Nada es tan facil

Nada es tan fácil como se piensa.
Hace frío. Los malditos pajaritos no me dejan volver a dormir y para qué si ya tengo que levantarme. Otro día de pega, otro juicio.
Ducha, vestirse, agarrar el camino pal Centro de Justicia. Apurate #%*+¥£$
Llegue. Veamos el juicio... tomo el auto de apertura y me dirijo a la sala. Luego llegan los otros dos jueces.
Desacato. Otro pobre diablo que la "señora" echó de su casa y que vuelve y vuelve porque cuando se curan les baja el amor por la peuca y por los críos. Este además llevó a sus amigotes al paseo, cual conjunto de mariachis que a las 6 de la mañana no suenan muy afinaditos pero que siempre tienen algo que decir y que lo dicen endiabladamente fuerte, despertando a todo el mundo. Conclusión:
-. A ver caballeros que pasa aquí - dice 'mi sargento'; la señora sale llorando: - que este desalmao no nos deja dormir con sus amigotes y que ya lo he echao de la casa no sé cuantas veces y vuelve a hacer puro escándalo no ma. Incluso el merme tiene una prohibición del juzgao porque yo la otra vez le puse una 'demanda' porque llegaba curao y no quería q lo vieran así sus hijos.
-. Señor nos va a tener que acompañarnos a la unidad para verificar si tiene una prohibición, súbase al carro.
El pelmazo que no entiende “na”, pero que ni habla con lo cocío, se va durmiendo la mona en el calabozo del carro policial. La banda de mariachis ahora desaparece discretamente por el sur, sin ser identificados. La señora y los cabros chicos quedan absolutamente desvelados. En la unidad, el sargento entrega al detenido en la guardia. Pelmazo pasa a los calabozos y a los pocos minutos vuelve a roncar a pata suelta. Al día siguiente, sigue “alegre” cuando lo llevan al Centro de justicia. Lo pasan con varios más a una sala y le empiezan a preguntar cosas que no entiende, además que preguntan re fuerte y a él le duele la cabeza. "-¿entendió señor?" le dice la juez, una jovencita allá arriba en un estrado. El mueve la cabeza en señal de aceptación. "tiene que asentir al micrófono, que esto queda grabado en audio". "sí señorita". Bien. Por suerte lo dejan en libertad. Lo sueltan a las seis de la tarde de al lado de los juzgados. Dos de los mariachis lo van a buscar. Se va a la casa de su mamá.
Son las 9. Llego a la sala. Mis colegas están ahí. Pasamos al estrado, saludo a los intervinientes, falta el acusado. Lo típico en los desacatos es que los acusados no tengan antecedentes y que estén en libertad, pero ustedes saben, en nuestra jurisdicción las cosas "no son tan fáciles como se piensan".
El defensor me señala que el acusado está cumpliendo una condena en Puente Alto o Colina, que si podemos ubicarlo nosotros. Yap. Receso hasta que aparezca. Media hora después nos llega un certificado de que el pastel estaba en Santiago Sur, cumpliendo una pena diminuta por un robo en lugar no habitado. Santiago Sur (ex penitenciaria) queda como a doscientos metros del centro de Justicia, y no tiene absolutamente ningún tipo de comunicación interna con el Centro, a diferencia de Santiago Uno, la cárcel que está al otro lado. Por ello, les tomó exactamente una hora a Gendarmería trasladar doscientos metros a un imputado. Orden de salida, donde está el oficio del tribunal, no tenemos carro para trasladarlo, - donde está el carro, - en el Centro de Justicia porque fue a dejar a otro interno, -llámenlo que vuelva, -ya lo llamamos, viene de inmediato. Etc.
¿Que le había pasado a pastel?
Después de que la Iñora se aburrió y lo echó de la casa, se fue a vivir a la casa de su mamá, pero ahí tampoco aguanto mucho y terminó quedándose en casa de un amigo-mariachi. Este amigo tenía otro conocido que necesitaba gente para un "trabajito" "es algo seguro, no hay nadie nunca", etc. Se puso de acuerdo con pelmazo para entrar a una bodega en Cerrillos, donde había mercaderías -línea blanca-, según el dato que se había conseguido este conocido. Cuento corto: se juntaron como a dos cuadras del lugar, llegaron ahí, él escaló la muralla y cuando estaba sacando la segunda caja desde adentro, escuchó sirenas. Se escondió debajo de un camión que estaba adentro del sitio. Aparecieron dos personas y un perro grande, graaaande el peeerrro, que cuando lo soltaron se fue directo donde estaba él. Detrás venían los carabineros. Pa dentro. Bien, no es tan fácil como se piensa.

Tiempo después, cuando ya estaba cumpliendo 41 días por este robo con fuerza, lo llamaron de la guardia interna pa decirle que lo iban a llevar al juzgao por desacato. Al principio no entendía na, pero de ahí le cayó la teja de que debía ser ese día que le bajo el amor y que lo detuvieron y salió al día siguiente.
Llega al juzgao. Ahí en el calabozo lo pasa a ver su defensor.
-Buenos días, yo voy a ser su defensor en esta causa, se acuerda de que se trata?
-Más o menos.
- A usted lo están acusando por un desacato del año 2010, en febrero.
- Ya.
- Qué quiere hacer? Mire, lo mejor es que declare, reconozca y así le pueden bajar la pena con una atenuante, dice que sabía que no podía acercarse y que igual fue.
-Pero si yo fui porque le iba a ir a dejar una plata a mis cabros, si igual sabía que no podía ir.
-Ya, eso tiene que decir no más.
-Bueno.
Pasa a la sala, es más grande que las otras, hay tres jueces, no uno solo, le preguntan sus datos, el que está al medio dice más o menos que está acusado porque fue a su casa cuando no podía ir. Ya, ¡si eso es! El fiscal dice que él fue a su casa y no tenía que ir, que había una orden que no podía acercarse y que igual fue. Su abogado alega que lo que dijo el fiscal está bien. Le preguntan si quiere declarar, dice que sí, cuenta como fue todo, lo que se acuerda sí, que fue a dejar plata a sus hijos, porque tenía una plata y no quería irse a trabajar con toda la plata (o a seguir tomando, en realidad). El fiscal le preguntó lo mismo, su abogado también. De ahí se devolvió a su asiento.
Luego apareció ella, su pareja, le tomaron un juramento; estaba bonita, con la polera que le había regalado pal cumpleaños, le preguntaron por qué estaba acá, dijo que era porque él había ido a la casa temprano en la mañana haciendo escándalo con sus amigos y que los vecinos habían llamado a carabineros, que ella lo había echado antes y que él volvió y ahí carabineros llegó y se lo llevó. Chuta. No se acordaba de eso. Uno se pone porfiao cuando toma.
El fiscal le preguntó lo mismo que dijo ella y el defensor también. De ahí entró un caballero, que dijo ser quien lo había detenido, que los habían llamado y que él lo había detenido porque tenía una prohibición.
Después el fiscal puso una grabación, donde estaba él, que fue cuando todavía estaba cocío y se fue en libertad, la señorita que estaba adelante decía unas cosas y él decía que sí.
El caballero que estaba al medio, al frente, dijo que iban y volvían, lo llevaron de nuevo para los calabozos.
Como a la media hora, volvieron y el que estaba al medio leyó una hojita, donde al final dijo que él estaba ACSUELTO! ¡Sí, así que no lo iban a condenar a más tiempo! ¡Que se puso contento! Le agradeció a los señores de al frente, porque en realidad vio que su abogado estaba más sorprendido que él, parece que no era muy bueno… se salvó de esta…

Qué le pasó a los jueces que lo ACSOLVIERON?
Le leímos la acusación al acusado, se le da la palabra a los intervinientes para su alegato de apertura. El fiscal repite los hechos, es un desacato, ya escuchamos la acusación, no hay pa que repetirla… en fin. El defensor señala que no se cuestionarán los hechos de la acusación y que se invocará una atenuante en su oportunidad, en atención a que el acusado declarará y reconocerá su participación. Listo, juicio corto, es como un abreviado – oral.
Declara el acusado, dice que fue muy temprano en la mañana a dejar una plata a su casa, a sus hijos, para que no les falte, que fueron unos vecinos los que llamaron a Carabineros y que éstos lo detuvieron. Reconoce que sabía que no podía acercarse al domicilio, porque del juzgado se lo habían dicho. Listo.
Comienza la prueba, la afectada dice lo mismo, el peuco fue a la casa a armar escándalo, fue con unos amigos, estaba cocío, llegó como a las 3 de la mañana, cuando le dijo que iba a llamar a carabineros, él se fue pero volvió como a las 6 haciendo escándalo, ahí parece que unos vecinos llamaron a carabineros y éstos lo detuvieron.
Declara un “funcionario aprehensor” (carabinero) que lo detuvo, dice que los llamaron, que llegaron al lugar, que estaba el tipo afuera de la casa, que la señora les dijo que tenía una orden, ellos lo consultaron en la unidad, se lo llevaron detenido. Listo.
Hasta ahí todo bien. Pero luego…
El fiscal incorpora la audiencia de control de detención y formalización. Se escucha que a pelmazo le aplican como cautelares la de abandono del hogar común y la de prohibición de acercamiento “por el tiempo que dure la investigación”. El fiscal se pone nervioso, trata de cortar esa parte, hay que decirle que deje tranquilo el play… “luego se escucha: plazo de investigación fiscal?: 70 días magistrado”, “70 días entonces”. Yo le pregunto: qué fecha tiene esta audiencia? Tanto. Tate. Lo pillaron haaarto pasado los 70 días. El fiscal presenta apuradito unos certificados del tribunal que dicen que en esa causa se dictaron esas medidas e incluso uno que dice que esas medidas están vigentes. Pero nada más, o sea, no tenemos idea si las medidas se ampliaron, cuando se ampliaron o si la ampliación fue notificada al acusado, con qué fecha, cómo. Qué mala prueba, así estamos. O sea, cuando lo detuvieron, o no estaban vigentes las prohibiciones, o lo que es peor, el fiscal no probó que estuvieran vigentes, por lo tanto, ACSUELTO.
El fiscal en su alegato de clausura, pa tratar de arreglarla, dijo algo así como “las medidas están vigentes mientras no se deroguen…” si lo escuchara su profe de constitucional o de procesal… “no lo conozco, no sé quién es” -diría.
Y así no más fue, y como fue acsuelto, no hay audiencia posterior para determinar pena ni nada, se dice acsuelto y se termina el juicio.