay algo más bello en la vida que el sueño, por eso no la dejemos ir, aunque nunca venga, sigamos en pos del sol por los caminos de metas reales y otras que acariciemos en silencio como lo que no se puede poseer pero no se deja de soñar con tenerlo, porque en definitiva eso es, despertarse cada mañana buscando más las sorpresas que nos depara ir detrás de quimeras, hay algo más hermoso?

Pensaba que utopia era algun animalito que le salen alas de cuervo y dientes de marfil, ojos de lluvia y corazón de piedra, una utopia venia de vez en cuando a mis sueños a revolver pesadillas. Esa era una utopia hasta que me salieron los moros a decirme que era un lugar, un deseo, una tendencia, linda y feliz, de nuevo me vi la pinta de monstruo, ahi no cabria yo con mis ojos...

con mucho humor José, Etiopia jaja.

Lili, soñar y seguir avanzando, mucha razón en ello.

saludos
k

JA JOSÉ FANTASTICO,ME HIZO REIR.

LILI PARA REFLEXIONAR

GARA,ME DIO MIEDO LA UTOPÍA..BUENO EN SI SI UNO SE PONE A PENSAR EN FRIO HABRÍA QUE TENERLE MIEDO A LAS UTOPÍAS..PERO SOMOS HUMANOS.
MUY BUENO LO TUYO.


UTOPÍA.

Todas las tardes aquel hombrecito gris salía al camino.Siempre el mismo recorrido,años tras año.El quería volar y todas las tardes ensayaba.Daba pequeños saltitos,batía con fuerza sus brazos, así año tras años,sin despegar sus pies del suelo.
Una fría tarde de agosto los vecinos lo encontraron sentado a un lado del camino,sonreía.Había emprendido el vuelo

Sin utopía no abría soñadores, sin soñadores no abría sueños, sin sueños no abría razón de vivir la vida, sin vida el sol no tendría razón de ser, la luna no se reflejaría en él ni existirían estrella. Sin luna y estrellas la oscuridad sería absoluta como la nada.

La utopía es el arte de seguir un día más,aunque no salga el sol,aunque el cansancio entumezca las manos.La utopía es el dificil arte de vivir feliz

¡No, señor! Estuve cuerdo de joven, no más.

Cuando vi como venía la mano, me puse la camisa a rayas
¡y a disimular!

Hoy estoy solo pero tengo cuatro celulares de última generación.

Hago que dos llamen a un tercero y escucho.
A uno lo atiendo enseguida, al otro lo dejo esperar.
Y con el último me saco fotos hablando.

Esperando al sacerdote

Alguna vez lo estuve esperando. Sí, con mi madrina. Ella acudía cuantas veces podía a esa iglesia.
Para ella como para tantos otros que lo aguardaban, el Padre Alfredo era capaz de milagros nunca vistos.
Yo era relativamente joven y me apenaba un amor no correspondido. Su intención era que una charla con él me devuelva la alegría.
Ahí me encontraba en medio de un importante montón de feligreses de ambos sexos, a la espera que llegara el señor de los milagros.
Allá al fondo donde terminaba el parque de la iglesia, entre paredes cubiertas por viejas enredaderas se alzaba el portón negro. Después de un tiempo prolongado, entre murmullos y gestos de alegría un hombre con campera de gamuza, pantalón arena y mocasines separaba las hojas del chirriante pórtico, volvió al automóvil y transitó entre la hojarasca que alfombraba el camino al tiempo que colaboradores presurosos atinaban a cerrarlo.
Al fin llegó al núcleo de su reino y bajó del coche. Ahora el apresurado fui yo, me abrí camino entre quienes pretendían rodearlo y fui el segundo en recibir su saludo.
A boca de jarro le pregunté ¿es verdad Padre que en las cercanías y no existen villas miserias o acaso es una utopía que me pertenece? Con voz de enviado a esta tierra de pecadores me contestó pausadamente - que yo sepa no, hijo mío ¿a que se debe la pregunta?
Le respondí - sepa disculparme, debo estar equivocado. Pasa que al verlo extremadamente bien vestido y conduciendo un BMW pensé, con seguridad no debe haber más niños necesitados.

reche