Dice un dicho popular que segundas partes no son buenas. Pero como nobleza obliga, uno en ocasiones debe doblegarse al pedido de, por ejemplo, estadistas. Sin importar que sean estadistas de algún país formado hace quince minutos y que muy probablemente vaya a durar otros diez más solamente. Son, aunque fugaces, estadistas de países cuyo territorio muchas veces no supera la superficie de mi jardín y debo aclarar que vivo en un departamento. Porque y perdón por la auto alabanza pero yo no tuve abuela, uno alcanza en su vida niveles de los que es muy dificil mirar para abajo sin marearse. Tal es mi caso. No quisiera alardear de mi amplio dominio de idiomas ante los demás respetados autores del portal, pero es sencillamente impresionante. Aparte de manejar con bastante soltura el árabe, como ha quedado demostrado en mi anterior relato, también manejo el español, el castellano, el cordobés, el espikinglish y el kikongo de Africa, cuyo conocimiento he adquirido tras largos años de mirar Daktari en la televisión.
El caso es que tiempo atrás mi país, Argentina, al ver que su futuro en el mercado internacional era cada día más gris oscuro, decidió iniciar relaciones comerciales con los múltiples y cambiantes países africanos, que, dicho sea de paso son negros y la combinación de colores fue del agrado de nuestra presidente fashion. Fue entonces cuando fuí llamado desde la cancillería para traducir un video que ayudara a comprender la idiosincrasia de uno de estos pueblos. Este era de la junta militar gobernante de un país recientemente formado, que hacía su primer comunicado al pueblo expectante, ávido de entablar intercambio comercial para conseguir alimentos a corto plazo. Cabe señalar, que como consecuencia de mi traducción, y catorce golpes de estado después, dicho gobierno africano envió un mensaje a nuestro embajador que, en forma general expresaba:
“Cuando echar mano a linguista criollo, nosotros elegir negro mas grandote de la tribu para hacerle dunga-dunga por varias lunas hasta que no poder sentar ni en iglesia”.
Lo que orgullosamente colijo ha de ser una felicitación formal por mis servicios, que me ha de mantener parado de pura emoción. Aquí comparto con ustedes la mencionada traducción, que por ser en mi país altamente confidencial, la conoce hasta el portero de la escuela N° 15 en Villa Tesei.
***
En el video, el que parece a cargo de la junta militar, sentado, con gafas negras, uniforme de gala y más botones dorados que ascensor de rico, se golpea el pecho sonoramente con ambos puños y comienza su discurso:
“¡Kriga bundolo! mis cotribeños. Nuestro gobierno tiene la intención (
congana) de mejorar nuestro estandar de vida (
tengoteve), de combatir la mentira institucionalizada (
abundafarsa) y la corrupción (
contongo). Castigar (
agangatunda) a los indeseables opositores (
katango) que intenten hacer trastabillar (
tumbagamba) a nuestra junta de gobierno (
murgaitongo). Penalizaremos la cacería indiscriminada de nuestros animales selváticos (
akimbafaja). Queremos poner fin a los vicios (
pitafaso-timba) que nos corroen y al rampante degeneramiento (
quitazunga) existente en nuestra sociedad. Terminar con las apuestas ilegales en las carreras de caballos (
matungo). Eliminar la suciedad (
barandatumba) de nuestras calles, las enfermedades venéreas (
quenaquema) que nos diezman y la costumbre por la desnudez (
simbata) de nuestra gente. Deseamos aumentar nuestro control de la natalidad (
menguapinga) y predicar la sexualidad controlada (
simbombo) en los más jóvenes. Combatir el hambre (
nountafugasa) y los excesos de todo tipo (
kilombolungo). No se permitirán más los bailes tribeños libertarios (
pongaconga) en las calles. Se perseguirá la prostitución (
quitatanga) y a quienes la alientan (
chongo), pués sólo nos trae enfermedades (
virusabunda) y nos sume en la pobreza (
bufandanitengo). No descartamos (
minga) recurrir a la castración (
pingapoda) de los ofensores por violación (
conganaembute). Con nuestro esfuerzo y sólo nuestro esfuerzo, dejaremos de ser tercermundistas (
morondanga) y entraremos en el primer mundo (
seguromanyo). De esta forma, no habrá a quien recriminar (
montoto) por nuestros errores. Hasta tendremos internet de banda ancha (
abundaputa) en nuestras casas..., digo chozas. Pero definitivamente no toleraremos (
nipinga) ninguna forma de traición artera (
tomotongo) de grupos que pretenden la inestabilidad y el caos (
kilomboibombo). Así, pedimos nos dejen gobernar sin problemas (
nipasaguinda) ni grandes sobresaltos (
zampaconga) para benecificio de todos los tribeños de buena voluntad (
pungasabe)”.